Degradación institucional... cercana ¿al autogolpe?
Humberto Bonanata

Director de Notiar. Premio a la Libertad 2012, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



"La muerte de Nisman es un caso que salpica con sangre a Cristina Fernández de Kirchner"
 
- Pablo Lanusse (Ex Fiscal Federal- "El Juego Limpio"- 5/2/2015)
 
 
Otra vez la historia argentina vuelve a escribirse con letras de sangre.
 
Con más de treinta años de supuesta y formal recuperación del sistema republicano, representativo, federal y democrático nadie hubiera imaginado el magnicidio contra un fiscal federal que horas antes había acusado a la Presidente de la Nación como encubridora del genocidio contra la A.M.I.A. aparecería muerto en su baño un día antes de ampliar su denuncia ante los Diputados Nacionales en la Comisión de Legislación Penal.
 
También resulta difícil y sospechoso que un régimen de gobierno autotitulado "progresista" hubiera multiplicado el presupuesto de inteligencia militar en manos de un General como Milani acusado de enriquecimiento ilícito y de autoría material de delitos de lesa humanidad como la desaparición de cuatro soldados bajo su mando.
 
El desahucio de Antonio "Jaime" Stiusso de la Secretaría de Inteligencia, desde donde había colaborado por más de una década con el fiscal Alberto Nisman -por pedido de Néstor Kirchner- en la investigación de la causa A.M.I.A. y el fortalecimiento del poder de Milani, armado con equipos de inteligencia israelí de última generación para operar frente a todos -políticos, magistrados, periodistas- direcciona el supuesto final del régimen kirchnerista hacia un fatalismo carnívoro más que a un recambio institucional.
 
Cuesta imaginar que C.F.K. decida respetar el gradualismo de los procesos electorales que la llevará a padecer su primera derrota dentro de catorce días en las P.A.S.O. de Intendente de la Ciudad de Mendoza.
 
Será en tierra cuyana donde comenzará el "efecto dominó" del régimen más corrupto de estas tres décadas, que supera holgadamente al menemato responsable del contrabando de armas a Ecuador vía Croacia y que lleva al anciano ex presidente a refugiarse bajo su banca del Senado de la Nación para evitar cumplir la condena a siete años de prisión domiciliaria de la que escapada cobardemente.
 
Cierto es que el ex presidente peronista teme que durante un futuro restablecimiento institucional la causa  de la "voladura de Río Tercero" sea reabierta tras la declaración de "cosa juzgada írrita" de su actual sobreseimiento.
 
¿Cómo imaginar entonces el temor irracional de una mujer que se siente cercada por su propia inconducta y vulnerada por la decisión de la justicia de hacer Justicia?
 
El ex montonero Miguel Bonasso, quien reconociera la equivocación de la organización terrorista que integraba al haber matado a Rucci en lugar de López Rega, manifestó públicamente su temor de volver a 1974 donde el peronismo de izquierda le tiraba muertos al peronismo de derecha y viceversa. Más cansado que viejo, el ex diputado kirchnerista, trata de lavar sus culpas y transitar caminando el Río Jordán.
 
Se animó a denunciar a Stiusso a través de la revista Noticias a fines de 2014, hecho que tras once largos años de kirchnerato trata ahora de mostrarlo como actitud de valentía. Nada dijo antes mientras "Jaime" era orgánico al régimen.
 
"Está volviendo la época en que se tiraban muertos por la cabeza" destacó, con distinta honorabilidad a la de Bonasso, el ex fiscal federal Germán Moldes.
 
"Los argentinos debemos participar de esa marcha", llamada para el 18 de febrero, día en que se conmemorará el primer mes de la misteriosa muerte de Nisman. "Debemos vivir seguros y sin miedo para poder volver a ser un país en el que cada uno desarrolle su actividad con normalidad y pueda estar tranquilo en sus hogares, en sus trabajos y en la vía pública", afirmó el ex Ministro y Senador kirchnerista, actual vicepresidente del BAPRO,  José Pampuro.
 
"El caso Nisman puede no ser el último" presagió el fiscal federal Carlos Stornelli.
 
Carlos Donoso Castex, Presidente de la Asociación de Fiscales  comentó que "los fiscales han tenido amenazas" en los últimos años. "Hace mucho tiempo que vengo señalando en distintos foros internacionales, y a nivel nacional, los riesgos que tenían los fiscales, y que nadie tenía en cuenta", señaló. Y agregó que "hay motivos para tener miedo".
 
Desde variados ámbitos florece nuevamente la palabra "miedo" en la Argentina.
 
Ya no la producen los "montos", "erpianos" o la Triple A del setentismo sangriento.
 
La produce el poder del desgobierno al que no le preocupa encontrar un "delfín naranja" para aggionarse y perpetuarse en su gattopardismo. Ese poder que se permite romper diarios a través del payasesco Jefe de Gabinete de Ministros o enviar twitts burlones sobre la mala pronunciación de los chinos "argentos" de la letra "r" por la "l", luego de entregarles 200 hectáreas vecinas al yacimiento de "Vaca Muerta" bajo jurisdicción exclusiva maoista para construir una "pacífica base nuclear"...
 
Ese mismo poder que sabe que diciembre no marcará sólo su "fin de ciclo político " sino el camino al ostracismo de la libertad ambulatoria que difícilmente puedan gozar ante sus comparendos judiciales.
 
Cuando en una sociedad enferma y dividida los fiscales deben encabezar una marcha para pedir justicia, algo está mal...muy mal...
 
Ninguna banda en fuga huye sin tirar tiros.
 
Por ahora, de nuestro lado, en 2015 sólo tenemos un muerto.
 
Adelante los que quedan, que somos millones.
 

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