Moderación no implica debilidad
Humberto Bonanata

Director de Notiar. Premio a la Libertad 2012, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



El Presidente de la Nación confirmó su estilo certero y ajeno a las grandilocuencias.
Acostumbrados durante tres mandatos kirchneristas a que este acto institucional era un acto politizado artificialmente, Macri hizo uso de la sobriedad republicana sin pretender aplausos provocados ni “pan y circo para la gilada”.
Demostró que la altisonancia macroeconómica – a su criterio- es gradual y temporal, afianzó los progresos en la obra pública y los planes sociales, la reinserción de la Argentina en el mundo y abrió un debate que la sociedad argentina se debía: el aborto.
Ciertamente marcó un transversalidad en un tema que atraviesa tanto a los legisladores de Cambiemos como a los del peronismo resiliente, dividido e inconducto.
Destacando sus principios no abortistas como gran parte de su electorado, dejó en manos de las Comisiones de Estudio del Congreso de la Nación el tratamiento de un tema álgido, inocultable y que no existiría como tal de aplicarse la ley de procreación responsable y salud reproductiva para proteger a aquellas jóvenes embarazadas en forma no deseada.
Un Estado que las acompañe durante la gestación de la nueva vida y, en caso de voluntad materna de entregarlo en adopción, el inmediato acto de entrega a los adoptantes.
Lamentablemente, la dirigencia política argentina le debe a la sociedad toda desde la reinstauración democrática una actitud eficiente en tal sentido. No es necesario abortar una vida indefensa sino prodigarle una vida digna con padres “del corazón”.
“El pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes” nos enseñó Alberdi en su Carta Magna de 1853. Convocar a una consulta popular por un tema de alta trascendencia humanista sería movilizar y dividir aún más a la sociedad por un tema de exclusiva facultad parlamentaria.
Por la mañana, en la ciudad de Buenos Aires, Rodríguez Larreta hizo lo propio ante una Legislatura con mayoría absoluta oficialista. Destacó los logros alcanzados y los proyectos a cumplir teniendo en cuenta, al igual que Macri, la inserción social de los más débiles.
A la tarde, en La Plata, la gobernadora María Eugenia Vidal afianzó sus logros políticos y sociales ante ambas cámaras legislativas, también mayoritarias. Hizo pilar de su discurso en el conflicto docente, repetido año a año por oscuros intereses gremiales.
Destacó los logros sociales alcanzados en sólo dos años de gestión e hizo hincapié en el acceso al crédito de los bonaerenses que, a través del Banco Provincia, posibilitó que miles de familias hayan dejado de ser inquilinos a ser propietarios.
Juan Curutchet, presidente del banco más antiguo de la Argentina, asentía orgulloso desde la segunda fila.
A pesar de los teóricos agoreros de siempre que quieren “correr a Macri por derecha”, la economía de un país arrasado por 4581 días de kirchnerato afianza lentamente sus frutos, el déficit primario y la inflación tienden a la baja, la obra pública federaliza a la vieja Argentina unitaria y los servicios públicos, también gradualmente, reajustan sus cuadros tarifarios al eliminar subsidios tergiversados que beneficiaban a la Capital Federal y al área metropolitana de Buenos Aires en desmedro del resto del país.
Tres personalidades diferentes confluyeron en discursos enmarcados por la moderación y la confianza en el camino empeñado.
Ellos saben que seguramente serán reelectos en sus mandatos a fines de 2019 y por ello se permiten proyectar políticas a mediano plazo, algo impensado en la democracia liberal no peronista de los argentinos.


Publicado en Notiar.

 

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