La burocracia que el humo no deja ver
Ricardo Runza
Ingeniero
Aeronáutico y Magíster en Defensa Nacional.
En Córdoba se quemaron unas 80.000 hectáreas. Nadie puede
decir que no fue una crisis, una catástrofe, una emergencia o que no necesitó
una gestión integral del riesgo. El Estado Nacional cuenta para esto con fondos
específicos y una extensa burocracia.
Esa burocracia comienza con la Jefatura de Gabinete de
Ministros, responsable de la coordinación interministerial en el Estado
nacional y que además posee la gestión de la Lucha Contra el Fuego.
Para la planificación y fijación de prioridades cuenta
con la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que tiene que “Entender en el desarrollo
de una estrategia de seguridad nacional, estrategias derivadas y
contribuyentes, … , en coordinación con las áreas competentes del Estado
Nacional”.
Aademás, “asistir y asesorar al Jefe de Gabinete de
Ministros en la articulación de planes y acciones con las diferentes áreas del
Estado Nacional, Provincial y Municipal, frente a situaciones de crisis que
puedan amenazar la paz y seguridad nacional, así como ante grandes
catástrofes…”. Para esto, esa secretaría tiene una Subsecretaría de Articulación
Institucional de Asuntos Estratégicos.
Además, la Jefatura de Gabinete posee bajo su dependencia
una ViceJefatura de Gabinete del Interior, a quien le reporta la Secretaría de
Turismo, Ambiente y Deportes, que tiene que “entender,…, en la organización, sostenimiento
y gestión del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF)”.
Para esto, dicha secretaría cuenta con la Subsecretaría
de Ambiente de la cual depende el SNMF que es un organismo de coordinación de
los recursos (brigadistas, aviones hidrantes, helicópteros, camionetas y otros
vehículos) requeridos para el combate de incendios que se encuentran
distribuidos en seis regiones en todo el país.
Ante este tipo de situaciones interviene el Ministerio de
Defensa, que posee la Subsecretaría de Planeamiento y Coordinación Ejecutiva en
Emergencia. A ella le corresponde “asistir al Ministro en la respuesta ante
situaciones de emergencia y/o desastres naturales, en la coordinación del apoyo
y despliegue de las fuerzas armadas, para el desarrollo de tareas, actividades
y en las acciones de preparación, prevención y respuesta inmediata y post
crisis”.
Asimismo, tiene como función “intervenir, … en las
acciones de prevención y respuesta requeridas para la protección civil de los
habitantes ante hechos del hombre y de la naturaleza, coordinando su accionar
con el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección
Civil (SINAGIR) creado por la Ley Nº 27.287, con el Sistema Nacional de Manejo
del Fuego creado por la Ley Nº 26.815 y con los organismos con competencia en
la materia”.
Para esto, cuenta con la asistencia de la Dirección de
Logística Operativa en Emergencias, la Dirección de Planeamiento de la
Asistencia Militar a la Protección Civil y la Dirección Nacional de Prevención
y Articulación Federal ante Desastres Y Emergencias.
También interviene con un rol central el Ministerio de
Seguridad (Interior), que tiene la Secretaría de Articulación Federal que debe
“asistir al Ministro … en la coordinación del SINAGIR …”.
Y también “Monitorear la política del SINAGIR …”,
“Dirigir la Secretaría Ejecutiva y asistir a la Presidencia del Consejo
Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil” y
“Coordinar con el responsable del sistema la administración y el empleo del
Fondo Nacional de Emergencias -FONAE- y del Fondo Nacional para la Gestión
Integral del Riesgo –FONGIR“.
Para esto cuenta con una Dirección Nacional de Apoyo
Federal de Emergencias que tiene a su vez una Dirección de Operaciones de
Protección Civil que posee además una Coordinación de Respuesta de Protección
Civil y otra Coordinación de Logística de Protección Civil.
Además, cuenta con una Dirección de Apoyo al Sistema
Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y también con otra Dirección de
Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres que a su vez posee una
Coordinación de Prevención del Riesgo de Desastres, otra Coordinación de
Relaciones Institucionales para la Prevención y Reducción del Riesgo de
Desastres y -como si esto fuera poco- también tiene una Coordinación de
Voluntariado en Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres. Se destaca que el
FONAE fue recientemente disuelto. Ningún país serio disuelve su fondo para
emergencias.
El área de Seguridad del Estado Nacional requiere una
reingeniería profunda. Los cargos descriptos indican que la motosierra aquí ni
siquiera arrancó. Además, cuando uno compara los medios aéreos de países con
alto riesgo de incendios como Canadá y Australia con los de Argentina es
evidente que el Gobierno tiene un problema de prioridades, reflejado en las
adquisiciones previstas en defensa y seguridad en el proyecto de Presupuesto
2025.
El Ministerio de Defensa podría contribuir -mucho más de
lo que hoy hace- si se aplicara mejores criterios de eficiencia y de uso
interagencial; por ejemplo: si contase con kits contraincendios para aeronaves
militares. El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado tiene una
tarea colosal por delante. Córdoba no fue el último caso. Vienen más, de igual
o peor magnitud en el país. No hay tiempo que perder.
Publicado en Clarín.
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