Asesinato en el Congreso de la Nación

Karina Mariani
Directora del CLUB DE LOS VIERNES Argentina.
La historia de Occidente, desde la era de las polis griegas hasta la resistencia actual al socialismo, es esencialmente la historia de la lucha por la libertad contra los privilegios de los burócratas''. Ludwig Heinrich Edler Von Mises
Una sociedad estamental es aquella organizada en base a colectivos con determinadas condiciones económicas, legales y jurídicas que constituyen un sistema cerrado sin movilidad social. Se trata de sociedades con una jerarquía en forma de pirámide, que clasifica a la población en estratos sociales cuya pertenencia a los mismos es un derecho determinado por una condición privilegiada según una escala valorativa. Una sociedad estamental no es una República, que quede claro, en el barrio a esto se le decía Antiguo Régimen o Absolutismo. Bien, la Cámara de Diputados de la Nación Argentina ha dictaminado el fin de la República para hundir a sus habitantes a una sociedad estamental.
VALORES MANCILLADOS
Tantos valores republicanos están siendo mancillados con estas leyes que cuesta organizar la crítica, vamos por partes:
LOS PRIVILEGIADOS
Ahora volvamos a la pirámide jerárquica: El hecho de que se legisle en función de colectivos (mujeres, trans) va diametralmente contra la noción de individuo como poseedor de derechos personalísimos. Se deja de lado la idea de que todos somos iguales ante la ley sin importar credos, sexos, linajes o preferencias sexuales y se aplica una agenda estamental en donde cierta jerarquía posee privilegios según pertenencia a un grupo arbitrariamente determinado (etnia, nobleza, lgbt+, etc).
En tales casos, ¿la autopercepción podría aplicarse más allá del género? De ser así, podríamos tener personas que se perciban capacitadas para la realización ciertas tareas (un analfabeto que se perciba ingeniero civil y pretenda construir un puente), personas que se perciban mayores de 70 y quieran cobrar jubilación o bien personas que se perciban discapacitadas aún cuando no tengan certificación de ello. ¿Debería el Estado atender a cada autopercepción o sólo va a jerarquizar las inherentes a la sexualidad? ¿Por qué los políticos priorizarían el factor sexual por sobre otros?
INFINITAS MINITRIBUS
Si se puede entrar y salir de las identidades según la autopercepción y cada cual puede percibir al mundo según su autopercepción del momento se generarían infinitas minitribus inestables. En consecuencia, lo más sensato, para abrazar a la (tan deseada) diversidad, sería que cada quien se perciba como quiera pero no imponer jerarquías por esto y recurrir a esa señora con los ojos eternamente vendados frente las diferencias, que considera que todos somos iguales ante ella.
La idea de justicia para estos políticos consiste en otorgar a determinado colectivo aquello de lo que, según los diputados, carecen. Vale decir: están considerando a las mujeres y a las personas trans carenciados. Todos carenciados por igual. No interesa lo que cada uno (mujer, varón, trans) haga o desee como individuo, sus gustos, deseos, historia o proyectos, porque lo que buscan es generar una jerarquía de privilegio no basado en méritos o características personales. Juzgan a una persona por la posesión de órganos o gustos sexuales. Si esto no es discriminar se parece muchísimo. Se puede ser una mujer vaga o laburante, malévola o amorosa, valiente o cobarde, no importa porque pertenece al estamento de los discriminados positivamente y merece los privilegios de esa justicia estamental. Nadie vale por sí mismo sino por su lugar en la pirámide social: el Antiguo Régimen, no le demos más vueltas.
LEYES RETROGRADAS
¿A qué cosa nos van a obligar los diputados (de todo el arco político) con estas leyes retrógradas? Según lo aprobado, desde el Estado se deben promover "acciones de integración'' de las personas travestis, transexuales y transgénero en los puestos de trabajo y van a tener "Prioridad en las Contrataciones del Estado'' y en "las compras de insumos y provisiones a personas jurídicas o humanas del ámbito privado que incluyan en su planta laboral a personas travestis, transexuales y transgénero''. Asimismo el Banco Nación deberá promover líneas de crédito con tasa preferencial destinados específicamente a travestis, transexuales y transgénero.
Respecto a los medios de comunicación la regulación legisla la "equidad en la representación de los géneros desde una perspectiva de la diversidad sexual'' en los medios de comunicación audiovisual en cualquier plataforma y contempla un cupo para personas trans de cumplimiento obligatorio para los medios de gestión pública y somete a lo mismo al sector privado que desee contar con los beneficios de la pauta oficial.
Y siguiendo este razonamiento: ¿Por qué deben pagar los sufridos esclavos fiscales de este país el gusto sexual de otros? Se abre acá un problema de fuste: si para conseguir un trabajo tengo que asumir que soy transexual o que me percibo mujer, en un país donde la pobreza supera la mitad de sus habitantes y donde la crisis reina, y con la simple declaración de autopercepción alcanza; no se necesita mucha cabeza para ver que se trata de un rediseño estadístico. En adelante cada uno dirá que se percibe lo que dé más beneficios y listo. Quien desee un trabajo, en todas las aplicaciones deberá marcar la crucecita de trans y esta población crecerá exponencialmente.
EL DESEO DEL AMO
La institucionalización de los privilegios legales y estamentales adosados a la persona por su condición sexual o de género, más allá de sus acciones, justifica un trato desigual para aquellos que no reúnan las marcas de identidad jerárquica de la pirámide social y por tanto sean merecedores legalmente de un trato desigual. Cuando la discriminacion y la arbitrariedad se vuelve la norma se ha asesinado a la República y toda justicia pasará por el deseo del amo (político, rey, presidente, el nombre es lo de menos).
Los privilegios son siempre a expensas de un tercero. En una sociedad donde la jerarquía estamental regula legalmente dichos privilegios no hay estado de derecho. Toda discriminación es negativa para los que no pertenecen al grupo privilegiado. Sólo 10 diputados se opusieron al proyecto de cupo trans que no encontrará obstáculos en Senadores. En cambio, en lo que se refiere a medios de comunicación, ya es ley la obligación de contratar personas en función de su sexo y orientación sexual con sólo 9 diputados votando negativamente. La Cámara de Diputados tiene 257 miembros, significa que la inmensa mayoría de sus miembros prefiere la jerarquía estamental a la democracia republicana y esta semana lo dejaron bien claro.
Publicado en La Prensa.
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