La Orden Real del Estratégico y el regreso del Absolutismo
Karina Mariani
Directora del CLUB DE LOS VIERNES Argentina.



No hay sorpresa sino hastío en el escándalo de las vacunas. A lo largo del año en el que el Gobierno rompió la economía, la salud, la educación y todas las fibras del entramado social ocurrieron miles de escándalos, a los ojos de esta cronista, más graves. Muertes, torturas, desapariciones, confiscaciones de material sanitario, suelta de asesinos y violadores, usurpaciones rentadas, guetos provinciales, quiebras en masa, supresión de los servicios de educación, justicia, salud y seguridad. Sin embargo, fue una vacuna, una en particular, la que abrió las puertas del infierno oficialista. ¿De qué material está hecho este cisne negro? De privilegio.­
Históricamente, el privilegio fue constitutivo del orden estamental, una ventaja otorgada por el poder por suponer una superioridad de una persona o grupo. El privilegio es un instrumento filosóficamente intolerable en el ordenamiento democrático. Sí, es verdad que se trata de una idealización, ¡más vale! Hablamos de una igualdad ante la ley mucho más deseable que real, pero es el fundamento contra el despotismo. En algún lugar del camino, de tanto acumular las consecuencias de reemplazar la realidad por el relato y las contradicciones de un Gobierno que considera malo lo que para sí es bueno, se hizo intolerable el privilegio.­
El poder embriagado mostró sus impudicias sin registrar lo inmundo de su desnudez y para cuando se dio cuenta reaccionó como correspondía a un borracho. La crisis política más importante de Alberto Fernández se enciende con una lista de vacunados vip contra el covid-19. Veinteañeros militantes, familiares, políticos, artistas, amigos, favores, bulas, influencias. Una corte absolutista angurrienta e inconsciente. Tan inconsciente que publicó decenas de fotos, los deditos siempre en V, exponiendo el privilegio.­
Cuando esto ocurre, cuando falta la vergüenza, significa que el privilegio está naturalizado, o mejor dicho: que el privilegiado tiene la convicción de que es superior al resto. Antes de que Verbitsky confesara ligeramente su avivada, ya circulaban fotos y noticias de vacunaditos vip. No les parecía mal. El diputado ex-embajador Valdés declaró que no sabía que abusar de su posición era incorrecto. Repasemos: un miembro avezado de la casta política especializado en diplomacia dijo que desconocía que el abuso de poder y el tráfico de influencias fuese algo incorrecto. Superemos la indignación para entender la dimensión filosófica de las palabras de Valdés.­
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AUN MAS GRAVE­

Y yendo mucho más lejos en el descaro, el Presidente se ofendió con las denuncias presentadas: "No hay ningún tipo penal en la Argentina que diga que será castigado el que vacuna al que se adelantó en la fila. No se pueden construir delitos graciosamente''. Luego de echarlo, Fernández elevó al exministro Ginés a la condición de prócer. Esto es más grave que los bolsos de López, es como si López en lugar de revolear los bolsos en la noche los hubiera desfilado en carroza de oro frente a una fila mendigante.­
Ante el incontenible crecimiento del poder del Estado, la estrategia más eficiente que tiene la sociedad no es oponerse o protestar, sino asociarse al poder para obtener beneficios o simplemente para sobrevivir, ya que no puede independizarse de su tutela. Mal que nos pese, eso se llama Estado Clientelar, es lo que tenemos hace décadas, es un círculo vicioso que permite sobrelegitimar al poder estatal que se transforma, de facto, en estamental. Los argentinos conviven con el hecho de que en cualquier repartición pública hay filas vip, favores o acomodos. Como la cura a cualquier adicción, lo primero es reconocer el problema. La sobrelegitimación que la sociedad argentina tiene del Estado es lo que permitió los abusos y atropellos. Sin ese caldo de cultivo, no hubiera crecido este quebranto.­
La receta mágica para escandalizar a la sociedad no existe, no la tienen ni los políticos, ni los periodistas ni las redes. El fastidio social encontró este canal y por ahí se indignaron quienes vieron en la vacuna la esperanza de seguir viviendo o de recuperar sus vidas pausadas. El vacunatorio vip es la desvergüenza con la que la sociedad eligió enojarse porque conservaba una mínima luz de esperanza en que la pócima terminaría con el suplicio totalitario, y vio en este particular privilegio el hurto a la última esperanza de salir a la superficie.­
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PIÑAS AL AIRE­

El Gobierno no sabe qué hacer para aplacar el enojo porque los privilegiados no entienden el origen procaz de su privilegio. El escándalo de las vacunas no se contuvo ni con los comunicados, ni con los despidos ni con las listas escuetas de chivos expiatorios. Pocas veces se vio al binomio Fernández-Fernández más ido. La Vicepresidente ida de escena, silente como cada vez que la ira social se manifiesta, una estrategia que le ha dado excelentes resultados, digamos todo. El Presidente, en cambio, ido de la realidad, revoleando piñas al aire en medio de una gira internacional, desnudando su desconocimiento en todas las materias en un vacío de poder que ni siquiera le procuró a alguien que lo cuide un poco.­
Ahora bien, lo inaudito, la marca del delirio es que, tras el escándalo, el Gobierno decida implementar una política dirigida de manera descarada en beneficio exclusivo de los funcionarios para disponer discrecionalmente de vacunas pagadas por los ciudadanos.­
Nos encontramos ante un nuevo sintagma de esos que adora el kirchnerismo: "personal estratégico''. A la sobreabundancia de protocolos se agregará el protocolo para que se vacunen los ¡funcionarios públicos! ¡La respuesta de los Fernández-Fernández al vacunatorio vip para sus amigos es un protocolo que define como estratégicos a sus amigos! (pero es que no alcanzan los signos de exclamación, hay que inventar algo más contundente). ¡Al gobierno nacional y popular le tomó sólo un año institucionalizar a la nueva realeza!­
El Boletín Oficial destaca que el "criterio'' para ser "estratégico'' es que la persona cumpla tareas necesarias para el debido funcionamiento del Estado. En un alarde de soberbia, el Gobierno no sólo declama que el Estado funciona (tamaña inverecundia), sino que funciona merced a unos sujetos señalados por el poder que se piensa a sí mismo infalible e inapelable. Y hay más, desde el ejecutivo se crea la categoría: "tomadores de decisiones'', entelequia bochornosa que merece repudio in límine.­
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NEPOTISMO INFAME­

Los medios del mundo atendieron largamente el escándalo de los vacunatorios vip argentinos en el marco de un signo generalizado en América latina, la corrupción. El proceso de vacunación de la región copia el modelo de gestión que tiene para todas las cosas. Los cercanos al poder fueron inoculados en medio de mentiras e irregularidades en muchos países.­
El `vacunagate' peruano consiste en cientos de personas que accedieron secretamente a un exclusivo lote de la vacuna de Sinopharm. Entre los privilegiados figuraba el expresidente, en ese momento en funciones, Martín Vizcarra y su familia, así como otros políticos acólitos. También Chile, que lidera el proceso de vacunación en la región, se manchó con irregularidades. El Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) reveló que miles de personas fueron vacunadas fuera de su turno, la mayoría de las cuales tienen entre 18 y 39 años. Los ejemplos se suceden, nuestra región es cultora de un nepotismo infame y no es extraño que en América latina las tasas de confianza en instituciones sean tan bajas. El incremento desmesurado de las funciones públicas convierte a los Estados en tiranos implacables frente a los individuos que no son poderosos y cuyo marco de acción es insignificante.­
La naturalización de los privilegios hace que la acción estatal se disponga descaradamente hacia grupos de interés a cambio de la fidelidad política de los beneficiados. Esto no nace con las vacunas, es el accionar normal y cotidiano del Estado y es por eso que quienes están enquistados en el poder no son capaces de reconocer la ignominia. Si lo hacen con las jubilaciones, con la justicia, con un carnet de conducir o con el precio del dólar para sus amigos, ¿cómo podrían haber imaginado que no lo podían hacer con las vacunas? El privilegio no es una cosa del pasado sino un objetivo político.­
Son significativas las declaraciones del Presidente cuando dice: "Cuando vemos el esfuerzo del Gobierno nacional por ir a buscar vacunas en el mundo para darle tranquilidad y salud a nuestros compatriotas, y vemos que nos enredan en debates y discusiones que no son importantes, pienso en que esos hombres del 1800 no tuvieron que luchar contra la prédica malintencionada. Lo tuvimos que hacer solos en la compañía de estos gobernadores y los que no están también, para darle salud a nuestra gente''. Nos está haciendo un favor, un adicional que no viene en su contrato laboral, un extra que tenemos la insolencia de criticar. Se lee poseedor de un linaje fundacional, el de los hombres del 1800. Una condición de pertenencia adherida a la piel, como se sentían los descendientes de Pipino el Breve.­
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PRIMERA LINEA­

El Gobierno no previó el escándalo porque saltarse la fila no le parece inmoral, entiende que es su prerrogativa, simple. Por eso el ministro de Economía o el Procurador permanecen aún en sus cargos. Sucede en los sistemas en los que se considera a una persona más valiosa que los demás. Y persisten en esa creencia al mezclar en un licuado insolente a los estratégicos. La lógica de vacunar primero a los que atienden enfermos no es porque estos sean superiores, es porque son los que atienden la trinchera. Si mandás a la trinchera a un tipo sin armas, lo más seguro es que tu primera línea de combate sea inservible. Lo que no se entiende es qué lugar en la trinchera ocupan el fotógrafo, la CM, el cocinero, el ladrón, su mujer y su amante.­
Todos los que se creen merecedores de la protección prioritaria y por tanto recibieron con naturalidad la dosis que correspondía a un anciano confinado por orden del poder desde hace un año, responden al tipo de sociedad que hemos construido a lo largo distintas administraciones. Aceptamos y justificamos la cultura del privilegio, la idea de que hay personas que son más importantes que otras. Un año completo de aceptar que los poderes ejecutivos nacionales, provinciales y municipales decidieran la esencialidad de los ciudadanos. Décadas de aceptar que quienes nos gobiernan consideren al funcionamiento del Estado más importante que el funcionamiento del mundo privado que parasitan. Siglos de creer que se abolieron los privilegios sólo porque cada tanto alternamos a los privilegiados. Bienvenido el escándalo, que no quede en cacareo.­
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"El fatal punto crítico en la evolución moderna se produjo cuando el gran movimiento que solo podía servir a sus fines originarios luchando contra todo privilegio, el movimiento obrero,() se vio él mismo mezclado en las pugnas por los privilegios''­
Camino de servidumbre­
Friedrich August von Hayek


 

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