Nuevo desorden mundial
Ricardo Valenzuela



El 6 de noviembre de 2014, un grupo ruso de inteligencia se reunía en Washington con republicanos miembros del congreso, interesados en la versión rusa de lo que se convertiría en la derrota electoral más sorpresiva en la historia. La pregunta era simple ¿Qué piensan va a suceder en las elecciones de 2016? Los rusos respondían que esas elecciones ya no podrían ser controladas por la maquinaria de ningún partido. Se decidirían en base a ideas y, por ello, era imposible estimar las posibilidades de candidatos solo sobre bases de estrategias políticas, porque la maquinaria en esta ocasión no funcionaría. La delegación americana guardó silencio ante tales palabras que serían una acertada profecía.
 
Afirmaban que la nominación republicana sería para Donald Trump, porque su perfil como gerente anti crisis era ideal para tomar las decisiones requeridas. No era un clásico político que solo se dedican a mantener sus posiciones. En cambio, Trump siempre había sido un hombre totalmente orientado a lograr resultados. Por primera vez en muchos años había dos ofertas totalmente diferentes. La de Clinton para, imprimiendo más dólares, seguir impulsando y mantener una economía mundial a punto de colapso. La de Trump para salvar la economía nacional y el sueño del americano común, aun a costa del sistema global basado en el dólar.  
 
Durante décadas el crecimiento de la economía global había sido promovido por una redistribución de dólares impresos por el Fondo de la Reserva Federal, y canalizados a través de su propio sistema—proceso controlado por el FMI, WTO y otras instituciones globales de Bretton Woods, retoño de Keynes y Dexter White, un economista americano miembro del partido comunista que después se descubriría que, bajo el proyecto Venona, espiaba para los rusos.
 
El Grupo de poder oculto, nacido después de la guerra, iniciaba la misma estrategia que inventó Hitler. Para rescatar Alemania de las penurias de la primera guerra mundial y la gran depresión, ejecutaba una desenfrenada impresión de dinero sin respaldo pensando que, al ganar la guerra, podría saquear los activos de países conquistados y respaldar su borrachera monetaria. El FED hacía lo mismo para saquear los países que “rescataba” a través del FMI. Pero, en el 2000 los activos se habían acabado, mas no las impresiones de dinero ahora respaldado con activos imaginarios. El Grupo necesitaba a Clinton y una invasión para seguir la borrachera, y por ningún motivo permitirían que Trump fuera presidente.
 
Antecedentes.
 
El Grupo, en su cruzada para convertir al mundo a su gusto, había abierto sus mercados estilo Alemania y Japón después de la segunda guerra mundial. Pero pocos detectaron que en realidad era la trampa inicial para la toma por asalto del Nuevo Orden Mundial, y que sus acuerdos comerciales todo portaban menos libertad. En ese proceso los EU sacrificaban su clase media y las naciones sujetas a esa conversión aprovecharon para, con su nueva herramienta, saquear a sus benefactores y consolidar sus estructuras políticas opresivas.
 
El movimiento crecía y para ello requerían de grandes recursos. Fue cuando, en 1959, en sociedad con un petrolero texano y sus plataformas en el golfo de México, iniciaron el control del tráfico de drogas arribando de Colombia para ser manejado por la CIA. Después, protegidos por el gobernador Bill Clinton, fijaban su cuartel en el pueblo de Mena, Arkansas. Una investigación de Wikileaks estima que el grupo lava $1 trillón de dólares al año producto de las drogas y guerras. Porque otro de sus negocios es la guerra. En 1963 el presidente Kennedy se convertiría en una de sus víctimas cuando, al descubrir su diabólico plan, emitía dos órdenes ejecutivas, una para disolverlo y otra para desaparecer uno de sus principales instrumentos, el FED, y rehusaba enviar tropas a Viet Nam. Semanas después sería asesinado.
 
EL Grupo operaba con gran éxito deshaciéndose de Margaret Thatcher en Inglaterra, el Papa Benedicto XVI, y banqueros que se oponían a los planes del FMI, y finalizaban el más importante de sus éxitos; La Unión Europea. Un ejemplo de su nuevo socialismo aristócrata. Una avanzada del Nuevo Orden Mundial en su tránsito hacia un gobierno global con una sola moneda, un solo banco central, una sola constitución. En su momento también habían logrado retirar de la presidencia a Richard Nixon en un clásico coup de Grace, después que, ordenado por ellos, destruyera los acuerdos de Bretton Woods.
 
La ONU fue una creación del Grupo y las ramas del gobierno de EU han seguido las políticas que aprobaba bajo el “Participación Act” de 1945, firmado por Truman y ratificado por el senado, congelando la Constitución bajo los términos de su Artículo IV. En el acuerdo se incluía el Art 25: “Naciones miembros acuerdan aceptar y ejecutar las decisiones del Consejo de Seguridad presentado en este documento”. En 1950 la asamblea general, sin autoridad legal, adoptaba la resolución que llamaron; “Unidos Por la Paz”, estableciendo el poder más grande de la tierra. El gobierno de EU reconocía este ilegal acuerdo como “La Ley del Mundo” haciendo a un lado su constitución y obligando a los poderes ejecutivos a su aceptación y ejecución. 
 
Las organizaciones de inteligencia de EU trabajan para la ONU en coordinación con “El Grupo”, hacia su objetivo para destruir la soberanía de los EU y la formación del “Gobierno Mundial”. En 1955 el senador Lawrence Smith elevaba una protesta ante la cámara: “El congreso de EU ya no está obligado por su sistema constitucional de poderes que le delegamos. Ahora solo está obligado a promover derechos humanos en campos civiles, económicos, sociales y culturales. Una promoción de la ONU y nos hemos convertido en sus voceros. Todo el sistema de gobierno con poderes delegados al congreso bajo la constitución ha sido modificado a un sistema de poderes no delegados sin el consentimiento de la gente”. 
 
Los escépticos preguntan ¿Por qué billonarios miembros de ese grupo promueven el socialismo? Es obvio que no es para lograr el beneficio de las masas. Ellos saben que el socialismo petrifica el cerebro del hombre, mata sus más elevados ideales como libertad, ambición sana, independencia. Los convierte en zombis dependientes, conformistas, borregos a los cuales se pueden arriar. Ellos son racistas y piensan que hay hombres que nacen con la montura en la espalda y otros nacen para montarlos. Y si eso se puede reforzar invadiendo los países con drogas, un sistema de educación y una media que solo forman eso, borregos. Cerraban el círculo.
 
Ante la sorpresa de Trump electo, se activaba lo que el FBI, bajo las órdenes de Obama, había bautizado como el seguro frente a esa eventualidad; “los rusos debajo de la cama de cada estadounidense”. Pero no eran solo los demócratas. En representación de los republicanos Dick Cheney hacía su declaración de guerra. Ante un selecto grupo en un Business Summit en Nueva Delhi, India manifestaba: “No hay duda del serio esfuerzo de Vladimir Putin y su gobierno para intervenir en nuestro proceso democrático. Algo que podría ser considerado como un acto de guerra”. Así, demócratas y republicanos iban a la cama con la escoria del FBI y de la comunidad de inteligencia.
 
Todos los hombres que han amenazado ese oscuro poder han sido asesinados. Lincoln, John Kennedy, Martin Luther King, Robert Kennedy. Pero como afirmaba Jefferson; “tierra necesitada de mártires, es tierra maldita”. Donald Trump representa una transferencia del poder del grupo luchando por mantener el imperio global, hacia alguien que quiere asegurar una robusta economía para EU. Por ello Trump es un gran peligro para el Grupo y el enemigo a eliminar.
 

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