Alcanzando los objetivos y devaluándolos
José Verón

Se ha dedicado a investigar en las ciencias sociales, especialmente en el derecho, la economía, la administración, la psicología social y  el periodismo.  Su actividad principal es la docencia, en la que ejerce desde 1997, y la mediación, desde 2002.



    En psicología, y en particular en psicología social, parte del encuadre de trabajo implica, por un lado, la lucha tenaz por alcanzar los objetivos del sujeto, de ese individuo, y por el otro, la habilidad y capacidad de no desear tanto, o, mejor, la habilidad y capacidad de trabajar tanto sobre el objeto o los objetos, para intentar alcanzarlo/s, como también sobre el sujeto, para poder plantearse metas un poco más realistas y asequibles.

     Y son probablemente estos, en conjunción, los ejes del trabajo del terapeuta social, los que, en sinergia, permiten lograr una terapéutica exitosa, o al menos medianamente exitosa: de un lado luchar tenazmente por los objetivos, las finalidades y las metas, y de otro también bajar algo el nivel de aspiraciones, por decirlo así, para no plantearse metas inasequibles, y concentrar y focalizar mejor el esfuerzo y el empeño, también sin derrocharlo.
 
     De esta--doble-- manera, los abordajes terapéuticos son--medianamente, al menos--exitosos. Suenan los ecos, aquí, de alguna manera, de J. Piaget (1886-1980), el gran psicólogo del aprendizaje suizo.
 
     Es posible que, de estas aproximaciones y encuadres de la terapéutica, podamos extraer algunos corolarios valiosos para nuestra economía y nuestra sociedad y las instituciones. Quizá, solo quizá. Este abordaje es generativo, es una potente y poderosa aproximación a lo que pareciera ser, quizá, lo real y la realidad. Tiene una apariencia de "casar" o encuadrar bien con esta, con la realidad de las cosas.
 
    Por ejemplo, ¿Puede la Argentina ser potencia tecnológica como Corea del Sur o Singapur? ¿Es factible esto en el corto y mediano plazo? No tendremos mejor que "devaluar" la meta y aspirar a tener un desarrollo industrial integrado, en relación a nuestras ventajas naturales, que nos permita compararnos con Brasil o, quizá, México?

     También, ¿Pueden las playas turísticas argentinas rayar al nivel de las de la costa azul europea? ¿Puede nuestro turismo, en el extremo sur del mundo, estar en esos estándares? ¿No sería quizá mejor devaluar la meta, y tratar que nuestras costas y playas estén al nivel de las mejores latinoamericanas?

     Además, ¿Puede la Argentina tener los guarismos de inflación anual de los países europeos? ¿No tendremos que devaluar la meta y saber que quizá nuestra inflación anual posible, consistente con un buen nivel de actividad y empleo, siempre, necesariamente--por múltiples causas--, será un poco más alta?

     ¿Podemos tener desempleo en el corto y hasta mediano plazo en torno de la tasa natural de desempleo, esto es, en torno al desempleo friccional o de búsqueda? ¿No deberemos quizá tener en cuenta que en Argentina también pesan factores de desempleo estructural y que, en el corto plazo, no nos es tan posible tener solo desempleo friccional?

       La psicología social habla de la "devaluación reactiva", por la cual, en general, el humano antes de conseguir una meta, primero la devalúa un poco. Esto es más fuerte en algunas personas que en otras, pero, en general, se puede observar tal regularidad, como ínsita en el funcionamiento psicológico de las personas.
 
        Y si bien "las realidades de hoy son las utopías de ayer", según muchos coinciden, esto seguramente no será porque examinemos y evaluemos la realidad exentos de realismo. Con realismo vamos mejor. En la economía y en todo. Con realismo y con ambición, bien conjugados.
 
 
 

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