La politización de la ecología
Luis Pazos
Luis Alberto Pazos de la Torre es un economista y político mexicano, egresado de la Escuela Libre de Derecho y miembro del Partido Acción Nacional. Se ha desempeñado como Director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos


La ecología es una ciencia, dentro de la biología, que estudia las relaciones entre los seres vivos y su entorno. Su estudio comprende los problemas que afectan el medio ambiente y su repercusión en los seres vivos: humanos, animales y plantas.
 Desgraciadamente sus postulados se han politizado para ganar votos o crear asociaciones controladas por ideologías o intereses que presentan a la civilización, el progreso, la industria y al capitalismo, como causantes de todos los males de la tierra: calentamiento global, contaminación o extinción de especies.
Muchas de las políticas públicas que recomiendan algunos partidos y asociaciones, que dicen luchar por un mejor entorno ecológico, les permiten ganar elecciones u obtener donaciones de ciudadanos de buena fe, quienes piensan que votar por esos partidos o apoyar a cualquier grupo que se dice ambientalista, lleva a mejorar la naturaleza.
Hay jóvenes sinceros, miembros de esos grupos, que quieren un mundo mejor, pero aceptan premisas seudo ecologistas, falsas, que destruyen el medio ambiente o causan daño a los seres vivos, como la prohibición de animales en los circos, que llevó a la muerte o abandono de cerca del 80% de los que actuaban en esas empresas.
En una plática con la Doctora en Ecología Acuática de la Universidad de Alberta, Canadá, Shirley Nicolson, le pregunté su opinión sobre la prohibición de los delfinarios:
-Quienes lo piden ignoran la conducta animal, buscan votos o donativos. Muchos de ellos viven de una supuesta defensa del medio ambiente –me contestó.
En cuanto al capitalismo como principal destructor de la naturaleza, las dos Alemanias (1949-1990) nos enseñan lo contrario. La capitalista progresó más con menos daño al medio ambiente que la socialista, la que mantuvo durante 41 años el mismo atraso de la post guerra y al carbón como principal energético. El carbón en la socialista causó más daño al sistema ecológico que el gas en la capitalista (datos en las páginas 74 a 80 del libro Desigualdad y distribución de la riqueza, publicado por Editorial Diana).  
 

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