China tiene una estrategia para América Latina, y la está desarrollando
Julio Cirino
Director de GeoEconomicsGPS.





El primero de una serie de artículos breves que procuran clarificar la creciente presencia e incidencia de la República Popular China en nuestro hemisferio y las implicancias políticas y económicas que tiene para toda la región. Se suele señalar que China solo se interesa en el comercio bilateral, sin embargo, es difícil aceptar que en la medida en que las relaciones y la dependencia de las compras y la tecnología china aumentan, esto no tendrá también una incidencia política. Vale la pena recordar que China es, en términos políticos una “República Popular”, con partido único y que en los últimos años tiene además como cabeza a Xi Jinping cuya autoridad se asemeja muchísimo a la de los emperadores de la china ancestral, es un verdadero “Hijo del Cielo” como se le solía denominar y como tal su dominio se extiende sobre todo espacio cubierto por la bóveda celeste. 
A lo largo de los últimos cinco años, China viene desarrollando una ESTRATEGIA INTEGRAL en la región. La misma no solamente busca colocarse como socio privilegiado sino también desplazar a  los EEUU y la Unión Europea como actores significativos en el hemisferio.
Parte relevante de esta acción será  convertir a la región, y en particular al Cono Sur es su “socio estratégico” y lo está logrando. Esto coincide en el tiempo con un momento de máximo repliegue de Estados Unidos en el área, y una disminución de la incidencia de la Unión Europea, en medio de la inestabilidad generada por una pandemia que se convirtió en una prioridad regional y en cuyo contexto China se mostró extremadamente activa e interesada en distraer la atención general del hecho que fue en China  donde el brote pandémico comenzó.
Recordemos que China tiene una especie de gradación de sus “socios” cuyo punto mas alto es la denominada “asociación estratégica” y ya son ocho los países que alcanzaron esa categoría, desde México a  Argentina. 
De hecho y x sorprendente que pueda ser, Chile tiene con China un Tratado de Libre Comercio, por el que se convierte en una plataforma para las inversiones chinas en la región, con énfasis en la energía, minería, infraestructura y agricultura. Sin embargo, en las últimas semanas sorprendió la noticia que Chile elegiría un operador de Japón para el cable submarino que unirá Asia con el hemisferio sur, aun cuando todavía no esta del todo claro, si esto deja a China fuera de la operación.
 Mas recientemente, (2018) establece un TLC con Panamá que por su incidencia sobre el Canal Transoceánico (Canal de Panamá) resulta de un muy relevante valor geoeconómico y logra además que este país rompa su vieja relación con Taiwán convirtiéndose en el principal proveedor de la Zona Libre de Colón. Esto deja abierta la pregunta respecto del futuro de un  Canal de Panamá bajo control directo o indirecto de China, y la actitud que los Estados Unidos tomarían ante este hecho.
Los otros “socios estratégicos” son Argentina, México, Brasil, Ecuador, Uruguay y Bolivia, esto sin contar obviamente a Venezuela. Con Colombia y con Surinam el status es de “Socio de Cooperación. 
El caso argentino es particular por cuanto incluye una estación para el estudio del espacio profundo (Neuquén) por medio de un joint venture que otorga un status de extraterritorialidad y un radio telescopio en San Juan, a esto debe agregarse la posibilidad muy reciente que china se establezca como operador de la vía hídrica más importante del hemisferio sur que corre desde Brasil a la desembocadura del Río de La Plata a lo largo de unos 1.000 kilómetros. El actual gobierno de Argentina esta modificando el status legal de la operación de la parte argentina de la “hidrovía” que hasta el pasado 28 de agosto estaba en manos privadas y que ahora estará formalmente en manos de los gobiernos provinciales.
El problema a resolver es que estos, deben seleccionar quien será el “operador” de la hidrovía, además de quien estará a cargo de su mantenimiento, se descuenta que la empresa belga que hoy se ocupa será desplazada y se estima muy probable su reemplazo por una empresa argentina, asociada con un operador chino, si bien otra empresa belga procura participar en la operación. El tema aún no está resuelto, pero deberá estarlo antes de fin de este año cuando vence el contrato existente sobre la hidrovía.
En las últimas semanas llegó a los medios la existencia de una enorme flota pesquera de China que bajo la estructura de la “Fishing Militia” se instaló en las islas Galápagos frente a las costas de Ecuador. Se sabe que no solo la magnitud de esta flota es muy importante (versiones periodísticas hablan de 1000 embarcaciones) sino que, además, de acuerdo con autoridades de Ecuador las mismas han desconectado sus sistemas GPS para hacer más difícil su detección y control, al tiempo que cambian frecuentemente el nombre de sus embarcaciones con el mismo propósito.
Lo mismo esta sucediendo en el Atlántico Sur, frente a las costas de Argentina, donde opera otra importante flota pesquera china que procura cada vez que puede ingresar a aguas territoriales argentinas depredando la pesca local. Actualmente parecería que Argentina no cuenta con los medios aeronavales necesarios para llevar adelante una vigilancia intensiva tanto marítima como aérea y proceder a la captura de los buques orientales en infracción.
Los próximos trabajos abordarán en forma mas detallada las características de la política exterior del presidente Xi y su incidencia en el hemisferio. La actual relación con China recuerda mucho aquella que existió allá por le 1800 con Gran Bretaña. “La región exportaba cueros e Inglaterra vendía botas y monturas”, claro que esto en la época donde se resuelven cosas como el 5G es algo más complejo…


1- La expresión se aplica a la militarización de la flota pesquera, esto que se remonta a la época de Mao pervive hasta hoy y si bien en el Atlántico Sur no se ha hecho muy visible, si lo es en los mares de Asia, donde operan como auxiliares de la flota 


 

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