Más que un sentimiento
Alejandro Cánepa
Periodista agropecuario. Titular de www.agro-noticias.com.


Se dice que el “país se para” durante los mundiales de fútbol, pero el campo puede dar fe de que el parate que vive no tiene nada que ver con el deporte. Y aunque es conocida la estrategia política de distraer al pueblo con esta clase de eventos, el país llegó a un punto en el que ni dos mundiales juntos podrían ocultar la situación.
En diálogo con La Hora del Campo, Luis Miguel Etchevehere, titular de la SRA resumió el escenario de la actividad agropecuaria: “Se han perdido más de 10 millones de cabezas de ganado, se retiraron más de 16 mil productores ganaderos y se cerraron más de 130 frigoríficos. Tuvimos además las dos peores siembras de trigo del siglo, cerraron 6 mil tambos en los últimos 7 u 8 años y hay más de 600 campos abandonados en la provincia de Santa Cruz porque la lana no es rentable”.
La descripción del presidente de la SRA se queda corta. No incluye lo que sucede en las economías regionales, ni el aumento de los costos que alcanza a todas las producciones. El gasoil, por ejemplo, se incrementó en lo que va del año un 100%. Esto afecta a la producción desde dos aristas: en el uso de las maquinarias y en la consecuente suba de los fletes. Y eso que tampoco hay que olvidarse de los recurrentes aumentos de los impuestos rurales de cada provincia.
Por estos motivos es que el campo mantiene su postura de lucha. Esta semana, la Mesa Nacional de Productores de Leche reiteró su preocupación por la falta de implementación de una política que posibilite revertir la situación de los tamberos, en particular de los más pequeños, que muestran una tendencia a salir del sistema y reorientar su producción hacia otras actividades. 
En el mismo comunicado, la agrupación propone realizar una asamblea el 7 de julio en Sunchales, Santa Fe. “Lamentamos que el gobierno siga sin escucharnos y sin aplicar cambios en las políticas que dan como resultado la desaparición de productores y el estancamiento de la actividad. El documento hace alusión también a una profundización de la situación de quebrantos en numerosos tamberos.
No hay tiempo que perder. Hay serias evidencias de que se vienen épocas de vacas flacas y es necesario activar mecanismos para que el panorama futuro no sea tan nocivo. La caída en el consumo de lácteos es una señal importante que indica que no sólo el campo está sufriendo, sino también los sectores más vulnerables del pueblo. 
 

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