La historia como excusa política
Ezequiel Ifrán
Participante del Programa de Jóvenes Investigadores y Comunicadores Sociales (2018). Lic. en Historia.


Ya lo dice Murray Rothbard en su “Manifiesto Libertario” (1973) la Educación por medio del Estado y sus Intelectuales transmiten los intereses de estos a la Sociedad, forman opinión y conceptos de las cosas que terminan favoreciendo a las distintas castas políticas que toman el Gobierno. El paradigma que se transmite desde ya hace varias décadas en Argentina es el de la dependencia estatal por parte de la masa de ciudadanos en detrimento de la Libertad individual. Para ello la Historia es la herramienta y excusa perfecta de los gobernantes pocos amigos de la Libertad.
 
Es verdad que la Historia es difícil de manejarla de manera objetiva, pero ello no importa cuando de intereses se trata. Así ciertos hechos y personajes son recortados, ignorados, ocultos, tergiversados y hasta inventados por los gobiernos de turno para justificar sus acciones socio políticas y económicas. Los pecados de algunos ilustres de nuestra Historia son mostrados u ocultados con intencionalidades que merecen un detallado análisis por los historiadores liberales, ya que la disciplina histórica hoy es monopolio de Intelectuales de Izquierda y de estatistas.
 
La Historia Argentina es presentada por varias escuelas o corrientes historiográficas, y si tenemos en cuenta que la mayoría de los años (por no decir todos) gobernaron Partidos populistas y dictatoriales, se puede decir sin ningún tapujo que el canon y la “verdad” histórica en el inconsciente colectivo es el amor y admiración por personajes dictatoriales e intervencionistas. Es así que hoy Juan Bautista Alberdi es olvidado en los manuales y currículas escolares, Sarmiento es denostado ante Rozas, Marcelo Torcuato de Alvear es olvidado ante Hipólito Yrigoyen; el militar Julio Argentino Roca es el “cuco” de la Historia mientras que otro militar, Juan Domingo Perón, es el mesiánico salvador de la Historia.
 
No solo los claustros educativos son las vías por donde el Estado transmite su ideología histórica y educa a la población. La geografía de las ciudades es otro ejemplo de ello, son incontables los monumentos y nombres de calles que hacen mención a ese mesiánico salvador de la Historia, su esposa o personas relacionadas a él en el Conurbano Bonaerense y el Interior profundo del país. Si hasta el actual Presidente de la Nación (rival político partidario) inauguró una estatua del generalísimo. Otro ejemplo de adoctrinamiento estatal es el programa para niños de la Televisión Pública “El asombroso mundo de Zamba” de la señal Paka-Paka, los más pequeños de la Sociedad allí aprenden más de las deformaciones históricas en beneplácito del Estado. Vemos en dicho dibujo animado como el ex Presidente de Brasil (hoy preso por corrupción) es presentado como un ejemplo de lucha. Lo mismo sucede con Karl Marx. Se muestran los hechos de la última Dictadura militar con total ahistoricidad, y la clásica tendencia poco afectiva a los Próceres liberales.
 
La Historia es entonces una excusa que utilizan los gobernantes de turno, especialmente los autoritarios. Cuando Perón toma el control total, la figura histórica de Rozas es reconstruida en la “patriótica lucha contra el imperio inglés”, así los nacionalistas más fanáticos formarían su triada histórica: San Martín-Rozas-Perón.
 
Damos cuenta así que la famosa frase de George Orwell en su obra “1984” sigue vigente: “Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controlará el futuro”. Es menester una nueva revisación histórica seria, académica, donde especialmente se critiquen las utilizaciones demagógicas de la Historia, una revisión de pluma liberal ya que como dijimos, esta santa ciencia está monopolizada por la Izquierda y los estatistas funcionales. Una Historia donde se rescate la Libertad.
 
 
 

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