Un año y medio de Milei: así ha revolucionado la economía de Argentina

Diego Sánchez de la Cruz
Director de Foro Regulación Inteligente. Investigador asociado del Instituto de Estudios Económicos. Analista económico y político en prensa, radio y televisión. Desde 2013, colabora de forma habitual en Libre Mercado, Libertad Digital y EsRadio. Autor de tres libros “Liberalismo a la madrileña” (Deusto, 2021), “Por qué soy liberal” (Deusto, 2017) y “Sin medias tintas” (Unión Editorial, 2014). Profesor asociado en UCJC y diversas escuelas de negocios.
Un año y medio
después de asumir la presidencia, Javier Milei ha transformado por completo el
panorama político y económico de Argentina. Con un estilo combativo y un
programa abiertamente liberal, el mandatario ha desmantelado buena parte del
aparato estatal, ha eliminado controles de precios y subsidios, y ha impulsado
una fuerte apertura comercial.
Sus medidas,
siempre discutidas por la izquierda pero impecablemente coherentes con su
programa electoral y su ideología, han provocado una drástica caída del gasto
público, lo que ha traído consigo una profunda desaceleración de la inflación
merced al fin de la monetización de la deuda pública. Asimismo, Milei ha sacado
un reordenamiento del sistema cambiario y ha aprobado cientos de medidas de
desregulación, todo ello mientras el país intenta recuperar la confianza de los
mercados y revertir décadas de estancamiento.
Combatir la
inflación en Argentina ha sido uno de los retos más serios que ha enfrentado el
gobierno del galardonado con el Premio Juan de Mariana en 2024. Cuando asumió
el poder, en diciembre de 2023, la tasa de inflación superaba el 25% en
términos mensuales, reflejo de un sistema quebrado en el que el gobierno
recurría a una emisión monetaria descontrolada para así financiar un gasto
público abiertamente deficitario e insostenible.
Tras el ajuste,
el superávit
Milei identificó
desde el inicio que la monetización de la deuda del Tesoro por parte del Banco
Central era el principal motor inflacionario, de modo que su estrategia fue
cortar de raíz esta práctica. Así, en apenas un mes, implementó un severo
ajuste fiscal, equivalente a reducir hasta en un 30% el gasto real del gobierno
federal.
Así, desde enero
de 2024, el gobierno de Javier Milei ha registrado superávit fiscal mes tras
mes, logrando algo inédito en la historia económica reciente de Argentina:
mantener las cuentas públicas en equilibrio —e incluso en terreno positivo— sin
incurrir en déficit fiscal primario ni financiero. Según datos oficiales, esto
no ocurría de forma sostenida desde al menos 2008, y en términos financieros
(es decir, incluyendo pago de intereses) habría que remontarse a comienzos de
los años 90, durante la etapa inicial del plan de convertibilidad.
Antes de la
llegada de Milei, Argentina presentaba un déficit fiscal crónico. En los
últimos años previos a su gestión, aproximadamente el 60% del déficit primario
era financiado mediante emisión monetaria directa por parte del Banco Central,
lo que alimentaba de forma estructural el proceso inflacionario. De hecho,
estudios independientes estiman que, entre el ajuste fiscal (reducción del gasto
y mejora en ingresos reales) y el ajuste monetario (fin del financiamiento al
Tesoro), el giro económico que ha sacado adelante Milei ha supuesto un recorte
equivalente a 15 puntos del PIB. Esta combinación de disciplina fiscal y freno
a la expansión monetaria supone el mayor ajuste de la historia moderna.
Caída de la
inflación
Puesto que el
ajuste presupuestario detuvo asimismo la asistencia monetaria al Tesoro y ancló
la base monetaria poniendo fin a su continua expansión, los efectos han sido
notables. Tras meses de desinflación progresiva, las estimaciones de la mayoría
de casas de análisis para mayo de 2025 apuntan a que el pasado mes habrá
cerrado con una inflación mensual de poco más del 2%, lo que representa una
caída de más del 90% respecto al inicio de su mandato. Es importante tomar en
cuenta que los niveles de inflación siguen siendo muy altos, ya que un aumento
mensual del 2% supone una tasa anual del 27%.
Sin embargo, al
comienzo de su mandato se estaban alcanzando cotas del 25% mensual que, en tasa
anual, supondrían una hiperinflación del 1180%. Por lo tanto, la mejora que ha
experimentado Argentina en un año y medio es ciertamente espectacular y pone de
manifiesto que la aplicación de ajustes presupuestarios combinada con una
política monetaria de "emisión cero" ha contribuido a tumbar la mayor
lacra que ha enfrentado el país del Cono Sur en tiempos modernos, como es el
fantasma de una inflación que, en promedio anual, ha sido del 40% anual, con la
consecuente erosión del poder adquisitivo de los ciudadanos.
Con el paradigma
monetario en vías de saneamiento, Milei ha levantado el llamado "cepo
cambiario", es decir, las restricciones impuestas por el gobierno
argentino que impedían a ciudadanos y empresas comprar libremente dólares u
otras divisas extranjeras. En la práctica, esto significaba que los argentinos
no podían acceder al tipo de cambio oficial para comprar dólares, salvo en
casos muy limitados, de modo que se veían obligados a recurrir a mercados
paralelos, donde el dólar estaba mucho más caro. Esto daba pie a múltiples
tipos de cambio (oficial, "blue", MEP, etc.), complicando sobremanera
el comercio exterior y espantando inversiones extranjeros.
Fin del cepo
cambiario
Desde abril de
2025, Javier Milei levantó el cepo cambiario, permitiendo que ciudadanos y
empresas compren y vendan divisas sin restricciones. Contra los pronósticos
catastrofistas, la inflación siguió bajando y la brecha cambiaria se desplomó:
mientras en diciembre de 2023 el dólar "blue" duplicaba al oficial,
hoy apenas hay diferencia entre ambos. Gracias a esta unificación, Argentina
recuperó la libertad cambiaria por primera vez en más de una década. La
estabilidad del tipo de cambio es ahora reflejo del equilibrio fiscal y del fin
de la emisión monetaria, todo un logro del gobierno.
Si Luis
"Toto" Caputo ha sido una figura clave al frente del ministerio de
Economía y ha tenido mucho que ver con todos estos avances promovidos con
Milei, no se puede decir menos de Federico Sturzenegger, el ministro encargado
de reducir la burocracia y los excesos regulatorios. Este dirigente ha liderado
una profunda agenda liberalización y desregulación de la economía argentina,
desmantelando cientos de normas que bloqueaban la libertad económica, la
producción y la inversión.
Liberalización de
la economía
Entre sus medidas
más destacadas figuran la derogación de leyes de control de precios, la
apertura del comercio exterior, la eliminación de licencias y permisos, la
flexibilización de contratos laborales, la liberalización del sector de la
aviación comercial o el fin de los controles de precios en el alquiler de
vivienda, medida esta última que ha propiciado un fuerte incremento de la
oferta combinado con una caída a plomo de los precios. En paralelo, Stuzenegger
ha impulsado la simplificación administrativa, recortando en más de 40.000
efectivos la plantilla de empleados públicos y apuntando a un aparato estatal
más ágil y menos costoso para los contribuyentes.
Además de bajar
la inflación, ampliamente reconocida como un "impuesto en la sombra",
Milei ha empezado a trabajar en la reducción de otros impuestos. Además de
acabar con algunos gravámenes que afectaban a las compras con tarjeta de
crédito, ha ofrecido un "blindaje fiscal" de 30 años a las grandes
inversiones que lleguen al país, captando de esta forma 8.700 millones de
dólares. En paralelo, una "amnistía fiscal" afloró cerca de 10.000
millones de dólares.
En paralelo, el
gobierno ha anunciado que las autoridades tributarias aflojarán su presión
sobre los ciudadanos, reduciendo los requisitos de información financiera y
poniendo fin al trato "propio de delincuentes" que, según Milei, se
venía dando a los contribuyentes. Por si no fuese suficiente, el presidente se
ha reunido con Arthur Laffer y, tras dicho encuentro, ha empezado a trabajar
para eliminar el 90% de los impuestos en vigor.
No hay que
olvidar que, de acuerdo con los datos compartidos por el Ejecutivo, la pobreza
ha caído del 53% al 38% durante el pasado año 2024, mientras que la pobreza
extrema ha caído del 20% al 9%. Al mismo tiempo, los salarios reales se están
recuperando con fuerza y están ganando terreno a la inflación durante buena
parte del ejercicio anterior y el primer cuatrimestre de 2025. En resumen: un
año y medio de continuos avances que han puesto de manifiesto lo bien que le
sienta la libertad económica a aquellos países que apuestan por ella sin
complejos, como ha hecho Argentina desde que Milei llegó a su presidencia.
Publicado en Libre Mercado.
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