Una crítica técnica a la propuesta política preelectoral de Cambiemos acerca del narcotráfico
Ricardo Runza

Ingeniero Aeronáutico y Magíster en Defensa Nacional.



Introducción
 
Este trabajo analiza los documentos presentados a la sociedad argentina por la agrupación política Cambiemos antes de la elección general a la Presidencia de la Nación a fines del año 2015. La crítica realizada de cada documento político permite ver al lector los problemas culturales que arrastra la elite política argentina en materia de seguridad (independientemente de su agrupación, frente o partido político) y en particular los vicios técnicos de quienes redactaron esta propuesta política para el narcotráfico. El lector podrá constatar que existe una fuerte tendencia a no interpretar correctamente la Constitución Nacional y el rol orgánico funcional que debe tener el Estado Nacional argentino con respeto a los Estados provinciales y municipales en el campo de la seguridad. Existe una ignorancia profunda acerca del lenguaje técnico, de los conceptos y definiciones técnicas que nadie en el mundo desarrollado discute y de la existencia de un Sector Seguridad dentro del Estado. Hay también un desconocimiento profundo acerca de que competencias en el campo de la seguridad no fueron delegadas al Estado Nacional por parte de las provincias y cuales son las responsabilidades que tienen éstas en el campo de la seguridad para sus ciudadanos, teniendo en cuenta que Argentina es una república federal. Se puede intuir que en el fondo de la propuesta hay una cierta mirada paternalista y unitaria que sigue persistiendo en la Argentina, como si los siglos que pasaron desde la puesta en vigencia de la primera Constitución Nacional del Estado argentino nada hubiera cambiado, casi como si una especie de neo populismo de la seguridad persistiese y sigue muy instalado, a pesar del marketing político de cambio que se pregona.
 
 
La crítica
Cuando uno analiza la Propuesta de Cambiemos acerca del narcotráfico se encuentra con un enunciado “Mirar de frente al narcotráfico” y con un documento que se adjunta al mismo que se titula “Terminar con el narcotráfico”. [1]
 
Correctamente el enunciado de la Propuesta acierta que el narcotráfico “es la principal amenaza a la seguridad de los argentinos” (para la percepción de la sociedad aunque técnicamente no es la amenaza a la seguridad que más muertos ocasiona en la Argentina) sin dejar claro que ella no es la única amenaza y riesgo a la seguridad que padece la sociedad argentina y su Estado. Tampoco aclara cual es su impacto objetivo negativo en comparación con otras amenazas y riesgos existentes a la vida, bienes y libertades de los argentinos.
 
Acertadamente dice que “corrompe a políticos, policías, jueces y funcionarios a cambio de impunidad” aunque desafortunadamente ignora que también corrompe a otros miembros del Sector Seguridad del Estado argentino que también tienen responsabilidades permanentes o transitorias en materia de prevención, respuesta y mitigación de esta amenaza en particular.
 
Desafortunadamente se concentra sólo en el “paco” e ignora el resto de las drogas que trafica el narcotráfico.
 
Cae en una torpe contradicción ya que por un lado insta que “Todos tenemos derecho a vivir en un país sin narcotráfico” pero por otro, solo se propone erradicar el “paco”, es decir impone al lector de esta Propuesta una mirada reduccionista de la amenaza que se intenta eliminar.
 
No propone ninguna política y solo propone como una supuesta estrategia “detener a las cabezas de las grandes bandas”, “erradicar el paco”, “llevar al Estado a las calles de nuestros barrios” y “a controlar en serio nuestras fronteras” sin hacer mención alguna acerca de las capacidades reales que se dispone, a sus deficiencias orgánicas y funcionales, a las vulnerabilidades de todo tipo que existen (inclusive de orden legal y constitucional) y a la extrema degradación de los medios humanos, materiales y financieros del actual Sector Seguridad argentino. La herencia del kirchnerismo es brutalmente ignorada. Como si lo que se va a recibir estuviera todo bien, excelente, en optimas condiciones para su empleo.
 
También propone confusamente como estrategia de prevención y como estrategia de mitigación (aunque esto último no se menciona en la Propuesta porque lo redactado parece indicar que se ignora el concepto de mitigación) lo que se hace actualmente en la Ciudad de Buenos Aires supuestamente en materia de prevención, sin mencionar si esto que se realiza en esta ciudad es técnica y objetivamente exitoso o no y si ello además es extrapolable o no a un ámbito nacional y provincial de mayor envergadura que el municipal.
 
Cuando el análisis se expande al documento de tres páginas que acompaña a esta Propuesta y que apoya supuestamente de manera técnica a ella, uno encuentra errores técnicos conceptuales muy profundos. Hay una ignorancia técnica alarmante para el ojo crítico de un experto.
 
Casi de manera temeraria se señala que “los narcos y el consumo de drogas crecieron en la Argentina porque no hubo un gobierno que se ocupe en serio de erradicarlos” como si ello fuera la única causa, sin tener en cuenta que este fenómeno es mucho más complejo de cómo aquí se lo trata, desconociendo su dimensión en el marco de la seguridad internacional, de la seguridad nacional y de la seguridad pública del país. Este tema no es un asunto policial solamente pero aquí se lo trata sólo como tal. Lamentablemente, el narcotráfico es una amenaza a la seguridad internacional, a la seguridad nacional y a la seguridad pública mucha más compleja. Esta complejidad es absolutamente ignorada en esta Propuesta.
 
La Propuesta general planteada se basa a su vez en ocho Propuestas principales para derrotar al narcotráfico que se resaltan en un recuadro, pero luego, en los Fundamentos, ellas resultan ser nueve ya que aparentemente cuando hicieron el recuadro se olvidaron de cortar y pegar la propuesta de “detener las cabezas de las organizaciones criminales y desarticular sus redes de captación” que está en los Fundamentos. Las Propuestas principales señaladas en el recuadro son:
 
+ Crear una Agencia contra el Crimen Organizado
+ Erradicar el paco
+ Profesionalizar y modernizar las fuerzas policiales y de seguridad
+ Proteger a los chicos para que no caigan en manos de los narcos
+ Reducir el consumo de drogas ilegales
+ Controlar las fronteras y radarizar todo el país
+ Reformar la SEDRONAR
+ Aplicar el plan de prevención de las adicciones que se implementó en la Ciudad
 
Esto da una pauta al lector de esta crítica acerca de cual ha sido la seriedad como el equipo técnico en seguridad de Cambiemos redactó esta Propuesta para una de las principales preocupaciones que tiene la sociedad argentina.
 
A su vez, lo antes señalado se complementa con un Plan Completo de Seguridad y Narcotráfico de cuatro paginas que también se adjunta a continuación de la Propuesta.
 
Este Plan propone cuatro metas para los delitos violentos y crimen organizado. Supuestamente para “salvar vidas y derrotar la inseguridad a través del Plan Integral de Políticas contra el Crimen”, es decir por medio de otro plan que complementaría a este pero que no se adjunta a la Propuesta, lo cual permite suponer que no está aun redactado.
 
Estas metas son: 1) Recuperar el control territorial con presencia del Estado en todos los barrios; 2) Reducir la tasa de delitos violentos y homicidios; 3) Controlar la totalidad de nuestras fronteras y de nuestro espacio aéreo: no más vuelos ilegales; y 4) Recapturar más de 3000 delincuentes peligrosos prófugos.
 
Para alcanzar estas metas se proponen cinco acciones principales a ejecutar: 1) Declarar la Emergencia Nacional en materia de Seguridad para poner en acción al Estado; 2) Establecer un Programa de convivencia pacífica en barrios con altas tasas de homicidios; 3) Desarrollar Políticas de inclusión y prevención social del delito; 4) Establecer la creación de fondos de recompensa para capturar delincuentes prófugos; y 5) Realizar operaciones inmediatas con scanners móviles en rutas, fronteras y centros de transporte.
 
Como puede observarse las acciones principales no se condicen en su totalidad con las cuatro metas que se quieren lograr. Por otro lado, ellas parecen manifestar la existencia de una visión reduccionista, voluntarista y mágica. La Seguridad fronteriza no es sólo una cuestión de vuelos ilegales. Es algo mucho más complejo que aquí parece ignorarse. Declamar una Emergencia es sólo eso. Poco o nada sirve en realidad para solucionar estructuralmente las vulnerabilidades que posee todo el Estado argentino frente al narcotráfico.
 
Las acciones propuestas denotan que los redactores han hecho un esfuerzo para escribir acciones políticamente correctas, pero que poco tienen de estar articuladas entre sí. No hay una coherencia sólida entre ellas.
 
Esto denota que hay una clara deficiencia técnica en los redactores de este documento acerca de cómo se debe confeccionar un Plan y en especial una Propuesta de esta naturaleza.
 
Temerariamente, el documento refleja como si un nuevo NEOBERNI [2]va a ocupar una poltrona en el nuevo Gobierno Nacional ejercido por Cambiemos ya que en él se dice que: “en los primeros cien días, nuestras políticas concentrarán recursos operativos en las calles, realizarán operativos conjuntos entre Nación y fuerzas provinciales en especial en zonas calientes, y se golpearán las redes del narco. Para demostrar un cambio de actitud, vamos a recapturar delincuentes prófugos que siguen operando con impunidad a pesar que deben estar presos. La situación de la seguridad es crítica y necesitamos recuperar rápidamente el protagonismo efectivo del Estado en combatir al crimen organizado, a los narcos, y a todos los delincuentes desde el día 10 de diciembre. Los delincuentes van a sentir que algo cambió en la Argentina, que el costo de su accionar va a ser mucho mayor y la posibilidad de ser impunes va a bajar considerablemente.”
 
El documento supone que mágicamente con esta metodología (que además ya se ha practicado en el kirchnerismo y ha fracasado estrepitosamente) se reducirá los homicidios un 20%, la oferta de paco en un 70% y de cocaína y drogas duras en un 50% el primer año de gestión.
 
Todo hace suponer que el realismo mágico de esta Propuesta se basa únicamente en la garantía que da el NEOBERNI que va a manejar la seguridad del país y que obviamente fue uno de los autores de este documento.
 
Este Plan Completo de Seguridad y Narcotráfico para el narcotráfico específicamente se propone seis metas. Ellas son: 1) Desactivar las bandas narcos en operaciones en el territorio nacional y detención de sus jefes; 2) Eliminación las cocinas de drogas; 3) Erradicación total del paco; 4) Reducción del consumo de drogas ilegales; 5) Incrementar la cantidad de droga decomisada: y 6) Que todos los jóvenes con problemas de adicciones reciban tratamientos de calidad.
 
Para ello se proponen: 1) Crear la Agencia contra el Crimen Organizado con foco en narcotráfico, trata de personas, tráfico de armas y lavado de dinero para fortalecer el poder del Estado; 2) Implementar planes de prevención y acción temprana, asistencia para los jóvenes y su grupo familiar, integración comunitaria y líneas de atención anónima y  gratuita como lo hicimos en la Ciudad de Buenos Aires; y 3) Reformar el SEDRONAR para controlar la circulación de precursores químicos en el territorio nacional de manera independiente de las políticas de prevención y tratamiento de adicciones.
 
Como puede observarse, el Plan no contempla ningún Plan de Contingencia para el accionar específico, conjunto o combinado hasta el momento que se ponga en marcha esta ambiciosa Agencia. Crear una nueva Agencia no es una cuestión que se resuelve en cinco minutos. Alcanzar las metas propuestas requiere de un trabajo arduo y complejo, con medios humanos, materiales, financieros y legales que en muchos casos son insuficientes o inexistentes.
 
Esta redacción denota que no se tiene la menor idea si es necesario cambiar el marco legal existente, si es necesario hacer reformas estructurales y específicas en las fuerzas del Estado nacional. Todo indica que hay una improvisación alarmante. El concepto de operaciones específicas, conjuntas y combinadas es un ausente en este documento. Todo parece indicar que se ha redactado con una mirada municipalista, sin conocimiento del accionar que tiene el Estado nacional argentino con otros Estados. Para este documento el actual organigrama del Estado nacional no necesita cambios. Todo hace suponer que aquí se soluciona todo cambiando los nombres. No hay ninguna burocracia excesiva que haya que reducir.
 
Por otro lado, aquí se desconoce conceptos básicos de la seguridad, tales como la gestión de la prevención (la gestión de la amenaza y la gestión de las vulnerabilidades que se posee frente a ella) la gestión de respuesta y la gestión  de mitigación. Todo parece indicar nuevamente que esta Propuesta se basa en que no es necesario hacer cambios de ninguna especie y lo que se propone como cambio es sólo una vaguedad confusa y casi sin sustento técnico sólido.
 
Finalmente, el Plan Completo de Seguridad y Narcotráfico trata acerca del Estado presente.
 
Para ello se propone sólo cinco escasas metas. Ellas son: 1) Ni un sólo barrio sin presencia permanente del Estado; 2) Radarización 3D de la totalidad del territorio; 3) Duplicar el personal de las Fuerzas de seguridad en cuatro años; 4) Urbanizar e integrar barrios y asentamientos; y 5) Promover el desarme de la sociedad.
 
Para alcanzar estas metas se proponen: 1) Crear tres nuevas jefaturas regionales de Gendarmería y Prefectura; 2) Fiscalizar permanente rutas, pistas de aterrizaje y depósitos en zonas críticas; y 3) Dotar de financiamiento público las obras de video vigilancia y urbanización.
 
Increíblemente el documento establece que en los primeros cien días se verán resultados de estas propuestas y que en dos años se va a notar la diferencia. La ingenuidad o la perversión de esta afirmación son de una magnitud inconmensurable.
 
La presencia del Estado no puede asegurarse con estas miserables metas y con las aún más miserables propuestas para alcanzar estas insuficientes metas. Esto denota que no se tiene comprensión alguna acerca de cual es la dimensión real del Sector Seguridad del Estado Argentino. Se desconoce completamente esto. No se puede ignorar todo lo que hay que hacer en todo el campo y escribir esto tan burdo. Es como si los redactores de este documento no supiesen ni siquiera cuantos organismos tienen responsabilidades en materia de prevención, respuesta y mitigación del narcotráfico a nivel nacional. No tienen magnitud del Estado.
 
Este desconocimiento del Poder Ejecutivo Nacional tan obvio se agrava, cuando en el documento no hay una sola palabra escrita acerca del rol que se le piensa otorgar al Ministerio Público Fiscal, al Poder Judicial de la Nación y al Poder Legislativo Nacional. Para los redactores de esta Propuesta parece que el único Poder que existe en la República es el Poder que ejercerá el Gobierno nacional a través de Cambiemos y el narcotráfico y su eliminación tal como ellos proponen no requiere de ninguna acción de parte de los otros poderes del Estado.
 
Por otro lado, las metas también denotan la existencia de una visión unitaria alucinante. ¿Puede el lector imaginarse cuantos barrios existen en toda la Argentina? ¿Puede uno tomar dimensión del esfuerzo que podía representar el accionar previsto en esta Propuesta desde la Casa Rosada a nivel barrial en todo el país? Es como si la fracasada policía barrial del Gobernador de la Provincia de Santa Fe Bonfanti hubiera iluminado al nuevo NEOBERNI de Cambiemos para confeccionar este documento.
 
Sólo para destacar la irresponsabilidad como se ha tratado la amenaza del narcotráfico en este documento se señala que hablar de radares en los términos como aquí se hace cuando el país no tiene siquiera aviones interceptores es de una ignorancia mayúscula. Además, los tiempos que se señalan indican que no se tiene el menor conocimiento de lo que hay que obtener ni cuales son los tiempos logísticos que demanda una obtención de medios para la Seguridad. Solo suponer que obteniendo video vigilancia y urbanización se elimina el narcotráfico es algo que no merece más comentarios. Es un reduccionismo mayúsculo.
 
 
Conclusión
Leer la Propuesta política de Cambiemos y la documentación técnica de base de la misma da vergüenza, pena y preocupación. Lo así presentado, técnicamente es insolvente y muy poco serio.
 
Esperemos que la asunción a las responsabilidades de gobierno ayude a hacer un cambio muy profundo de lo que se propone electoralmente a la sociedad en estos documentos preelectorales porque así como fue presentado sólo puede conducir al país a otro fracaso más en el campo de la seguridad.
 


[1] Ver: http://cambiemos.com/propuestas/narcotrafico/
[2] Sergio BERNI fue Secretario de Seguridad del Estado nacional argentino durante la Presidencia de Cristina FERNANDEZ de KIRCHNER que se presentaba ante la sociedad como una especie de superman de la seguridad.
 

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