“Las Cuarenta” de Guita-rrita
Enrique G. Avogadro
Abogado.


“Vieja calle de mi barrio donde he dado el primer paso,
vuelvo a vos, gastado el mazo en inútil barajar, con una llaga en el pecho, con mi sueño hecho pedazos, que se rompió en un abrazo que me diera la verdad. … Hoy no creo ni en mí mismo. Todo es grupo, todo es falso, y aquél, el que está más alto, es igual a los demás … Por eso, no has de extrañarte si alguna noche, borracho, me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar”.

        

Este tango de Florián Francisco Gorrindo y Roberto Grela parece escrito para nuestro Vicepresidente, tan apurado en las movedizas arenas en que ha comenzado a hundirse por sus fábulas, sus casualidades y sus mentiras.

 

Obviamente, el hecho político de la semana lo constituyó la entrevista que Guita-rrita concedió, en las pantallas de Clarín, a Marcelo Zlotogwiazda y Ernesto Tenenbaum. En sus originales respuestas a las incisivas preguntas de los periodistas, reconoció cosas que, hasta ayer mismo, negaba; el mejor ejemplo fue la comida en el Palacio Duhau con Nariga Núñez Carmona -su amigo y socio-, Claudio Belocopitt -dueño de Swiss Medical Group- y un tercer comensal, un tal Willy que, según Boudou, ni se identificó ni pronunció palabra alguna, por lo cual ignoraba que se trataba de Guillermo Reinwik, yerno de Ciccone. Los malintencionados espectadores sufrieron un grave ataque de risa pero, ¿no puede un Vicepresidente de la República sentarse a una mesa pública sin averiguar quienes son los otros tres que lo acompañan?, ¿es acaso anormal o sospechoso que no lo haya inquirido?

 

El meollo de la cuestión pasa por la respuesta a otras preguntas que nadie osa hacer públicamente, seguramente para no desestabilizar al Gobierno y, sobre todo, a la nueva jefa espiritual de la Nación: ¿cuáles fueron las razones que llevaron a Cristina Kirchner a convertirlo en su compañero de fórmula?, ¿de qué armas dispone la Presidente para contener a Boudou para que no hable?, ¿cuáles son los secretos que guarda, por ahora, el Vicepresidente para obligar al Ejecutivo a sostenerlo aún hoy? Allí está el verdadero intríngulis de la causa más complicada para el Gobierno en estos momentos, cuando todavía otras, algunas tan importantes como ésta o más, juntan polvo en los cajones de Comodoro Py.

 

Le sugiero no se pierda la excelente columna que publicó Carlos Pagni el 12 de junio en La Nación; basta con que haga click en http://tinyurl.com/ohl6wnn; al imaginar qué hubiera ocurrido si todo este escándalo se hubiera producido en Gran Bretaña, es absolutamente perfecta. Esta absurda trama, que cada día entrampa más a Guita-rrita y lo confronta con su pasado y sus amigos, supera cualquier ejercicio de imaginación.

 

El grave problema es que los objetivos y, consecuentemente, las estrategias de la Presidente y de Boudou son diametralmente opuestos. Mientras que doña Cristina necesita que, si algo grave sucede, sea después de entregar el poder a su sucesor, Guita-rrita aspira a lo contrario pues sabe que, cuando llegue el final, atravesará el desierto solo, irá preso y, si lo intentara, los datos sobre otros hechos graves de corrupción que pudiera estar dispuesto a revelar para aliviar sus penas ya no tendrán el efecto ‘pánico’ que hoy producen.

 

Pero lo realmente notable de la estrategia defensiva oficialista es la reiteración en colocar a Magnetto en el rol de un “Patrón del Mal” local, autor imaginado de mayores tropelías que las atribuidas a Pablo Escobar Gaviria en la popular serie. Claro que, como no se adecúa al “relato”, es preciso olvidar que, hasta la crisis del campo, en 2008, el dueño del concentrado multimedios era socio de los Kirchner y una pieza clave en la construcción de la revisada historia nacional.

 

Hoy resulta, a estar a los dichos de los lenguaraces de doña Cristina, que detrás de los robos de Bonafini, Schoklender y las Madres de Plaza de Mayo a través de los “Sueños Compartidos” por los miles beneficiarios de las inexistentes casas populares, estaba Magnetto. La valija descubierta en manos de un venezolano torpe, Antonini Wilson, la había puesto Magnetto en el avión para que fuera descubierta, y lo mismo hizo con la bolsa de inexplicado dinero en el baño de la Ministra de Economía de entonces, la sonriente Felisa Miceli.

 

El tenebroso personaje dispone de un poder de tal magnitud que puede hacer que los poderes judiciales suizo y uruguayo, ante la inacción de la justicia argentina, investiguen al pobre Bóvedas Báez, o que los organismos policiales norteamericanos hagan lo propio con Timba López. También sería responsable de las confesiones de British Petroleum ante la SEC de Estados Unidos de haber pagado coimas a un ministro (el renombrado De Cobrado) y a un gobernador (el Portugués Das Neves), y qué decir de similares actitudes de Skanska ante las autoridades suecas por coimas al mismo incombustible ministro.

 

De su frondosa imaginación surgieron las acusaciones de precios inflados en la compra de los aviones fabricados por Embraer, que han puesto a esa empresa en la mira de las autoridades brasileñas e internacionales. Y también las imputaciones a Recalde por los nunca publicados balances de Aerolíneas Argentinas, pese a que la compañía pierde más de dos millones de dólares diarios.

 

Ante la quita de su negocio en la televisación del fútbol, el siniestro Magnetto hizo que llovieran denuncias sobre Fútbol para Todos, que han provocado que se comenzara a investigar a Anímal Fernández, a Abalito Medina, a Coqui Capitanich y al treintañero Julio Grondona por el desvío de fondos y el direccionamiento de la pauta oficial. El verso que llega a los “pibes para la liberación” en cualquier momento atribuirá al pérfido la oculta propiedad de los fondos de holdouts que litigan en el mundo contra la Argentina y que amenazan con hacerla incurrir nuevamente en default.

 

Ha trascendido, también, que está sembrando datos falsos en la estatal Enarsa, para cuando llegue la hora de preguntar qué pasó con las enormes importaciones de gas licuado, causantes en gran medida de la inflación y de la caída en las reservas, con exceso en las compras y sobreprecios fenomenales.

 

Como dije muchas veces, es malo que a uno lo tomen por imbécil pero si, además, le tocan el hombro y lo llaman así, me parece demasiado. Sobre todo cuando eso proviene de un gobierno a punto de irse, por las buenas o por las malas, como están demostrando los jueces federales en todas las instancias y hasta los empresarios, cómplices por acción u omisión del interminable desastre de nuestra economía.

 

Pero uno de los analistas mejor informados del país, quizás el más, ha comenzado a dar por inevitable una nueva era en la Argentina, en la cual se desterrará la corrupción de las prácticas habituales de la política y de la sociedad civil, y la recta moral y la buena conducta serán premiadas. Coincido con Jorge Asis en ese pronóstico, sobre todo porque las penurias que nos veremos a enfrentar a corto plazo impedirán, esta vez, que nuestra panza prime sobre nuestro corazón y, sobre todo, nuestro cerebro. Por lo demás, la reunión de la ACDE fue en el mismo sentido, y los presentes reconocieron que para que un corrupto oficial exista, debe haber un corrupto privado que pague la coima.

 

El miércoles 18 de junio, a las 19:30, la ciudadanía tiene una cita de honor con la Justicia independiente, eficaz y rápida, en la Avda. de Mayo 760, C.A.B.A., pues comenzará el inicuo proceso montado por la Procuradora Giles Carbó al Fiscal José María Campagnoli, otro seguro cómplice de Magnetto, generado por el exceso en la investigación al inocente Bóvedas, a quien se pretende hacer aparecer como testaferro de los Kirchner y mero custodio de parte de la fortuna de la familia imperial.

 

Argentina baila siempre con ritmo de tango pero, como dijo la profetisa Eladia Blázquez, “Hoy Discépolo resulta un optimista, con las cosas que tenemos a la vista. Cambalache de una era sin fortuna, hoy nos suena en este bache como una canción de cuna”.
 
 

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