“Si Ecuador deja la dolarización, en pocos meses será Venezuela”
Steve Hanke
Senior Fellow en Cato Institute, Washington DC.



Steve H. Hanke concedió una entrevista a la revista Vistazo acerca de la dolarización y como este régimen monetario afecta al Ecuador.

Steve Hanke analiza en esta entrevista el momento crítico que vive Ecuador y por qué debe sostener la dolarización, “el sistema monetario de mayor duración en la la historia de Ecuador, que ha funcionado”. Abandonarlo, dice, significaría “el caos”. 
Hanke es uno de los mayores expertos en sistemas monetarios en el mundo, sino el mayor. Catedrático de la Universidad Johns Hopkins y autor de varios libros, ha asesorado a muchos gobiernos, incluido Ecuador, en la adopción de sistemas monetarios estables. Lo ha hecho sin cobrar por su asesoría, pues esa es la única garantía para “decir lo que piensa y lo que se debe hacer, sin compromiso con quien busca la asesoría”.
Conocedor profundo de América Latina, estuvo detrás de la convertibilidad en Argentina; en las reformas promovidas por la Escuela de Chicago en Chile, durante el gobierno de Pinochet y la dolarización en Ecuador. En Europa, post-derrumbe del muro de Berlín, trabajó en Estonia, Lituania, Bulgaria, Montenegro, entre otros; también en Asia. Es además un especialista en el comercio de materias primas, participando desde adolescente en la compra y venta de las mismas en las bolsas de valores. Nadie con más experiencia que él para analizar la actual coyuntura económica y política del país.
¿Cuál es la perspectiva para la economía mundial después del COVID-19? 
La contracción será profunda para las economías desarrolladas y mucho más grave para las que están en vías de desarrollo. Los países con mayor apertura en sus economías, como Singapur, Hong Kong, Taiwán y Suecia, han sido más eficientes para controlar el virus. Las economías poco abiertas no lo han hecho bien. El asunto clave es que las economías que han impuesto una cuarentena total, tienen un problema más grave. Los países que han actuado como cirujanos: con objetivos precisos y sistemáticos, que han hecho exámenes a más población, en lugar de los que utilizaron un martillo, tendrán mejores perspectivas.
Para los países en vías de desarrollo, el problema se complica porque son productores de materias primas. Es el caso de Ecuador, cuyo panorama es difícil. Ecuador no ocupa un buen lugar en los rankings de apertura económica (es 118 en un ranking de 162 países), luego tiene el colapso del precio del petróleo y una elevada deuda pública, gracias al expresidente Correa. Todo es negativo, excepto porque el país está dolarizado.
¿Cómo le beneficia la dolarización? 
Si el país no hubiese estado dolarizado, el valor de su producto interno bruto hubiese colapsado más rápido, como ocurre en el resto de América Latina. Examinemos, por ejemplo, Brasil. El real vale 25 por ciento menos que a comienzos del año. Esto significa que su PIB colapsó un 25 por ciento o más.
¿Por qué a pesar de estar dolarizados nos encontramos navegando en aguas profundas? 
La única cosa correcta que ha hecho Ecuador es dolarizar después de la crisis que tuvo el sucre. No obstante, lo principal que hizo mal el país es elegir a Rafael Correa. Él fue un desastre: ocasionó la bancarrota del país. No siguió ninguna de las reglas de la dolarización: tener un presupuesto fiscal equilibrado, ser cuidadoso con las finanzas públicas. Su argumento de que la dolarización es una camisa de fuerza es falso, lo que ocurre es que Correa tuvo la locura de endeudar al Ecuador. 
¿Y cómo salimos de la actual encrucijada?. 
Si abandonan la dolarización será el caos. En meses se convertirán en otra Venezuela. El problema no es la dolarización, sino que la situación es mala porque las políticas de Correa condujeron al país por un camino errado, dejando un grave problema fiscal. Si a esto le añadimos dos shocks externos: COVID-19 y la caída del precio del petróleo, tenemos una crisis donde el paciente enfermo es llevado al hospital y es difícil salvarlo, porque las políticas de Correa fueron un desastre y Lenín no ha hecho nada realmente por corregirlas.
¿Y cómo salvamos al paciente? 
El público debe estar informado de las consecuencias de abandonar la dolarización. Pienso que el público cree y apoya la dolarización, por eso Correa no se atrevió a abandonarla. Sabía que si se libraba de ella, el pueblo se libraba de él. Además, deben reformar sus sistemas legales y de propiedad, que se encuentran entre los peores del mundo. Dejen de escuchar a la gente que dice que los males están en la dolarización.
Hay propuestas para usar el dinero electrónico, ¿puede afectar a la dolarización? 
Olvídense del dinero electrónico, es un pie de página en los textos académicos de economía y finanzas.
Argumentan que nos ahorraríamos el dinero que pagamos por el señoriaje del dólar a EE.UU. 
Es un argumento estúpido, de gente poco educada. El mundo está dolarizado. Hay 33 países que formalmente tienen dolarización, pero el resto del mundo opera en base al estándar del dólar. Todas las cadenas de logística operan en dólar. El petróleo que se compra en Rusia, por ejemplo, se compra en dólares no en rublos. Igual ocurre con Arabia Saudita. Toda la manufactura se transa en dólares y después de esta pandemia, habrá mucha más dolarización.
Hay quienes también argumentan que porque tenemos una moneda dura como el dólar somos más caros y por ende menos competitivos. 
Argumento absurdo. La moneda más fuerte en el mundo es el franco suizo. Desde la guerra mundial se ha apreciado apenas uno por ciento por año. Suiza es una de las economías más competitivas del mundo, sino la más competitiva, con un superávit amplio en su balanza de pagos y la razón es simple: los empresarios saben que no pueden acudir al Banco Central para que devalúe la moneda y ellos sean “competitivos”. Como tienen una moneda fuerte, saben que necesitan innovar y ser productivos para competir. Alemania es igual y tiene una economía basada en la exportación que compite teniendo históricamente una moneda dura, como fue el marco y ahora el euro.
Si las monedas débiles y las devaluaciones fueran la clave para poder competir, Latinoamérica sería el continente más competitivo del mundo. El problema son los empresarios: quieren siempre una comida gratis y acuden al Banco Central argumentando que necesitan devaluar para ser competitivos y el Banco accede. ¿Qué pasa entonces? Las monedas se devaluan, la inflación sube y el cambio real aumenta. He escuchado los argumentos empresariales y son de un sin sentido absoluto, no están basados ni en hechos, ni en datos. La élite empresarial ecuatoriana es un problema. Básicamente quieren una vida tranquila y un proceso monopólico. No les gusta la competencia. Se dicen conservadores, pero presentan esencialmente argumentos idénticos a los izquierdistas de Correa.
En la economía mundial usted ve más dolarización. ¿Ve en política una crisis democrática, con el ascenso de más autócratas? 
Hay un problema potencial. Como sostenía el premio Nobel de Economía Friedrich Hayek: “Las emergencias han sido siempre el pretexto bajo el cual las garantías de libertad individual se han erosionado”. En la mayoría de países habrá más intervención estatal y con estados más poderosos, la economía es menos flexible, incapaz de absorber los shocks.
Usted ha ligado la corrupción al hecho de que la economía se vincule demasiado al Estado. 
Así es. En Ecuador, por ejemplo, en lugar de aprovechar la oportunidad que brinda la dolarización, ha habido irresponsabilidad fiscal. Correa abrazó el chavismo y hay evidencias de corrupción masiva.
Pero sigue siendo popular. 
Desafortunadamente no hay vacuna contra el populismo. Antes de la pandemia había hecho un estudio sobre las estimaciones para la economía mundial por regiones. Lastimosamente, si uno mira a América Latina, la región no cuenta en la economía mundial. Su economía es retardada. No hay crecimiento por la interferencia política.
¿Cuál es el faro a seguir para un país como Ecuador? 
Creo que Singapur, país que en los años 60 era muy pobre y ahora es muy rico. ¿Qué hizo? Adoptó un sistema monetario (ligado a la moneda de Hong Kong); no aceptó donaciones de dinero (de ninguna organización internacional FMI, OMC ni ONGs); invirtió en un servicio público pequeño, pero bien pagado y bien educado; cero corrupción; cero subsidios (los de Ecuador como el de los combustibles debe eliminarse); apertura total para la inversión y el comercio; seguridad pública y sistema judicial y de propiedad eficiente. Estos son los hechos y los datos que lo confirman.


Esta entrevista fue publicada originalmente en la Revista Vistazo (Ecuador) el 8 de mayo de 2020 y en Cato Institute.


 

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