Para ahorristas: si puede, no compre dólares
Alejandro A. Tagliavini
Senior Advisor, The Cedar Portfolio. Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland (California). Galardonado con el Premio a la Libertad, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.





La inflación se dispara y el mejor medidor es el dólar blue ya que es el que, con mayor libertad e independencia, muestra la depreciación del peso, la inflación de verdad. Hoy supera los $ 120 subiendo 47% en un mes y marcando una brecha cambiaria con el mayorista oficial de más del 70%, y esto va a estallar.

El error de confundir la inflación con el aumento del IPC queda en evidencia porque, a pesar de la desmadrada emisión monetaria, los precios se mantienen relativamente estables, aumentaron solo 3,3% en marzo, según el INDEC, que reconoció que midió por teléfono. Ahora, los salarios nominales promedio se bajan fuerte dado el parate económico con lo cual, el poder adquisitivo promedio cayó mucho más que por el aumento del IPC.
Sea como sea, el dólar seguirá siendo preferencia -casi urgencia dada la disparada de la inflación- porque es enormemente mejor que el peso y fácil de comprar, pero definitivamente deberían empezar a mirar otros valores.
El globo va mal, mientras que EEUU cae fuerte, los datos adelantados de abril de PMI -mide la producción del sector privado y estima el PBI- registran descensos sin precedentes en Alemania, Francia y el conjunto de la zona euro, a un ritmo del 7,5% en términos trimestrales. Casi el triple que durante la crisis financiera de 2008. Esto es consecuencia de la fuerte represión de los mercados por parte de los Estados -con la idea de “controlar la pandemia”- pero a los gobiernos no se les ha ocurrido peor estrategia que literalmente “regalar dinero”, lo que significa pretender que uno puede enriquecerse sin trabajar, solo esperando que pase un helicóptero y le tire billetes.
Antes de 2008, los bancos centrales tenían un volumen de balance equivalente al 10% del PBI. Hoy, algunos como el Banco de Japón o el Banco de Suiza ya superan el 100% del PBI, aunque el BCE, la FED y el Banco de Inglaterra van detrás. Y pareciera que estas emisiones no tienen techo. Entre 2020 y 2021 solo los desembolsos, de los países en desarrollo, para el pago de su deuda pública externa ascenderán hasta los u$s3,4 billones, un 10 % de sus ingresos estatales.
Inevitablemente esto traerá una fuerte inflación en la cual quizás el dólar sea la “menos peor” moneda dado el comportamiento “más conservador” de la FED, mientras que el BCE ha decidido hasta aceptar bonos basura. De hecho, el Dollar Index Spot sube 4% hasta 100,45 en lo que va de 2020.
Esta inflación explica en buena parte el comportamiento alcista en las últimas semanas en términos nominales de las bolsas. Pero todo indica que quizás sea mejor refugiarse en otros lados. Ni siquiera valen la pena los bonos de EEUU que son considerados muy seguros pero cuyos rendimientos están en mínimos históricos.
Quizás sea momento de mirar al oro, que sube sostenidamente y ya ronda los u$s1.726/oz. Bank of America (NYSE:BAC) ha establecido un objetivo de precios asombrosamente elevado de u$s3.000/oz en los próximos 18 meses, superando fuertemente los máximos registrados de u$s1.911,60 en septiembre de 2011. BAC lo atribuye a un ambiente de riesgo provocado por la agitación en los mercados petroleros y de otros activos. Aun los más conservadores como Pinchas Cohen, presidente y fundador de la Cámara Israelí de Analistas Técnicos, apuntan a un objetivo implícito de u$s1.941/oz en unas siete semanas. Esto es un 12% en menos de dos meses, no está mal.
Obviamente, como todo en el mercado es imprevisible, esta estructura de oferta-demanda puede fluctuar, e incluso desfigurarse, en el caso de un hecho aún desconocido. Como anécdota, Cohen da un ejemplo de operación: entrada en u$s1.740/oz con orden de minimización de pérdidas en los u$s1.730, así el riesgo es perder u$s10, siendo el objetivo de u$s1.780 -debajo de los máximos del 14 de abril- resultando la recompensa de u$s40, entonces la relación riesgo-recompensa queda en 1:4.
Por cierto, el modo más fácil de comprar oro es comprar un ETF que se compra y vende como cualquier acción y que es un fondo que invierte en oro y cotiza en bolsa. El ETF más conocido es el SPDR Gold Shares (NYSEARCA: GLD) que sube 15% en lo que va de 2020 mientras que el S&P 500 cae 16%. Y hay otros ETF que suben todavía más. Aunque lo más rentable es comprar futuros de oro COMEX que pueden apalancarse y rollearse, claro que es algo más riesgoso.
Por su parte, el Bitcoin (BTC) ronda los u$s7.560 y, aunque con la volatilidad que lo caracteriza, sube 30% en 30 días, superando la media móvil de las últimas 200 semanas de u$s5.000 y se antoja atractivo sobre todo porque el “halving” -los BTC que ingresan en circulación cada 10 minutos, recompensa de bloque, disminuirán de 12,5 a 6,25- se producirá a mediados de mayo -fecha estimada, lunes 11- y los más optimistas creen que podría llegar hasta u$s10.000.


Publicado en Ámbito Financiero.

 

Últimos 5 Artículos del Autor
[Ver mas artículos del autor]