Ángeles y demonios
Humberto Bonanata

Director de Notiar. Premio a la Libertad 2012, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



Desaparece una niña de dieciséis años luego de hacer gimnasia con su colegio en el trayecto que abarca desde el campo de deportes de su escuela en Colegiales hasta su casa en pleno Palermo. 

El martes a las 13.30 hrs. se confirma lo increíble: su cuerpo mutilado dentro de un conteiner de la C.E.A.M.S.E. es encontrado en los basurales de José León Suárez. Todo lo demás lo conocemos y seguimos padeciendo como pueblo…a pesar de la excelente tarea llevada a cabo por la Fiscal María Paula Asaro, en quien confiamos.

Miércoles por la mañana otra tragedia ferroviaria. El ex Ferrocarril Sarmiento –destruido por el menemato-kirchnerista- como todos los demás ferrocarriles de estado nacional, es víctima de la corrupción imperante y se lleva la vida de tres inocentes laburantes, que seguramente en 2011 votaron a la “viuda negra” como esperanza frente a la nada opositora de entonces.

“Ramal que para ramal que cierra” (Carlos Menem) fue condenado a siete años de prisión efectiva por contrabando agravado de armas a Ecuador vía Croacia. ¿Y para cuándo Martín Balza que no supo, no quiso o no pudo evitarlo?...

A pesar de ello, la asociación ilícita comandada por Julio de Vido nos hace pagar en concepto de subsidios al ramal trágico mil doscientos millones de pesos por año (trece pesos por día y por persona) para que “el ganado que los vota” viaje gratis hacia un destino incierto.

Frente al drama, Florencio Randazzo, Ministro de Interior y Transporte no supo justificar para qué pintaron los vagones, hicieron formaciones de dos pisos, colocaron plasmas en algunas formaciones y se olvidaron de reforzar los frenos, los boogies y todo el material rodante de las formaciones colapsadas.

Pero supieron tener una lacra desinformante como Luís D’Elía que salió a imputar al motorman, hombre con 28 años de antigüedad en nuestros pobres ferrocarriles, para evitar el estrago doloso –al igual que la tragedia de Once del 22 de febrero de 2012- que le corresponde afrontar al kirchnerato decadente, aunque aún actuante.

El desahucio parece dominarnos como célula social. “Estamos solos; ya no tenemos papá” diría José Sacristán al final de “Solos en la madrugada”.

Pero tenemos un 11 de agosto, fecha de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, (P.A.S.O.) en las que cada uno de nosotros podrá elegir los candidatos que más les plazca de iguales o diferentes partidos políticos para “acomodar los melones en el carro” como sabiamente decía Juan Perón. Esa noche la “pata quedará renga” y la sociedad en su conjunto deberá asumir la responsabilidad que le cabe: ser parte de la democracia sin importar quien la encabece y cómo pueda continuar hasta su final bajo los mecanismos constitucionales, juicio político por insania presidencial posible.

Luego vendrá el 27 de octubre, fecha de las elecciones de medio término que dictarán mediante el voto popular el final anunciado del régimen decenal. ¿Algún lector imagina la revancha de la asociación ilícita gobernante en los dos años que le restará gobernar constitucionalmente?

Ajustes tarifarios al por mayor padeceremos todos aquellos que no pesamos nuestros salarios mensuales ni blanqueamos dinero sucio a través del perverso mecanismo del CE.D.IN. (Certificados de Inversión) que les permitirá comprar tanto a los narcos mexicanos o colombianos, o de la Villa 11-14 del bajo Flores como a los valijeros ya popularmente conocidos merced a las investigaciones periodísticas de Jorge Lanata y equipo, propiedades, heladeras, plasmas o insumos en los supermercados bajo esta maléfica cuasimoneda creada por el régimen en defensa propia.

De nuestra fuerza depende soportar las horas aciagas que se avecinan.

Enfrentamos democráticamente a un régimen electo democráticamente.

Sólo la fuerza cívica y el poder movilizatorio del pueblo lograrán vencer la venganza de una banda en fuga sin prejuicios.

Lo hemos demostrado el 13 de septiembre; el 8 de noviembre y el 18 de abril de 2013. 

Al pueblo autoconvocado en la calle no lo para nadie.
 

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