Los países del Adriático después del comunismo
Eloy Soneyra

Doctor en Psicología de la Universidad de Belgrano especializado en Calidad y Factor Humano. Es autor y editor de libros como: “Gerencia y Excelencia, Calidad de la A a la Z” (el primer diccionario enciclopédico de la calidad y la gerencia en el Mundo), “Autodiagnóstico de la Gestión empresaria” (primer sistema cuantificado con las Bases del Premio Nacional a la Calidad). Director Ejecutivo del Estudio Soneyra, organismo destinado a la Psicología Aplicada a la Clínica y a asesorar a personas de empresas sobre Calidad y Factor Humano. Mención especial, Concurso Internacional de Ensayos: Juan Bautista Alberdi: Ideas en Acción. A 200 Años de su Nacimiento (1810-2010).




Un viaje turístico por Albania, Montenegro, Croacia y Eslovenia revela interesantes similitudes históricas y diferencias de calidad de vida en  los países balcánicos.  Dentro de las primeras vemos que todos muestran una larga existencia histórica con  acatamiento al poder de  los países dominantes en los distintos siglos, en términos actuales diríamos que eran colonias dependientes del imperialismo  existente. En una recorrida que va desde el imperio romano  de occidente y oriente, al bizantino, pasando por el otomano, seguido del poder reinante en  distintas  casas reales, como la presencia veneciana que extendía su poder marítimo en el Adriático,  y también los avances italianos en época de Mussolini,  y tras el fin de la Segunda Guerra Mundial la expansión del comunismo. Hoy la  ideología roja tiñe de distinta manera la gobernabilidad de estos cuatro países, afectando la economía de las naciones, a punto tal que  por ejemplo Albania en 1980 contaba con 600 automóviles cuyos propietarios eran funcionarios gubernamentales y hoy con mayor libertad económica tiene un parque cercano a los 100.000, luchando con su  economía basada fundamentalmente en una agricultura de subsistencia
 
Otra similitud encontrada es que la independencia como naciones, la alcanzaron recientemente,  así Albania en 1985, Montenegro en 2006, Croacia en 1992 y Eslovenia en 1991.  Los cuatro tienen un índice de pobreza similar  Albania  10%, Montenegro  7%, Croacia 11% y Eslovenia 12,9%, Los índices usados comúnmente para ponderar mundialmente a los países  los  calificaremos en estos tres niveles Inferior al Término Medio (ITM),Término medio (TM)  y Superior al Término Medio (STM). Así encontramos  que el Índice de Desarrollo Humano se encuentra dentro del TM para Albania y Montenegro y  STM para Croacia y Eslovenia.
 
Si bien todos  tienen forma parlamentaria de gobierno, su actual desarrollo económico es resultado de la permanencia de banderas marxistas  en la comunidad. Así en Albania y Montenegro  ese ideario aún vivo, afecta a las fuerzas productivas que se ven alcanzadas por el alto nivel de corrupción que  ha permitido que la mafia albanesa mueva un tercio de la economía del país, y en Montenegro  el gobierno sobrenadando por idéntica corrupción ha establecido fuertes políticas no estatales para la mejoría de la economía, especialmente agilizando el proceso de privatizaciones, introducción del IVA y del euro como moneda oficial, .sigue siendo  después de Albania uno de los países más pobres del continente con un PIB  de US$ 6.966. El principal producto montenegrino  es el aluminio que es exportado a través de Suiza, destino del 83,9% de las exportaciones totales y paralelamente el contrabando de petróleo y cigarrillos es una fuente importante de la economía en negro, dirigida por la mafia albanesa. Recordemos que la corrupción es fruto de los gobiernos autoritarios.
 
En Albania el cambio del norte político se ha volcado también en devaluar la funcionalidad de  grandes edificios rojos, por ejemplo el moderno Parlamento rojo, pasó a ser un Centro de Cultural  de Conferencias, el mausoleo de Enver Hoxha, el tirano que sumergió al país en la pobreza más extrema, entre 1941 y 1985, al dilapidar entre otras cosas las rentas estatales construyendo unos 350.000 búnkeres,   es hoy en pésimo estado de conservación “la Pirámide”, un  Centro de Eventos Culturales de Tirana. Por lo general los guías turísticos en sus explicaciones reiteran la corrupción como un mal aun hoy existente aún en medios académicos.
 
Croacia y Eslovenia muestran la contracara después del comunismo, así vemos la economía croata dominada por el sector servicios, seguido por la industria y la agricultura. Croacia también tiene una industria militar importante, que en 2010 exportó cerca de US$ 120 millones en equipo militar y armamento. El turismo es una fuente de ingresos importante durante el verano, pues el país se encuentra dentro de los veinte destinos turísticos más visitados en el mundo. El Estado controla una parte de la economía, con un gasto gubernamental importante y su principal socio comercial es la Unión Europea. Desde el 2000 el país invirtió en infraestructura, especialmente en caminos y medios de transporte, así como en los corredores Pan-Europeos, que le ha llevado a ser una economía de mercado de altos ingresos, donde  el Estado croata provee de un sistema de salud universal y educación primaria y secundaria gratuita, al mismo tiempo que apoya la cultura por medio de diversas instituciones.
 
Eslovenia es un país desarrollado, con un PIB  superior al término medio mundial, incrementando anualmente desde su independencia el ritmo de crecimiento, favorecido por sus modernos “corredores de transporte”  que le permiten enlazar países del norte europeo con el sur y del oeste con el este logrando así una integración social, económica y cultural con  toda Europa. Como Finlandia, ha comprendido la importancia de la educación para el desarrollo de los pueblos, así la enseñanza primaria cuenta con  un promedio de un maestro cada doce alumnos; que después un 98% pasan a la secundaria y la Universidad de Liubliana está entre las 500 mejores universidades del mundo, calidad que muestra también el PISA donde ocupa el doceavo lugar en el Mundo, con  un 0,4% de analfabetos, y un12% de la población asistente de educación superior.
 

 En síntesis 
Albania, Montenegro, Croacia y Eslovenia países del Báltico después del comunismo, han mejorado la calidad de vida de sus habitantes imponiendo tácitamente en sus instituciones gubernamentales los derechos inalienables a la vida, la libertad, la propiedad y la búsqueda de la felicidad. Enfrentando aún en el cotidiano vivir la existencia de la creencia marxista leninista que el estado es el mejor distribuidor de riqueza. Siguiendo más los modelos  de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría, antes que los franco – alemanes. Además buscan seguir las pautas de la Unión Europea especialmente  de tener una inflación menor al 3%, evitando  que malos gobiernos - como señaló Juan B. Justo - recurran a la emisión para sufragar los déficit fiscales, acción censurable pues deprime los salarios.
 
Por último comprendiendo que lo que hace grande a las naciones no es la industria, ni los servicios, han mejorado las carreteras para facilitar el comercio, verdadera fuente de riqueza. Como también que el gran líder no es aquel que hace grandes cosas, sino aquel que  impulsa a los demás a hacer grandes cosas ejerciendo su derecho a la libertad.
 
 
 

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