¨Socialistas¨ haganse ¨Comunistas¨
Alejandro A. Tagliavini
Senior Advisor, The Cedar Portfolio. Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland (California). Galardonado con el Premio a la Libertad, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.




                    Dos verdades se ven, cada vez, con más certeza. Que el racionalismo no tiene razón, al mundo no lo mueven las ideas, y que el socialismo como todo ideologismo –falso- está cada vez más desdibujado. 
                    Mientras algunos “izquierdistas”, como el chavismo, son cada vez más tiránicos, el “comunismo” chino –aunque todavía sea una férrea dictadura- apuesta cada vez más a la libertad de mercado y se va convirtiendo en una potencia líder mundial sacando a cientos de millones del hambre y la extrema pobreza. Hace unos días, durante el Tercer Pleno del 18° Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), se anunció un histórico paquete de medidas para darle un papel "determinante" a los mercados y, a su vez, alentar el desarrollo del sector privado, anuncios del gobierno de Xi Jinping abocados a profundizar el crecimiento por la ruta que orientó, en 1978, Deng Xiaoping, tras la ultraconservadora tiranía de Mao Zedong.
                    Dos semanas después quedó explicitado el interés especial del PCCH en Latinoamérica, y las empresas privadas, durante la VII Cumbre Empresarial China, América Latina y el Caribe realizada en Costa Rica con la participación de más de 800 empresarios de ambos lados. "En la ampliación de la apertura es donde reside el potencial del comercio", sostuvo Wang Quinmin, vicepresidente de la Conferencia Consultiva Política de Pueblo Chino órgano del PCCh, quién remató asegurando que hay que evitar “medidas que restrinjan la normal competencia del mercado”. 
                     Hasta el momento, Pekín cuenta con tratados de libre comercio bilaterales vigentes con Chile, Perú y Costa Rica. Así, el gobierno chino busca impulsar el sostenido crecimiento que viene registrando el comercio bilateral que se multiplicó 21 veces durante el período 2010-2012. La primera década del siglo XXI resultó favorable para el subcontinente, cuando el intercambio comercial con China pasó de US$ 12.000 millones en el año 2000 a 250.000 millones en el 2012. Ahora, el dragón rojo que es el tercer país origen de inversión extranjera en el mundo, es el segundo socio comercial de la región, detrás de EE.UU. 
                     En fin, hablando de “socialismos”, los tan mentados escandinavos -Finlandia, Suecia y Noruega- ni siquiera tienen salario mínimo como tampoco lo tienen Dinamarca, Italia y Austria mientras que en Alemania estarían por aprobarlo. Definitivamente lo que mueve al mundo es la moral, es decir, el nivel de adecuación a la naturaleza, y lo que impide este desarrollo natural se define como violencia que, obviamente desordena. Por ello es que “la libertad” conlleva progreso, porque supone la ausencia de violencia coactiva. Los más morales serán los más progresistas, se convertirán en potencias y liderarán al mundo. 
                 Por el contrario, Japón excusándose en el creciente poder de China y la amenaza norcoreana, anunció un incremento del 5% en el gasto militar para los próximos cinco años y la adquisición de nuevo material bélico. El programa, para el periodo 2014-2019, contempla un presupuesto de “apenas” unos US$ 250.000 millones. Dinero que, de no ser retirado del mercado vía impuestos coactivos, promovería un enorme progreso superando cualquier conflicto armado, demostrando que las guerras son solo destructivas como aquella “contra las drogas”, cuyo costo supera la friolera de US$ 50.000 millones anuales y que no resolverá los efectos malignos de los estupefacientes y sí destruirá al país en general.

 

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