El “método Moyano” en la aviación civil

Luis Franco
Investigador Asociado de Fundación Atlas. Licenciado en Ciencias Políticas, magíster en Economía y Ciencias Políticas por Eseade. Ex asesor en la Cámara de Diputados de la Nación.
APLA en pos de
representar a todos los pilotos profesionales
Como
consecuencia de la eliminación de Austral Líneas Aéreas, la Asociación de
Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) absorbió a la Unión de Aviadores de Líneas
Aéreas (UALA) que representaba a los pilotos de la aerolínea desaparecida. Poco
antes, APLA, con el aval del Ministerio de Trabajo, había impedido que la Unión
de Pilotos Aviadores de Latam (UPAL), habilitada por el gobierno anterior como
gremio, acordara con la empresa una fórmula salarial que permitiera transitar
la crisis del COVID-19, lo cual derivó en la salida de la aerolínea de la
Argentina.
Ahora, también
con el beneplácito de Trabajo, APLA está muy próxima a obligar al resto de las
empresas aeronáuticas (taxis aéreos, vuelos sanitarios, transporte no regular,
aviación corporativa, etc.) a negociar con ella como única representante de
todo el colectivo de pilotos profesionales. Al menos, eso es los que se desprende de la CÉDULA DE NOTIFICACION (EX-2020-54784250-
-APN-DGD#MT) que la cartera laboral dirigiera a 80 de esas empresas, incluidas
Fly Bondi y JetSmart, aerolíneas estas que cuentan con la Asociación de
Trabajadores Aeronáuticos de Flybondi y la Asociación Sindical Trabajadores de
JetSmart.
El avance
sobre las empresas aeronáuticas es ni más ni menos que la “moyanización” de la
representación de los pilotos que vuelan profesionalmente. En otras palabras,
en el futuro, sólo trabajará quien acuerde con APLA.
La operación
es de pinzas. Aerolíneas Argentinas y
APLA (en línea con el Instituto Patria) trabajan en conjunto –salvo cuestiones
salariales pendientes que en apariencia
están generando conflictos– y ambas tienen un control importante sobre la
Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), la autoridad máxima en
materia de aviación que, entre otras cosas, certifica a las empresas y a los
profesionales.
Entre los
objetivos de APLA estaría el obligar a las empresas a aumentar la cantidad de
pilotos por avión y seducir a los profesionales con mejores condiciones
laborales o limitar su inserción en el mercado.
Esto sucede en
medio de una crisis que afecta seriamente a las empresas al punto de que el
parque aeronáutico se está reduciendo rápidamente, debido a que muchos
empresarios están en proceso de llevar sus aviones y helicópteros a Uruguay o venderlos
en el exterior.
Si lo que está
gestándose se concreta, dentro de muy poco tiempo lo que quede del sector
aeronáutico estará bajo el control de APLA de la misma manera que el transporte
de cargas automotor está bajo el arbitrio del Sindicato de Camioneros.
Aerolíneas
Argentinas cuesta al erario entre 600 y 700 millones de dólares anuales,
números que reflejan la crisis del COVID-19, pero que en realidad muestran una
crónica ineficiencia de gestión por el peso de dotaciones excesivas de personal
y privilegios laborales que no existían en ninguna parte del mundo bastante
antes de que el SARS-CoV-2 surgiera en Wuhan.
En el mundo
las aerolíneas se preparan ante un escenario en plena reconfiguración, pero es
de destacar que a lo largo de la aguda crisis que enfrenta el sector, la
mayoría de los gremios han acompañado a la industria con responsabilidad y sentido
común.
¿Cuánto tiempo
se podrá imponer una lógica que finalmente llevará a la destrucción de fuentes
de trabajo genuino y a consumir el esfuerzo de los contribuyentes con el objeto
de sostener modelos anacrónicos?
La pregunta es
retórica.
Últimos 5 Artículos del Autor
.: AtlasTV
.: Suscribite!
