La necesidad de ajustar las cuentas fiscales y las exigencias del FMI
Enrique Blasco Garma
Economista.


¿Si usted necesita reorganizarse, lo deja pasar? La lucha por la vida en ambientes y mercados variables fuerza adaptaciones, acomodarse a los cambios o sucumbir.
La Argentina, uno de los países ricos entre 1880 y 1980, se fue empobreciendo confundido con ideologías y desatinos de los tres poderes del Estado -Ejecutivo, Legislativo y Judicial-.
Explico en el libro “Por un País más Justo y Floreciente” que debemos aceptar que la función del Estado no es conducir nuestras vidas si no velar por la justicia de normas y actividades. En contraste, los gobernantes imponen restricciones injustas a nuestras habilidades personales cuando aparecen conflictos.
La acumulación de trabas nos va sumiendo en pobrezas crecientes. La última medición, oficial y privada, la ubicó en más de 40% de la población, unas 11,7 millones de personas, con un ingreso monetario bien por debajo del valor de la canasta básica total, que es el umbral que se toma como referencia para determinar ese indicador.
El gráfico muestra con claridad como la notable bonanza de los precios internacionales de las materias primas, sintetizada en el caso de la soja, comienza a partir de 2004 y culmina en 2012, para retomar en 2020. Parecería un ciclo favorable a los gobiernos K; impactó las elecciones de 2015 y castigó a toda la administración Macri.
En 1980, el ingreso de los argentinos superaba 3,3 veces al PBI/H mundial. Luego, sufrió las desastrosas devaluaciones y default, agravados con la Guerra de Malvinas. Tuvo una leve recuperación al inicio de la presidencia de Raúl Alfonsín, hasta que la sorpresiva devaluación de febrero de 1989 y la hiperinflación acortaron su mandato. Más tarde, el presidente Carlos Menem implementa las reformas estructurales por muchos reclamadas, elevando la relación PBI/H argentino/mundial, desde una cota inferior a 0,8 veces en 1989, a 1,75 en 1998. Sin embargo, la derogación de la Convertibilidad y la ausencia de reformas de fondo provocó el desplome a menos de 0,55 veces, en 2002, para luego recuperarse paulatinamente con la extraordinaria bonanza de la soja.
No obstante, el ingreso medio de la Argentina nunca retomó el nivel de 1998, respecto del promedio mundial.
Fuente: FMI WEO
Fuente: FMI WEO
Bases de un acuerdo sustentable
Las discusiones con FMI abren la oportunidad de diseñar un programa de crecimiento, que contribuya a reducir sostenidamente la pobreza. No existe justificativo para un ajuste restrictivo en una sociedad abrumada por impedimentos a conseguir los ingresos posibles.
La base de acuerdo debería ser: no contraer los ingresos de los argentinos. Actualmente sufrimos demasiadas trabas. Proponemos expandir las oportunidades removiendo los obstáculos de común acuerdo.
Las trabas principales:
1) No hay nuevos empleos netos genuinosporque el Gobierno prohíbe los despidos, dado que nadie emplearía a quien no puede despedir si el negocio fracasa, ni puede asegurar trabajo de por vida en un mundo cambiante. Salvo la Administración Central: nacional, provincial y municipal, que transfiere el costo de los desaciertos.
2) No hay dólares al cambio oficial, pese a los pesos sobrantes en la economía. Sólo ofrece dólares quien necesita pesos. Durante la Convertibilidad, el BCRA sólo vendía dólares a cambio de pesos.
3) Los cepos cambiarios desnudan arbitrariedades, cotizaciones diferenciadas de la misma moneda, actividades individuales descoordinadas, que señalan incoherencias y despilfarros, que reducen los bienes obtenibles.
4) Falta de confianza, de crédito. El objeto de toda producción es venderla y pagar a colaboradores, proveedores, empleados, etc. La estabilidad de los contratos y créditos sustenta la producción. El sector privado es el productor de los bienes faltantes y la expansión vendrá de las empresas productoras de los bienes apetecidos, liberando actividades, exportaciones agropecuarias y eliminando subsidios al consumo de energía que insumen dólares escasos. Para ello, es necesario desocupar empleos menos competitivos e innecesarios en el sector público, y generar condiciones favorables al sector privado que puedan aumentar fuerte los ingresos argentinos. Como el escultor, crear valor reduciendo el tamaño de la piedra.
5) Falta trabajo productivo. Las empresas privadas son las únicas creadoras de trabajos competitivos, mientras que las crecientes organizaciones sociales y otras tienen diferentes propósitos, pero no consiguen trabajos productivos.
Libertad de hacer
La riqueza la crean las transacciones voluntarias, instituciones favorables al comercio entre particulares. En cambio, las reasignaciones mandadas por funcionarios contraen el bienestar conjunto, igual que las violaciones individuales.
La vía contundente para salir de la pobreza es acordar reglas justas, estables, iguales para todos. En las democracias avanzadas las propiedades privadas son respetadas y los precios se acuerdan en transacciones individuales diferentes. Los funcionarios carecen de conocimientos para imponer precios en cada trato singular.
Una muestra de confusión mayor es el caso del gobierno argentino que vendió YPF a Repsol en más de 15.000 millones de euros, en 1999, cuando el petróleo cotizaba entre USD 16 y USD 26 el barril WTI. Hoy, pese a que el barril cotiza a USD 70 el valor bursátil de la petrolera de bandera es inferior al 10% de aquella venta.
La inflación es una estafa. Las transacciones son de bienes escasos. Pero la moneda emitida en exceso no escasea. Los pagos con billetes emitidos sin respaldo, cheques sin los recursos esperados, conllevan incertidumbres, que distorsionan precios y decisiones. Ordenar las actividades exige corregir hasta que sólo se emitan los pesos demandados efectivamente. Estabilidad del tipo de cambio.
Coparticipación Federal de ImpuestosEn 2018, la Provincia de Buenos Aires recibía $14.000 por habitante, mientras Tierra del Fuego recibía $100.000 por habitante. Inequidad con los argentinos según su domicilio, conllevando gastos ineficientes y pobrezas.
Los ingresos promedio crecerán recortando empleos menos productivos en el Estado. La opción es que el Estado nos aplaste. En 1998 el gasto público era equivalente a 22,5% del PBI y el ingreso medio de los argentinos era 1,74 veces el mundial; en 2020 el gasto público ascendió a 42% del PBI y el ingreso medio se contrajo a apenas 0,79 veces de la media mundial.
El Estado es necesario en su justa actuación para actividades esenciales. Acordando reglas estables, iguales para todos, avanzan las libertades, la justicia y la competencia.

Publicado en INFOBAE.





 

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