La carta más fuerte que juega el Banco Central para bajar el dólar es el pánico
Luis Beldi
Luis Beldi es periodista desde 1978. Trabajó para Economic Survey, El Cronista y Ámbito Financiero, como también en radio y televisión. Actualmente es periodista de Infobae. 


"Vi diez veces Los puentes de Madison y las diez veces Merryl Streep elige seguir con su marido en vez de irse con Clint Eastwood". La frase fue la respuesta de un operador cuando un cliente le preguntó si iba a dar resultado el método que eligieron la autoridad monetaria y la AFIP para asustar al mercado y deprimir la divisa.
 
Por supuesto que cada gestión cambia su estilo de controles. La nueva gente muestra un matiz más agresivo y busca asustar al mercado acudiendo a las fuerzas de seguridad e inspectores. ("Ya va a aparecer el botón anti- pánico", pronosticaba el operador). Además para diferenciarse de la gestión de Juan Carlos Fábrega al frente del Banco Central: están revisando los expedientes más antiguos.
 
La presidente Cristina Kirchner se quejó de la inactividad del antecesor de Alejandro Vanoli en ese trámite. Por eso el nuevo titular del Central no vaciló en buscar una causa de 2009 para aplicar sanciones a una entidad del Mercado de Valores. El titular del Banco de Valores hasta 2013, Héctor Bacqué, enseguida tomó nota de la advertencia. Todo lo que están haciendo es para que no haya operaciones de contado con liquidación. En tanto, otras entidades inspeccionadas fueron sancionadas por no acceder a pedidos que atentaban contra la empresa y por causas menores.
 
Ante esta realidad, los grandes jugadores siguieron replegados. No están en el mercado y critican la nueva receta que busca tener un precio más bajo del dólar marginal. "Es como celebrar que baja la temperatura de un enfermo con cuarenta grados, mientras está en una bañera con hielo".
 
Por supuesto, en el Gobierno festejaban que el dólar libre cerrara a 13,60 pesos y quedara a 13,50 para el día siguiente. Y para reafirmar que su sistema es óptimo mostraban con orgullo que en la licitación de Letras y Notas del Banco Central (Lebac y Nobac) se absorbieron 970 millones de pesos. "Esto es para los que dicen que solo sabemos emitir dinero", dijo uno de los funcionarios del Central.
 
El "contado con liquidación", pese a que no se hizo ninguna operación porque no hay agentes de Bolsa que quieran poner su firma, cerró a 13,10 pesos, un valor no representativo. La ausencia de las grandes manos hizo que la Bolsa con negocios elevados por 312 millones de pesos soportara una caída del índice Merval de las acciones líderes de 3,07 por ciento. YPF (-5,38%) y Telecom (-5,10%), fueron los papeles más afectados.
 
En el Forex-MAE, la principal plaza de cambios mayorista, se sintió la ausencia de los exportadores y se negociaron apenas 70 millones de dólares. A pesar de los escasos negocios, la mesa de dinero del Banco Central compró 20 millones de dólares.
 
Las reservas subieron 2 millones a 28.108 millones de dólares a pesar de que se hicieron pagos de energía por 71 millones, que se le dieron 25 millones a los armadores de electrónicos de Tierra del Fuego y se canceló deuda con el Banco Mundial por 30 millones, además de 25 millones de dólares a Brasil. Los pagos parecen no hacer mella en las reservas. El mercado tiene sus dudas sobre estas cifras, aunque en el Central resaltan que "ingresan divisas por exportaciones y varían los encajes en dólares que hacen los bancos".
 
Mercados contractivos
 
En el Mercado Abierto Electrónico (MAE), los negocios bajaron 30 por ciento a 1.157 millones de pesos. Los inversores tomaron ganancias porque la baja del dólar está afectando el precio de los bonos en divisas con legislación argentina.
 
Por eso el Boden 2015 perdió 0,80 por ciento. El Bonar X que vence en 2017 logró anotar una suba de 0,30 por ciento. Entre estos dos papeles concentraron 30 por ciento de los negocios. La tasa de estos títulos supera 16 por ciento. Que el país pague la tasa más elevada del mundo no es un dato relevante para la nueva conducción monetaria y menos para la económica. Saben que no pueden acudir al mercado internacional a buscar las divisas que le hacen falta para aumentar las debilitadas reservas.
 
Mientras el Banco Central se hace fuerte en los controles, las importaciones se debilitan y la economía real está sintiendo la falta de insumos. Pero como en el Gobierno la vida es cada 24 horas, no les preocupa.
 

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