En puertas de una sublevación civil ingobernable
Humberto Bonanata

Director de Notiar. Premio a la Libertad 2012, otorgado por Fundación Atlas para una Sociedad Libre.



“Es propio de mentes estrechas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza”
-Antonio Machado

 
Campagnoli, Lijo, Alconada Mon, Lavieri y Wiñazki marcan el golpe de gracia al régimen segundo tras segundo. El kirchnerismo se desmembra y se asemeja a la huida de Juárez Celman del poder tras la Revolución del Parque de 1890. Con una diferencia: el vicepresidente era Don Carlos Pellegrini.

Vivimos sin darnos cuenta una etapa nueva de nuestra historia. Poder popular y judicial unidos en justas causas.

El poder central engendra estupor ciudadano frente a actos que debiera encontrarlos más sólidos, ya que aún tienen el deber de gobernar hasta el 10 de diciembre de 2015.

Demuestran en cada acto la impostura de la “asociación ilícita gobernante”. 

Porque son eso, un conjunto de individuos que hizo de la República en estos largos once años un botín de presa sin medir las consecuencias que desde mañana, con la indagatoria de Amado Boudou, comienzan a carcomerlos en piel propia.

Jorge Asís, (a) “El Turco”, descubridor de varios entramados del kirchnerato, resumió en pocas palabras la gravedad institucional de la que –sin darnos cuenta- somos partícipes expectantes:

“El problema es profundo, acá no está en juego el tema Ciccone, que es prácticamente un tema menor. Lo que está en juego es el complejo fenómeno delictivo del kirchnerismo”, 

“Él agrede al juez (Ariel) Lijo de una manera tan obvia como para conseguir la posibilidad de recusarlo. Pero intuyo que Lijo es un juez lo suficientemente solvente”, 

“Decirle que Lijo actúa de acuerdo a lo que se decide en el despacho de (el CEO de Clarín) Héctor Magnetto eso es un argumento que trata de seducir a la doctora.”, concluyó. (“Cada Mañana” Radio Mitre- 6/6/2014).

Ni el mayor enemigo podía imaginar que al ex Amado político de C.F.K. se le “soltaría la cadena” de tal forma que certificaría antes del acto procesal que lo asiste como derecho de defensa, su autocondena en la más absoluta soledad del poder.

Sabido es que Máximo y su madre han tenido más de una discusión sobre los límites del aguante hacia Aimé. Sólo lo banca ella, con su irascible poder en retirada y frente a la sinrazón de la elocuencia. 

Ella está pagando la elección fallida de su vicepresidente, siempre detestado generacionalmente por los pendejócratas de “la Cámpora”.

El preanuncio de la licencia anunciada si Boudou –seguramente- resulta ser procesado por el Juez Federal Ariel Lijo, con la elección de Gerardo Zamora como Presidente Provisional del Senado de la Nación en febrero, marca tiempos difíciles de convivencia social que ni el mundial de futbol logrará aplacar.

Prueba de ello es la viralización de la convocatoria en defensa de la investidura del fiscal José María Campagnoli, ciudadano ilustre y personalidad destacada de las ciencias jurídicas de la ciudad de Buenos Aires para el miércoles 18 de junio a las 19.00 hrs. frente a la Procuración General de la Nación, Avda. de Mayo 760, que ya se ha expandido a las principales ciudades del país. 

Como “frutillita del postre” muchos suman a Ariel Lijo, quien también ha demostrado mantenerse incólume frente a los atropellos del Boudou, sólo cercado por la cercanía en ser probada la actitud delincuencial de sus actos…

¿Quién podía pensar en 2011 cuando obtuvieron el 54% de los votos positivos que dos años y medio después comenzarían la retirada anticipada ante el delito continuado del que son autores primarios?

¿Quién imaginaría entonces que la oposición no peronista comenzaría un prudente armado –provincia por provincia- entre UNEN y PRO?

¿Quién imaginaría que en las postrimerías del régimen Teresa Parodi sería Ministro de Cultura y Ricardo Forster terminaría tratándonos de enseñar a pensar al fiel estilo fascio-stalinista?

¿Quién imaginaría que el Papa sería argentino y que participara en el armado de las primarias del peronismo tratando de unir a Scioli con Massa? (previa foto junto a Milagro Sala).

La banda en fuga ha superado la racionalidad de la ciencia política.

La gente el 18 de junio vuelve pacíficamente a las calles en defensa de La Justicia (con mayúsculas). 

Eso es bueno; estos once años nos han enseñado con el rigor de los hechos, los postulados básicos de la sabia Carta Alberdiana: la división de los poderes republicanos.

“El que se cansa pierde” es la consigna de los opositores a la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela. Nos demuestran su valentía y su despertar en la recuperación de la libertad…a veces a sangre y fuego.

Que aquí nunca vuelva a suceder.

Depende sólo de nosotros.
 

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