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El jueves último, la AFIP publicó en el Boletín Oficial una resolución vinculada al sector agropecuario. Se trata de la instrumentación del Régimen de Registración Sistemática de Movimientos y Existencias de Granos no destinados a la Siembra, una medida que controla lo producido para resolver el mayor problema del gobierno: la falta de dólares.

Así lo entienden muchos economistas, que consideran que con un mayor control sobre los comercializadores éstos liquidarán su stock y así ingresarán divisas. La cuestión es que la solución que se le ocurre al gobierno no es precisamente la más acertada para su problema. En los medios, tanto Luis Miguel Etchevehere (SRA) como Carlos Garetto (Coninagro) expresaron su preocupación porque el gobierno sigue sin atender el origen de todos los males: las trabas a la producción.

“Lo importante es ver cómo hacemos para que haya más producción en todos los granos y no quedarnos en las 100 millones de toneladas de los últimos 4 años”, señaló Garetto en La Hora del Campo. Antes, en una entrevista con Nelson Castro, Juan Balfour, vicepresidente de CARBAP, había dicho: “no nos sorprende de este gobierno que se tomen estas medidas sin siquiera consultar o informar a quienes serían los beneficiarios y destinatarios de la medida. Es una cosa común”.

Balfour no sólo hace referencia a esta reglamentación que se instrumentará desde el 1° de abril. También habla de la falta de diálogo que existe entre los ruralistas y su interlocutor en el gobierno, el ministro Carlos Casamiquela. Desde el oficialismo, sólo el gobernador Scioli tuvo un encuentro con la mesa de enlace provincial, en la que los dirigentes le transmitieron principalmente las dificultades que tienen con el trigo.

Durante la reunión, el Presidente de CARBAP, Horacio Salaverry, planteó que hay problemas por las restricciones a las exportaciones y por la falta de estímulos que perciben los productores. En respuesta, el gobernador se comprometió a reunirse con el ministro de economía Axel Kicillof para abordar el tema. Al respecto, Guillermo Giannasi, director de Federación Agraria señaló: “Lo mismo nos vienen diciendo en los últimos años y lamentablemente las cosas no mejoran”.

Sucede que los productores quieren hacer campo, mientras que los políticos hacen tiempo. Y la experiencia de años en el conflicto entre el sector agropecuario y el gobierno ha demostrado que son dos actividades incompatibles: una hace progresar al país y la otra dilata las soluciones.