Dos semanas
Macario Schettino

Profesor de la División de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, en la ciudad de México y colaborador editorial y financiero de El Universal (México).




Se han cumplido ya dos semanas de la invasión rusa a Ucrania. Ya es evidente que Putin cometió un error serio de estimación. Si esperaba que el gobierno de Zelenski huyese y la población vitoreara al invasor, facilitando la instalación de un gobierno prorruso, como el de Bielorrusia o algunos de los anteriores de la misma Ucrania, eso ya no ocurrió. Ahora el problema es diferente.
La incapacidad del Ejército ruso de acabar con la resistencia ucraniana ha modificado el objetivo. Ya no se trata de una victoria rápida, seguida del gobierno títere. Ahora es la destrucción lo que se busca. Ya podemos hablar de decenas de miles de muertos, entre militares y civiles ucranianos y militares rusos. Ya son más de 2 millones de desplazados, refugiados en diversos países, especialmente europeos, y muchos de ellos en Polonia. El ataque directo a blancos civiles, incluyendo hospitales, fortalecerá la decisión de los ucranianos de defenderse, y hará todavía más complicada la retirada rusa, que tendrá que ocurrir tarde o temprano.
Pero es ahí donde está lo más complicado. Una retirada unilateral sería desastrosa para Putin, y me parece que es algo inaceptable para él. Una victoria militar, con Rusia convertido ya en paria internacional, sería sólo posponer esa retirada unilateral, con mucho mayores costos de todo tipo. Intensificar el conflicto, ampliando las fuerzas de ocupación o el terreno (por ejemplo, en Moldavia), haría todavía más evidente la debilidad rusa e incrementaría el costo de la segunda opción.
Lo que sería importante sería contar con el puente de plata para el enemigo que huye, pero eso no se percibe aún. Es claro que la alianza occidental no puede intervenir directamente, so pena de un conflicto nuclear, que todos deseamos evitar. Es claro que no puede anunciar desde hoy ese puente de plata, hasta que no sea totalmente evidente el costo de las sanciones. Esto garantiza al menos unas semanas más de enfrentamientos en las mismas condiciones de los últimos días, es decir, con gran sufrimiento de la población civil de Ucrania.
Esto significa que, si no hay un cambio interno en Rusia que neutralice a Putin, el estado actual continuará por varias semanas, y después entraremos en la definición de los cuatro escenarios planteados: retirada unilateral, victoria rusa parcial, intensificación del conflicto o salida negociada. Esas semanas, decíamos, implican decenas de miles de muertos más, y la destrucción de buena parte de las ciudades del centro y este de Ucrania.
En términos más amplios, estas dos semanas han significado una contracción de la oferta mundial, como dirían los economistas, lo que implica menor crecimiento y mayor inflación. Después de dos años de estímulos económicos frente a la pandemia, creo que ese camino está cerrado, y las autoridades se enfocarán en evitar que la inflación adquiera dinámica propia. Esto se hace elevando tasas de interés, y creo que eso veremos en todo el mundo, intensificando la reducción en el crecimiento económico.
Para México, menor crecimiento, mayor inflación y mayores tasas de interés implican riesgos elevados en las finanzas públicas, por menor recaudación, mayores gastos y mayor costo financiero. Eso ya lo habíamos comentado, pero ahora hay que agregar la insistencia del Presidente en que los precios de combustibles no suban, aun a costa de subsidiarlos. Parece creer que los altos precios del crudo son benéficos para México, algo que dejó de ser cierto hace más de una década. Sus ocurrencias ampliarán el problema de las finanzas públicas.
Creo que en México no estamos evaluando adecuadamente el momento que vivimos. Así como tampoco lo hicimos hace justo dos años, cuando llegó la pandemia. Tanto que les gustaba hablar de parteaguas, y ahora que en realidad ocurren, actúan como de costumbre.
Este artículo fue publicado originalmente en El Financiero (México) el 11 de marzo de 2022 y en Cato Institute.

 

Últimos 5 Artículos del Autor
[Ver mas artículos del autor]