El camino desconocido
Alejandro Cánepa
Periodista agropecuario. Titular de www.agro-noticias.com.


El aumento de precios sigue siendo el tema excluyente en la agenda de los argentinos. Durante las últimas semanas, el gobierno lanzó el programa Precios Cuidados, con el que pretende controlar el eslabón de la comercialización. Además, dio a conocer la inflación de enero según el IPC, el nuevo método de evaluación de precios. Vigilar y construir enemigos son las herramientas con las que el gobierno busca recuperar la confianza del pueblo. Aunque otros gestos indiquen lo contrario.
El precio de la carne en el mostrador es una de las mayores preocupaciones del gobierno. Después de tres años y luego de una copiosa lluvia en zonas ganaderas se produjo una suba en la hacienda en pie que –como todo- se trasladó a los comercios. La situación llevó al gobierno a recurrir a las viejas actitudes de Guillermo Moreno, quien demoraba los ROE para exportación y trababa mediante emisarios las ventas en el Mercado de Liniers.
Estas medidas no sirven y está probado. El mismo Presidente de la Asociación de Carniceros de la Ciudad de Buenos Aires, Alberto Williams, sostiene que “el precio de la carne no bajará como lo espera el gobierno”. Williams habla desde la experiencia de vivir en un país en donde la inflación es un mal que se repite y agrava por la incertidumbre que genera en comerciantes y consumidores.
El miedo a un futuro de crisis se instala desde el mismo gobierno, aunque sea involuntario. Es el tiro por la culata” que les sale siempre. Cuando el ministro de economía Axel Kicillof presentó el índice que con otra metodología elabora el INDEC, reiteró que “el gobierno defiende el bolsillo, la heladera y el horno del pueblo”. La misma frase que se dice desde hace años, y que tan mal le ha hecho al sector productivo.
Bajo este pretexto se intervinieron los mercados de la carne y del trigo, se descuidó a la lechería y se aumentaron las retenciones. Nada de esto sirvió y llegamos hasta aquí, momento en que el ministro explicó que “en enero pasó algo con los precios que estamos abordando y atacando con una batería enorme de medidas para poder combatir este problema”. Y concluyó diciendo que el índice presentado “no refleja inflación sino variación de precios”.
¿Hasta cuando el gobierno va a seguir negando lo obvio? El Consejo Directivo de la Federación Agraria promete volver a las medidas de fuerza si el oficialismo no cambia su conducta. Reunidos el jueves pasado en Rosario, los dirigentes coincidieron en la necesidad de marchar hacia una gran protesta nacional con la finalidad de “hacerle ver a la sociedad que a pesar de lo que pretende instalar el gobierno los chacareros estamos muy lejos de ser los ganadores con esta tremenda devaluación”.
“La receta económica aplicada por el gobierno no tiene nada que envidiarle a los procesos de ajuste más nefastos de nuestra historia y tal como sucedió en esos períodos de crisis los que pagan las consecuencias son siempre los mismos, los sectores más vulnerables de la sociedad”, determinó la entidad mediante un comunicado.
Ya no se trata de recuperar el diálogo, se trata también de que el gobierno conecte conceptos e incorpore a la producción en la planificación de medidas contra la inflación. Es imposible controlar actitudes individuales y pensar que se las dirige mediante escraches públicos y multas. Aumentar la oferta de productos y dejar trabajar al campo en lo que sabe hacer es un camino trabajoso (porque implica además reconocer errores) pero es el más fructífero. Y el único que no ha probado este gobierno.         
 

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