Vaca Muerta sólo
explota un 4% de su superficie sobre un total de 35.000 km2. A futuro implica
grandes oportunidades de ganancias. La pregunta clave es para qué deben
destinarse esos fondos ¿Qué ocurrió con los países que en poco tiempo
explotaron un recurso que les generó un impacto masivo de ingreso de capitales?
El dilema de optar entre dos modelos extremos: Noruega o Angola. El país
nórdico invierte las regalías de sus hidrocarburos en un fondo para las futuras
generaciones, mientras que el segundo destina el dinero de los mismos productos
en gastos corrientes.
Por su parte Chile
tiene constituido el Fondo de Estabilización Económica y Fiscal que permite
financiar eventuales déficit fiscales y realizar amortización de la deuda
pública con los ingresos del cobre. Es la obligación estratégica de la
Argentina optar por un modelo que satisfaga el interés público y las reservas
del país.
A su vez si bien Vaca
Muerta es competitiva en la producción de petróleo no convencional, en gas,
todavía hay un camino por recorrer. Lo que cuesta extraer gas en dólares por
millón de BTU en Vaca Muerta es del orden de los U$S 4,5 mientras que un costo
competitivo a nivel internacional es del orden de los U$S 3.00. Sin embargo en
materia de petróleo Vaca Muerta tiene un precio más que competitivo siendo de
U$S 40 por barril, mientras que el precio internacional es de aproximadamente
U$S 62 por barril, con lo cual podría ser aún más rentable optimizando
recursos.
Asimismo hay una
escasez de perfiles con experiencia en operación no convencional. Ingenieros en
petróleo, de procesos, químicos, industriales, electrónicos y geólogos, que no
abundan en el mercado, son los más solicitados. Con lo cual las universidades
están llamadas a reperfilar sus programas para proveer mano de obra. Teniendo
en cuenta que solo un 4% de la superficie de Vaca Muerta es explotada
actualmente sobre un total de 35.000 km2., las oportunidades venideras son más
que auspiciosas. Generar un corredor con el Polo Petroquímico Bahía Blanca es
la primera de ellas. Explotar la totalidad de las potencialidades de la zona es
otra. En tal sentido Añelo es el nombre con el que los mapuches bautizaron a lo
que hoy se transformó en el centro operativo de Vaca Muerta. Por día, cruzan el
pueblo entre 5000 y 6000 personas, que suben a los yacimientos a trabajar en
las extracciones de gas y petróleo. Este lugar alojaba apenas 2500 habitantes
en 2012. Siete años después, la población se incrementó a 8000. En
consecuencia, Vaca Muerta (o Añelo) se puede constituir en una gran ciudad a
futuro.
Finalmente generar el
autoabastecimiento energético argentino y posicionar al país como uno de los
mejores exportadores de petróleo y gas a nivel mundial sería el objetivo de
máxima, desarrollando desde el ahora el modelo que queremos implementar para
los próximos 30 años en materia de un recurso que nos genere un impacto masivo
de ingreso de capitales.