El cuento chino del crecimiento a tasas chinas
Gabriel Vénica


Uno de los “caballitos de batalla” de la propaganda oficial kirchnerista ha sido el mentado “crecimiento a tasas chinas”.

Más allá que aun en los mejores años este crecimiento siempre estuvo por debajo de las “tasas chinas de China” y aun contando con la enorme ayuda que significa subvaluar la inflación, ésta es la realidad:



El crecimiento a tasas chinas sólo es real si comparamos las mejores cifras del ciclo kirchnerista con el peor año del ciclo anterior (año 2002). En ese momento el país estaba parado después de tres años de recesión y de una fenomenal devaluación (que como toda devaluación tiene entre sus consecuencias el efecto de disminuir drásticamente la valuación en dólares del PBI nacional, permitiendo un piso bajo contra el que cualquier resultado posterior luce magnífico).

En este sentido si comparamos el mejor año del modelo (2011) con el 2002 (inmediatamente después de la devaluación y con el país parado) observamos un ”supuesto crecimiento a tasas chinas”.

Cualquier comparación de la productividad de un gallinero en relación al año que las gallinas no pusieron huevos nos brindará cifras asombrosas.

Ahora bien… Si comparamos el mejor año del modelo (2011) con un buen año de la década anterior, el resultado es deprimente: nuestro crecimiento económico apenas supera el 3% anual. Exactamente en el mismo nivel de nuestra media histórica de los últimos 50 años. Esto, dando por ciertos los datos oficiales.

Si calculamos el PBI ajustando según las cifras reales de inflación este crecimiento está por debajo incluso de la media histórica, ubicándose en torno al 2,7% anual (1).

Esto permite entender porque nuestro PBI per cápita es menor que el PBI per cápita brasilero cuando en los 90 (y durante los últimos 50 años) siempre estuvimos por arriba, al igual que en relación al resto de Latinoamérica.

La película no permite engañarnos. Nos hemos empobrecido dramáticamente en relación a nuestros vecinos a quienes en términos generales siempre duplicamos o triplicamos, en relación a las cifras de PBI per cápita.

Vale aclarar que este exiguo crecimiento se dio en un contexto en el que Argentina fue beneficiado por la confluencia de tres circunstancias excepcionales. Confluencia que no se había dado nunca antes en su historia:

a) Excepcionales Precios de sus principales productos de exportación que llegaron a triplicar la media histórica.

b) Capitales baratos abundantes en el mundo (con tasas del 2% anual).

c) Latinoamérica como objetivo preferido de estos capitales, lo que permitió a todos los países del entorno recibir inversiones como nunca en su historia (Argentina fue en esta oportunidad desplazada como principal destino de las inversiones extranjeras por Chile, Perú, Colombia, Brasil, México, entre otros).

El cuento chino de las tasas chinas se revela en una postal porteña que con sus más y sus menos se repite en todas las Provincias: junto con Puerto Madero, lo único que creció de manera exponencial fueron las villas miserias.
 

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