Venezuela: Libertad y el despotismo
Pedro Corzo
Periodista de Radio Martí.
El hecho que candidatos
de la oposición, a pesar de la dictadura institucional vigente en el país, le
hayan quitado legalmente el control de la Asamblea Legislativa al oficialismo,
es un suceso que estimula a quienes luchan por la libertad en cualquier lugar
del mundo.
A partir del cinco de enero se inició en Venezuela un proceso
sin precedentes. Una mayoría parlamentaria, con vocación democrática, está
dispuesta a retar un Ejecutivo que controla el resto de los poderes del
Estado.
El Parlamento venezolano ha sido uno de los principales
instrumentos usado por el chavismo para instalar una dictadura institucional
sobre una colosal farsa democrática, lo que le confirió la capacidad de
cercenar paulatinamente los derechos ciudadanos, arruinar la economía nacional
y generar una corrupción sin precedentes en un marco de relativa legitimidad.
La convivencia en un
parlamento integrado por legisladores con diferentes ideas e intereses, es
complicada y difícil, pero lo que se experimenta en la Asamblea
Legislativa venezolana no tiene precedentes ya que enfrenta un ejecutivo
y un poder judicial que responden a una ideología excluyente y sectaria, con
medios suficientes para intentar neutralizar y hasta sabotear las decisiones de
los legisladores.
Es de suponer que los
líderes políticos de la oposición estén desarrollando recursos para blindarse
contra las agresiones que en su contra va a desplegar el chavismo,
instrumentados de la peor manera posible por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello,
este último, procurara generar conflictos dentro y fuera de la Asamblea,
incentivando a los grupos más radicales del chavismo a establecer bloqueo y a
agredir a los legisladores contrarios al gobierno.
Por su parte el
presidente Maduro tratará de responsabilizar a la Asamblea de la
agudización de la crisis económica, y de los problemas que afronte el gobierno
a partir del momento que el poder legislativo se emancipó del ejecutivo,
intentara bloquear las decisiones del Parlamento y desconocer sus atribuciones.
El poder judicial ha
sido la primera herramienta del gobierno para tratar de ilegalizar las
decisiones de la Cámara, los magistrados hurgaran o interpretaran a
conveniencia cualquier legislación que afecte al gobierno, serán la primera
línea del frente oficialista contra la oposición.
Cierto
que la Asamblea Nacional tiene potestad para nombrar magistrados y hasta
promover la revocación del presidente, pero ambas habilidades, aunque cuentan
con la fuerza moral que le otorgó el pueblo, en caso de rebeldía, tiene que
tener la subordinación de las fuerzas públicas para hacer cumplir sus
decisiones, lo que no parece factible en base a las recientes
declaraciones del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino Lopez, quien dijo
que se había ultrajado a la Patria cuando la mayoría parlamentaria decidió
retirar un cuadro del comandante golpista Hugo Chávez, el general, reiteró su
respaldo al gobierno y no a la Constitución, un indicativo que refleja que
parte está en un conflicto de poderes que tiende a agravarse.
Ante
esta situación el apoyo activo de los electores que votaron a favor del cambio,
es la principal defensa de los legisladores que impugnan la autocracia.
El éxito de la campaña
electoral de la oposición hay que validarlo con otra cruzada que muestre
que la mayoría de la población no votó exclusivamente contra el oficialismo por
el pésimo gobierno, sino también, porque está a favor de cambios sustanciales
que desmonten unas estructuras políticas y administrativas contrarias a los
mejores intereses de la nación.
Es de suponer que un por
ciento del electorado votó contra el régimen por el empobrecimiento, la alta
inflación y la extendida escases de bienes de primera necesidad, incluidos los
productos farmacéuticos, pero es de esperar, ahí está la garantía de futuro,
que la mayoría haya hecho conciencia que las propuestas populistas que enarbola
el régimen, por muy bien elaboradas que estén, solo sirven para socializar la
miseria y convertir al individuo en una masa amorfa que solo responde a los
dictados del caudillo.
Es preciso trabajar a
favor de que el chavismo deje de ser una alternativa electoral, no porque se
prohíba o ilegalice lo que Hugo Chávez representó para un sector de la
población, sino porque el ciudadano habría tomado conciencia que las propuestas
que encarnó, eran inviables y voluntaristas, y que en ningún momento estaban
sostenidas en postulados que tuvieran el trabajo y el respeto a la libertad
como fundamento.
Hay que demostrar que el denominado Socialismo del Siglo XXI
como en su momento lo fue el socialismo real castrista, aun en el supuesto
negado de que hubieran sido un éxito económico, son negativos para el
ciudadano, porque ataca su condición de hombres y mujeres con derechos a tomar
decisiones acertada o erradas, pero propias.
Últimos 5 Artículos del Autor
16/05 |
Reason Weekend 2024
10/07 |
Freedom Fest - Las Vegas
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!