Tecnología-ideología y Protágoras

Armando Ribas
Abogado, profesor de Filosofía Política, periodista,
escritor e investigador. Nació en Cuba en 1932, y se graduó en Derecho en la
Universidad de Santo Tomás de Villanueva, en La Habana. En 1960 obtuvo un
master en Derecho Comparado en la Southern Methodist University en Dallas,
Texas. Llegó a la Argentina en 1960. Se entusiasmó al encontrar un país de
habla hispana que, gracias a la Constitución de 1853, en medio siglo se había
convertido en el octavo país del mundo.
Cuando analizamos la historia nos encontramos con pensadores cuyas ideas
tienen vigencia en la actualidad. Entonces voy a comenzar en Atenas de donde no
podemos olvidar a Aristóteles, pero me voy a referir primeramente a alguien que
tengo la impresión que sigue siendo poco conocido. Y es importante conocerlo,
pues planteó hace tanto tiempo un principio que considero fundamental para entender
la situación que enfrentamos hoy en el mundo y en la Argentina , por supuesto.
Su nombre Protágoras y dijo: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las
que son que son y de las que no son que no son”.
Las anteriores palabras significan no otra cosa que es el hombre quien
hace hallazgos y comete errores. Entonces a partir de estos principios podemos
comprender la evolución que ha tenido el mundo en estos últimos doscientos
años, así como el descalabro sufrido por la humanidad desde sus inicios, tal
como bien lo explica William Bernstein en su The Birth of Plenty (El Inicio de la Abundancia ):
“Comenzando alrededor de 1.820 el paso del avance económico dio un salto.
Haciendo del mundo un mejor lugar para vivir. ¿Qué pasó? Una explosión en la
innovación tecnológica que nunca antes se había visto”.
Por ello volviendo a Atenas recordemos las palabras de Demóstenes que
dijera: “Atenienses no os descorazonéis ante la situación actual por
desesperada que os parezca. Pues aquello que en tiempos pasados era lo peor
resulta lo mejor en el futuro. Y esto ¿Por qué? Porque como no habéis hecho
atenienses nada de lo que era necesario os han ido mal las cosas, más si
anduvieran así, habiendo hecho todo lo necesario, no habría esperanza de
mejora”.
La validez de esas palabras es indubitable. Así a partir de ellas ¿que
fue lo necesario que se hizo para lograr el desarrollo tecnológico y el
bienestar de nuestros días? Y más aun explicar el porqué de la permanencia de
países subdesarrollados y también las razones de la crisis europea. No debiera
caber dudas de que el principio del desarrollo surgió cuando se creó el sistema
que éticamente reconoció la naturaleza humana y en función de ese aprendizaje
se creó el sistema político que permitió la libertad en la historia limitando
el poder y reconociendo los derechos individuales a la vida, a la libertad, a
la propiedad y a la búsqueda de la felicidad.
O sea y perdónenme una vez más la secuencia de las citas, pero
afortunadamente lo que estoy planteando no surge de mis ideas. Si así fuera
estaríamos viviendo en la Edad Media.
Entonces dijo Alexis de Tocqueville: “Tanto son más fuertes los vicios del
sistema, que la virtud de los que lo practican”. Fue entonces gracias a Estados
Unidos que el mundo no quedó bajo la férula nazi o comunista, pues ya
debiéramos saber igualmente que lo que considero la ignorancia de la
falibilidad del hombre y la supuesta creación de un hombre nuevo fue el
principio ético en el que se basó el totalitarismo. Pero aun hoy es la esencia
del socialismo nacionalista que impera en los países sub desarrollados y
causado una vez más la presente crisis europea.
Hoy vivimos en un mundo donde impera la tecnología y pareciera ser la
determinante. En ese presupuesto se ignora que la tecnología ha sido la
consecuencia, y el sistema el determinante. ¿Podría haber habido avance tecnológico en un
mundo en el que al que dijera que la tierra le daba la vuelta al sol lo
quemaban? No fue por casualidad que la mayor parte de los inventos se hiciesen
en Estados Unidos y no en Rusia. Y decididamente me atrevo a decir que no es
que los americanos fueran más inteligentes que los rusos. Es el respeto por la
propiedad privada lo que ha sido el determinante de la creación de riqueza.
Por la misma razón que no podemos explicar el inicio del avance del
mundo en función de la mayor inteligencia de los hombres, tampoco es la causa
del desarrollo y el subdesarrollo. La propiedad privada y aun más el derecho de
propiedad intelectual ha sido el determinante de la evolución tecnológica. Y el
sistema es el producto de la ideología que lo sostiene. Ideología es definida
por el Diccionario de la
Lengua Española : “Rama de las ciencias filosóficas que trata
del origen de y clasificación de las ideas”. Por tanto ideologías hay muchas,
pero la válida en el orden político ha sido una sola.
El socialismo precisamente es una ideología que lamentablemente está
vigente, y cuya validez se manifiesta en la búsqueda del poder político. Fue
Marx quien reconociera primeramente el avance del mundo y en el Manifiesto
escribió: “La burguesía durante su gobierno de escasamente cien años, ha creado
más masivas más colosales fuerzas productivas, todas las generaciones que le
precedieron en conjunto”. Ese fue el sistema que él denominara capitalismo y lo
descalificara éticamente, como la explotación del hombre por el hombre.
Si así hubiese sido la conclusión sería que eliminada la explotación
desaparecería la creación de riqueza, y sin embargo ese no ha sido el caso. Por
el contrario el sistema aceleró la creación de riqueza a través del avance
tecnológico hasta nuestros días. Pero lamentablemente gran parte de la
humanidad parece sometida a Marx vía Eduard Bernstein y Vladimir Lenin. Del
primero está vigente la social democracia, marxismo sin revolución y con votos,
y del segundo el nacionalismo antiimperialista.
Entonces, volviendo a la problemática actual, es necesario definir la
ideología que sustentada en el conocimiento de la naturaleza humana define la
concepción ética que la fundamenta. De ella surge el conocimiento negado hoy
por el Papa que fuera definido por Adam Smith: “Persiguiendo su propio interés
frecuentemente promueve el de la sociedad más eficazmente que cuando el
realmente intenta promoverlo. Nunca he sabido
de mucho bien hecho por aquellos que pretenden actuar por el bien
público”. A los hechos me remito. Por ello Locke consideró que el derecho a la
búsqueda de la felicidad es el principio fundamental de la libertad. Entonces
insisto que Protágoras, Aristóteles, Locke y Adam Smith están presentes.
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