La GeoEconomía: Un concepto nuevo en nuestro hemisferio
Julio Cirino
Director de GeoEconomicsGPS.
Tradicionalmente
hemos entendido a la geopolítica como el ámbito de estudio de las amenazas a la
seguridad nacional que emanan de la historia y la geografía de un estado nación. Para la geopolítica la
supervivencia del estado y su integridad territorial son su principal objetivo.
Geoeconomía es un concepto bastante más
complejo. En su construcción la supervivencia del Estado y su integridad
territorial no está tan amenazada por desafíos tradicionales externos como por
su situación económica, su cohesión social, la capacidad del Estado para el
monopolio de la violencia legítima y la habilidad del mismo para lograr el
éxito en la competencia económica.
La geoeconomía como disciplina se diferencia de
la tradicional geopolítica desde dos perspectivas: En cuanto a su objeto, a
diferencia de la geopolítica, focalizada en la incidencia de los factores
geográficos en la política y en la acción militar, la geoeconomía se focaliza
en las implicaciones de las actividades económicas.
Segundo,
con referencia a los “actores”, en el mundo geopolítico hay un actor principal,
y solo uno, el Estado nación, o si se prefiere, los Estados nación; en la
perspectiva geoeconómica este debe compartir espacio con los actores privados
que pueden, en ciertos casos, disputarle el protagonismo y cuyas posturas van
desde la complementación al antagonismo con
aquel o aquellos, en una relación de veloz dinamismo.
En lo que
algunos denominan ya el “nuevo orden Geoeconómico”, la seguridad nacional
requiere, no sólo de las tradicionales fuerzas armadas, sino de un constante aumento de la productividad,
de la innovación tecnológica, de la sustentabilidad del desarrollo, de reformas
económicas dinámicas que permitan adaptarse a escenarios que cambian con
velocidad impensada 30 años atrás, requiere de la integración a los mercados
tanto regionales como internacionales y
de la protección de las fuentes de ingresos. Todo esto sin perder de vista la
creciente y nefasta influencia de ciertos actores sub nacionales
particularmente del terrorismo y de las organizaciones criminales
transnacionales.
A decir
verdad las ideas centrales que impulsan el ascenso de la geoeconomía no son
nuevas en el mundo. De hecho, el siempre mencionado Sun-Tzu señalaba que la
forma más elevada de excelencia era someter al ejército enemigo sin combatir;
los conflictos armados son costosos en sufrimientos humanos, en recursos y en
moral. No tiene sentido infligir destrucción
y sufrimientos por sí mismos, en vez se debe buscar el control de los recursos
de que dispone el competidor y si es posible lograr que él trabaje con nosotros
y para nosotros. (El Arte de la guerra)
Durante el
verano de 1990 Edward Luttwak publicaba en la revista The National Interest un artículo
titulado “From Geopolitics to
Geoeconomics” fue este trabajo el que abrió el debate sobre la
transferencia de relevancia que el avizoraba desde la geopolítica moviéndose
hacia la geoeconomía.
Pongamos de lado por un instante la fecha en
que el trabajo de Luttwak fue publicado
(1990) y veremos que el núcleo de sus conceptos, no solamente permanecen
válidos pero se convierten en una de las piedras fundacionales para
entender la imagen política de nuestro
hemisferio y como se entrelaza con el desarrollo económico.
Luttwak
señalaba: “…Parece que hoy todos coinciden en que los métodos de la innovación
civil, en vez de las tecnologías militares y el tratamiento de la penetración
en los mercados entendidos estos como entidades espacialmente estructuradas y
celosamente guardadas por los estados no va a desaparecer, pero va a
reorientarse hacia la geoeconomia a efectos de compensar la pérdida de
significado de los elementos geopolíticos puros… Y seguía Luttwak:
…geoeconomia” es el mejor término en el que puedo pensar para describir la
mezcla de la lógica del conflicto con
los métodos del comercio, el “campo de batalla” principal pasa a ser económico
más que militar, las sanciones reemplazan los ataques armados y la competición
entre los regímenes comerciales reemplaza a las alianzas militares…”
Edward Luttwak llama al ascenso de la
Geoeconomía una competición definida por “la gramática del comercio pero la
lógica de la guerra”.
En el mundo
occidental la transición de la geopolítica a la geoeconomía se mueve
lentamente, hoy, es China el país que
sigue más de cerca una lógica Geoeconómica. China está haciendo un constante
trabajo para mostrar al mundo, en particular a América Latina y Africa que
ellos son la “nueva alternativa”, la mejor opción entre el viejo modelo de la
URSS y el mercado occidental a la vez que se aseguran una constante provisión
de las materia primas que necesitan.
Si lo pensamos la implosión de la ex URSS fue
en sí mismo el fenómeno Geoeconómico más importante de la post guerra. Mucho antes que la URSS se
disolviera a sí misma las bases económicas de esa disolución estaban plantadas
en la medida en que su economía se hacía cada vez más anquilosada e inviable.
La cuestión
territorial, central en la geopolítica, se encuentra en un proceso de constantes
cambios, algunos se apresuraron a señalar que la geografía, literalmente
desaparecía de la ecuación político-económica[1].
Esto no ha resultado así, sin embargo la aparición del concepto de “áreas de
interés” señala que dentro de la geografía de un estado nación pueden existir
regiones prioritarias, en el marco geoeconómico, lo que obviamente está
marcando por contraposición que otras no lo son, aun cuando se encuentran en el
mismo estado.
Esto nos
lleva al otro elemento central que considera la geoeconomía, y nos referimos a
la interconexión de eventos que a su vez nos fuerza a la consideración de los
cambios sucedidos en los modos de adquirir información y conocimiento[2]
Todas estas
premisas ponen un nuevo y diferente tipo de stress tanto en los gobiernos
cuanto en las compañías privadas. Ambos necesitan aprender a pensar de modo
diferente, actuar rápido y relacionar
eventos, personas y circunstancias que para el ojo no entrenado aparecen sin ninguna relación aparente y donde el
poder militar en su sentido tradicional se muestra más difícil y más costoso de
utilizar; pero donde actores sub estatales violentos se convierten en una carga
política tanto como financiera.
Hoy, las
consideraciones geoeconómicas reconocen dos grandes variables, la primera
centrada en la autoridad del Estado, impulsada desde Asia, por China, Singapur
y Japón, la otra, aún incipiente, es más propia de los Estados Unidos y algunos
países de la Unión Europea es donde el componente del sector privado y las
corporaciones es significativo.
Otra forma de expresar este mismo concepto sería
afirmar que Estados Unidos aún continua pensando su “gran estrategia” en base a
conceptos geopolíticos mientras tanto, China, y en menor medida Gran Bretaña y
Francia marchan hacia el uso de los instrumentos propios de la geoeconomía.
Para algunos analistas es una cuestión de debilidades y fortalezas relativas,
la geoeconomía aparecería como el “arma” de aquellos que serían los “débiles”
en un teórico campo de batalla.
Desde
nuestra visión la causa es otra, la
oposición entre el pensamiento estratégico y el táctico, o si se prefiere entre
el inmediatismo y la proyección en el tiempo.
Justamente
es esta una de las debilidades más notorias que impone la democracia de masas,
no es que seamos incapaces de pensar estratégicamente, pero la exigencia
política hace que una gran mayoría de sus operadores no se interesen en la
implementación de ideas cuyos resultados se encuentren más allá de la próxima
elección.
Esta
reflexión podría ilustrarse con multitud de ejemplos, tomemos solo uno:El
entusiasmo feroz que primó en diversos países sobre el “permanente” aumento del
precio de los commoditiespremisa
sobre la que se elaboraron políticas y proyecciones a granel, luego sucedió lo
que sucedió, pero esto era previsible contemplando a la distancia las
proyecciones por ejemplo de China.[3]
La
aplicación política de los estudios geoeconómicos recién comienza en nuestro
hemisferio sur, pero precisamente por la incidencia que tienen los mismos en la
producción de los recursos de los que hablamos es que hoy la perspectiva
geoeconómica aparece como una muy adecuada herramienta en la negociación donde
los recursos y la información que se disponga sobre ellos, así como la
evolución de los mercados se convierten en instrumentos tanto para los sectores
públicos, los estados nación, como para la empresa global.
En el mundo
geoeconómico el proceso dato, información, conocimiento marcará la diferencia
entre el éxito y el fracaso de muchas negociaciones…..
[1] En 2012 como nota precautoria sobre
este tema, Robert D. Kaplan publicaba “The revenge of Geography”. Random House,
New York.
[2]Sobre el particular es especialmente
valioso el libro de Nicholas Carr, “The Sahllows”, Atlantic Books, London,
2010. (Existe edición en español)
[3]Sobre el particular es muy
interesante el trabajo de James Kynge “Emerging Markets Fixing a broken model.
Finantial Times, August 3,2015
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