Preguntas sobre el acuerdo con el Fondo
Carlos Mira
Periodista. Abogado. Galardonado con el Premio a la Libertad, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



Martín Tetaz hizo cincuenta preguntas muy concretas. No importa que el impertinente burro que preside la comisión de presupuesto y hacienda de la Cámara de Diputados, el comunista Carlos Heller, no haya dejado que todas se conocieran en el momento. Las que se escucharon son suficientes.
¿Va a responderlas Heller? ¿Tiene Heller siquiera el conocimiento económico para haberlas comprendido?
¿Tiene Heller, entre el ejército de asesores que viven de nosotros, alguien que sea capaz de explicárselas?
¿Y las que tuvieron como destinatario al ministro de economía, Martín Guzmán, que estaba allí, detrás de un barbijo como si estuviera en la cancha del Lobo viendo al Gimnasia de Gorosito, van a ser respondidas por alguien con más cojones que él?
¿Y qué queda para las que se le hicieron al presidente del BCRA, Juan Carlos Pesce? ¿Cómo, por ejemplo, la irónica (pero totalmente cierta) referencia de un país que gasta dólares que no tiene para importar pesos (fabricados en otros países porque nuestras máquinas no dan abasto) que nadie quiere porque sobran? Tetaz estimó el ahorro anual por dejar de hacer esa pelotudez en 100 millones de dólares.
El diputado de JxC ya anticipó que había hecho este mismo ejercicio cuando fue la discusión del presupuesto y nadie del gobierno se dignó a responder ninguna de sus preguntas, con lo cual el bloque opositor se vio en la obligación de rechazar ese proyecto.
¿Está el gobierno generando a propósito una situación similar para repartir -cómo hace siempre- la responsabilidad en otros lugares que no son los propios?
El diputado Tetaz también deslizó un interrogante interesante. El gobierno presenta la situación como que no le queda otro remedio que negociar con el FMI por el desaguisado de Macri. 
Llenó el proyecto de adjetivos y de referencias políticas a la operación de mayo de 2018 como si eso tuviera algún valor legislativo. Pero ocultó detrás del fárrago de números el hecho de que aprovecha la volada para pedir más de 4500 millones de dólares de deuda adicional con el organismo que ellos rotulan con la mismísima etiqueta del infierno. ¿Alguien va a responder a qué se debe eso? ¿Alguien va a ser explicar por qué siguen tomando deuda (y nada menos que del mismo demonio) si consideran que eso mismo que hizo otro para cancelar deudas que tomaron ellos es presentado como un acto criminal perseguible ante la Justicia?
Otra iniciativa interesante de Tetaz -planteada con el formato de una pregunta- fue reclamar que no se tome un solo agente público más a sueldo de la sociedad mientras ésta tenga que hacer los sacrificios necesarios no para pagar esta deuda (porque esta deuda no se paga nunca) sino para seguir perteneciendo al mundo civilizado. 
La pregunta que hizo Martin y que nadie respondió fue que le explicaran cómo, en estas condiciones, el entrenador de Dylan había sido tomado como personal del Ministerio de Seguridad a cargo de Aníbal Fernández. ¿Será que Dylan hará ahora las veces de investigador secreto?
No hay dudas que el conjunto de malhechores que llevan puestos hoy en día los trajes de funcionarios del gobierno están allí solo para robar y para chuparle la sangre a la sociedad mientras ellos viven como reyes.
Solo así puede entenderse el nombre del sello de goma que, con el nombre de “partido político”, Carlos Heller integra el Frente de Todos: “Partido Solidario”. Sí, Heller, ya entendimos: solidarios con usted; usted viven con todos los privilegios del Estado mientras la sociedad “solidariamente” se los paga.

Publicado en The Post.




 

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