¿Qué tiene el zorro que no tiene la merluza?
Osvaldo Rolleri Aragón
Investigador, especializado en Seguridad. Corresponsal desde España de Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



Fue la respuesta que la Ing. María Julia Alsogaray, dio a su entrevistador que cuestionaba el uso de esa piel en un tapado. Dado que fue fotografiada con él, y terminó portada de una revista, desatando la furia de toda la izquierda periodística nacional. La realidad es que mueren millones de merluzas por asfixia (terrible muerte), pero como no gritan, ningún organismo de defensa animal lo cuestiona. Así, las paradojas hipócritas por resentimiento, ideología o política, son lo cotidiano desde hace tiempo, donde solo la versión de los medios controlados a nivel mundial, envían el relato único, que impone ‘su verdad’, con la fuerza violatoria de derechos, del poder dictatorial que ostentan (izquierda internacional). Veamos casos humanos.
 
Asesinatos
Todos han escuchado hasta el hartazgo, el caso de la muerte de George Floyd, en Minneapolis por un policía que lo tenía sujetado en el piso con la rodilla. Y toda la saga de violencia, con la muerte de otro manifestante (que ya a nadie le interesa) y un policía. El grupo Antifa, de extrema violencia e izquierda, con ramificaciones en Europa, estaría vinculado a la saga. Respecto de Floyd, no hay comentarios sobre su comportamiento para llegar a esa situación límite. Tampoco del asesinato del policía y sus responsables. Recordemos que los policías enfrentan los manifestantes con protecciones importantes; o sea, no es fácil matarlos. Pero para el periodismo los policías ejecutados, están bien muertos. Ahora pasemos a Venezuela, allí están las FAES (Fuerzas de Acción Especiales), escuadrón de represión, tortura y muerte. En esos mismos días se llevaron de su casa a Yender Arrieche, y como era de esperar apareció en la morgue con dos balazos en el pecho y uno en el estómago. Dígame Ud. en qué informativo del mundo se dio esa noticia. La misma, desapareció a poco de publicarse en Infobae. La cual, entiendo que es mucho más grave que la muerte de Floyd que a ‘prima facie’ no fue intencional, y menos ordenada por el gobierno. Pero la prensa internacional tiene que hacer ruido en USA, para que Trump pierda la reelección. A los grupos violentos de izquierda, les encanta destruir ciudades. Y robar en Louis Vuitton, es un premio para sus profundas envidias y frustraciones. Castigos, ninguno. Pero el policía que mató a Floyd, perdió su trabajo, su familia y su casa. Los de las FAES, premiados.
 
Sucesos anteriores
Bukele es el nuevo presidente del Salvador, que se dispuso enfrentar a las maras, que han dominado el país, con el visto bueno de los políticos y las mafias de narcotraficantes. La izquierda nada dijo en los últimos años, mientras sus habitantes se  escapan a países limítrofes, para no morir de hambre o ejecutados por las maras; o sea, mientras la izquierda seguía destruyendo el país. Pero ahora, surgen las críticas de todo el mundo contra Bukele, por el trato a las maras. Que son asesinos, como lo demuestran en la prueba de iniciación para su ingreso. Además, todas las organizaciones de derechos humanos, que nada dijeron antes, atacan a Bukele. Pasemos a Nicaragua, donde el dictador y violador de su hijastra, Ortega, el día de la madre 18 de mayo de 2018, a través de los videos se aprecia como la policía ejecutó, por lo menos, tres personas, Morazán, Reyes Zapata y Reyes Rivera. Busque Ud. algún planteo de las organizaciones de derechos humanos por el accionar policial en Nicaragua. No lo va a encontrar. Sí, sobre Brasil con Bolsonaro, o sobre Chile con Piñera, que no son de izquierda.
 
Violencia de derecha o de izquierda
Todos los comunicadores hablan de la extrema derecha, pero rara vez se escucha de la extrema izquierda. ¿Pero, cómo definir los extremos? Una forma sería la violencia. Porque quien llega a destruir y robar negocios, quemar vehículos, podemos decir que es extremista de derecha o de izquierda. Tomemos los catalanes de izquierda, que en la famosa elección fraudulenta para lograr la independencia, rompieron y quemaron autos policiales, podemos considerarlos extremistas. A Vox de España, se lo trata de extrema derecha, y hace unas semanas hicieron una manifestación, pero casi fue una procesión. No existió el menor atisbo de violencia, porque son gente de trabajo, y no grupos militantes de acción, que toman plazas, impiden la circulación; o sea, no tratan de hacer daños. Inclusive veamos algo de violencia verbal. Tomando Argentina, Bonafini dijo, “si tenemos que tomar el Palacio de Tribunales, tomémoslo”, “¡Váyanse de nuestra plaza, bolitas hijos de puta!,”¡Váyanse bolivianos de mierda!”. El Inadi, aplausos. Dady Brieva hizo un pedido para remover fiscales, encarcelar exfuncionarios, intervenir medios de comunicación y avanzar sobre la libertad de prensa. “Seamos Venezuela ahora”. Ambos son representantes de la izquierda (extrema y violenta), y son venerados. Recordemos, que sus enemigos en Argentina, son los militares y fueron condenados. Así, Astiz está preso de por vida, porque en una entrevista, a una militante de izquierda le dijo, que los militares son los mejores preparados para matar. Y los jueces (de izquierda) consideraron que era apología del delito.
 
Síntesis
El relato que nos llega en forma masiva desde todo el mundo es el mismo, la izquierda se apropió de la verdad y la ética, y todo lo demás es malo, y hay que anularlo, y si llega como información, hay que destruirla. Tanto sea en economía, política, seguridad, salud, educación, etc. La hipocresía, el doble estándar en discursos extremos, y el agravio a falta de argumentos, son usados por el poder y sus estructuras de comunicación, que ya son dominantes. Como ejemplo, el caso en Argentina del policía Chocobar que mató a un delincuente en una persecución, durante un gobierno, no de izquierda, terminó con el policía sometido a juicio y con muchas afectaciones personales. Y en Tucumán con el amparo kirchnerista (de izquierda), Luis Espinoza fue ejecutado por un arma reglamentaria de la policía, y nada sucedió. Era un trabajador rural, que dejó 6 hijos huérfanos.
 
Conclusión
Estamos en una encrucijada de difícil salida, porque como dijo Hanna Arendt, “Cuando la diferencia entre la verdad y la mentira, se convierte en una mera cuestión de poder y astucia, de presión y repetición infinita; las falsedades más monstruosas se convierten en hechos incuestionables”. Por lo cual, tanto lo que recibimos del mundo, como en especial en Argentina, cuyo salto al vacío está cerca, tendremos que analizarlo y cuestionarlo. Con el fin de que el relato distorsionado con fines muy graves, nos mantenga unidos para enfrentar esta ‘nueva pandemia’ (con el Covid-19 incluido), que nos puede llevar a la esclavitud.
 

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