Mensaje de fin de año: un año de progreso a menudo interrumpido
Marian Tupy
Editor de HumanProgress.org y analista de políticas públicas del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global. 


A medida que otro año llega a su fin, el editor de Human Progress asume el desafío habitual de resumir los últimos 12 meses de una manera esperanzadora y realista. Como nuestros lectores ya saben, la pandemia de Covid-19 interrumpió y, en algunos casos, revirtió parcialmente algunas de las tendencias positivas a largo plazo que nos gusta destacar, incluido el crecimiento de la esperanza de vida, la apreciación del ingreso real y la reducción de la pobreza absoluta. Luego vino la invasión rusa de Ucrania y la catástrofe humanitaria concomitante. Un escéptico puede estar tentado a concluir: “Entonces, hasta ahí llegó el progreso”.
Pero, como yo y otros promotores de la idea del progreso humano nunca dejamos de señalar, la mejora de la condición humana no es linean ni inevitable. La humanidad frecuentemente da dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás, a menudo gracias a decisiones sin sentido tomadas por la élite gobernante (ya sean ecologistas extremos en Europa o nacionalistas rusos). Y el progreso no significa que todo saldrá bien para todos, en todas partes y siempre. Eso no sería un progreso, sino un milagro, como nos recuerda Steven Pinker de la Universidad de Harvard. Dicho esto, mientras construyamos más de lo que destruimos, ¡estaremos saliendo adelante!
Mi coautor Gale Pooley y yo documentamos exhaustivamente ese proceso en nuestro libro Superabundancia. En resumen, encontramos que entre 1850 y 2018, la abundancia de recursos personales de un obrero de EE.UU. aumentó en un 5.762%. Eso significa que la abundancia de recursos en EE.UU. en su conjunto (es decir, la abundancia de recursos personales multiplicada por la población de EE.UU.) aumentó en un asombroso 83.242%. Es cierto que, debido a la mayor inflación y la consiguiente reducción del poder adquisitivo real, hoy podemos permitirnos menos de lo que podíamos hace tres años. Pero se necesitaría una hiperinflación sostenida para erosionar todas las ganancias que hemos logrado en los últimos dos siglos. Eso es posible, pero poco probable. 
Nuestro libro sigue los pasos del gran Julian Simon, quien fue el primero en señalar que el cerebro humano es el recurso supremo y que, mientras que disfruten de relativa paz y libertad, las personas seguirán resolviendo problemas actuales y futuros. Cualquiera que quiera apostarme a que la esperanza de vida global, por poner solo un ejemplo, será más baja en 2032 que en 2022, puede hacerlo. Sin embargo, dado que la humanidad podrá eliminar pronto las muertes por malaria (seguramente el mayor flagelo de nuestra especie) y considerando los muchos otros avances médicos y tecnológicos que documentamos este año, sería una apuesta perdida. 
El Dr. Stephen Davies del Instituto de Asuntos Económicos de Londres escribió recientemente: “Tendemos a ver la historia como un evento político tras otro, [aunque] son la tecnología y las ideas, no la política, las que más cambian nuestras vidas”. Luego pidió a sus lectores que consideraran dos conjuntos de fechas:
  1. 4/7/1776, 14/7/1789, 1914, 1933, 1917, 1215, 1815 y 1066
  2. 5/7/1687, 9/3/1776, 24/11/1859, 1/10/1908, 28/2/1953 y 26/4/1956
El primer conjunto de fechas se refiere a eventos políticos: la Declaración de Independencia de EE.UU., la caída de la Bastilla, el comienzo de la Primera Guerra Mundial, la llegada al poder de Hitler en Alemania, la Revolución Rusa, la redacción de la Carta Magna, la Batalla de Waterloo y la Batalla de Hastings.
El segundo conjunto de fechas se relaciona con importantes avances intelectuales y técnicos: las publicaciones de Philosophiae naturalis princpia mathematica de Isaac NewtonLa riqueza de las naciones de Adam Smith y El origen de las especies por medio de la selección natural de Charles Darwin; el inicio de la producción del primer Modelo T de Ford; la fecha en que Francis Crick y James Watson anunciaron su descubrimiento de la estructura del ADN; y la navegación del primer buque portacontenedores de Nueva Jersey a Texas.
Los eventos políticos importan, por supuesto, especialmente para aquellos que están en el extremo receptor de las turbulencias políticas. Pero nuestra vida diaria está mucho más impactada por Alexander Fleming que por Robespierre. Dentro de cien años, sospecho, miraremos hacia atrás al 2022 no como el año de inflación y la guerra, sino como el año en el que la humanidad comenzó a resolver el enigma de la fusión, dando otro paso hacia la energía limpia abundante y el florecimiento humano generalizado. 
La clave para el equilibrio psíquico en 2023, les propongo, no es ignorar los acontecimientos políticos, sino moderar la dieta de información con una dosis diaria de noticias positivas. Siempre debemos recordar que por cada político venal y “hombre de negocios” que busca rentas, hay miles de científicos, ingenieros, reparadores y otros innovadores, que trabajan muchas horas para hacer del mundo un lugar mejor. 
Por lo tanto, suscríbase a nuestro boletín semanal y esté atento a nuestro sitio web completamente rediseñado que podrá visitar desde este año. 
Marian.
Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 30 de diciembre de 2023 y en Cato Institute.

 

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