Un collage de Douglass North
Carlos Goedder
Carlos Goedder es el seudónimo de un escritor venezolano
nacido en Caracas, Venezuela, en 1975. El heterónimo de Carlos Goedder fue
alumbrado en 1999 (un juego de palabras con el nombre de pila correspondiente
al autor y el apellido de Goethe, a quien leyó con fruición en ese año. La
combinación de nombre algo debe también a la del director orquestal Carlos
Kleiber).
"Una sociedad que priorice la igualdad por sobre la
libertad no obtendrá ninguna de las dos cosas. Una sociedad que priorice la
libertad por sobre la igualdad obtendrá un alto grado de ambas" - Milton
Friedman
IN MEMORIAM: Un
collage de Douglass North. Carlos Goedder
El 23 de noviembre de 2015 ha fallecido Douglass C.
North, nobel de economía en 1993 (junto a Robert W. Fogel), nacido el 5 de
noviembre de 1920. Evocarlo desde CEDICE
LIBERTAD es oportuno, considerando que en 1995, en vísperas del ascenso al
poder del chavismo, North visitó Venezuela. En aquel momento estaba iniciando
la segunda administración de Rafael Caldera, que definitivamente no logró hacer
a tiempo reformas que devolvieran a su país al trayecto de la libertad y la prosperidad social compartida. El nobel propuso una serie de reformas que
evoca Francisco Monaldi en una entrevista que publicó el portal Prodavinci en 2009 (1). Ni siquiera
North tenía en aquel entonces la clarividencia para vislumbrar la volátil
deriva que esperaba a Venezuela.
.
El legado de North, en este convulsionado momento
venezolano de 2015, sigue teniendo vigencia. El premio nobel de 1993 reconoció
el trabajo de los historiadores económicos para mejorar la calidad de vida
individual y social. El veredicto del
premio de North señalaba que el galardonado “enfatizó el papel de los derechos
de propiedad y las instituciones.” (2).
Es oportuno ver varias dimensiones de su legado académico.
.
En esta nota, se consideraran dos líneas de trabajo de
North: como analista institucional, incluyendo conceptos básicos sobre este
tema; y, como estudioso, desde la
economía, de problemas cotidianos y considerando el caso de la “cláusula de
reserva” en el béisbol. Veremos que North se anticipó en casi tres décadas a
Freakeconomics y El Economista Camuflado, mostrando cómo la economía forma
parte de nuestra vida diaria.
.
Afortunadamente, el Fondo de Cultura Económica viene
publicando los trabajos de North desde hace décadas y es posible hallar el
conjunto de referencias que empleo en idioma castellano.
.
Conceptos sobre Instituciones
North considera las Instituciones como las “Reglas del
Juego” social. Así como en los deportes operan una serie de normas, la
coexistencia social pacífica precisa arreglos institucionales, formales y no
escritos, para ser viable.
.
Es oportuno, dentro de esta visión de Instituciones como
normas para el “juego pacífico social”, evocar a Roger Bartra, quien al
reflexionar sobre el juego, desde la psicología, cita a Erik H. Erikson en esta
afortunada frase: “Cuando se terminan la libertad o los límites, se acaba el
juego.” (3) En tal sentido, toda sociedad precisa un equilibrio institucional
que garantice espacios de libertad bajo las normas, o estrangula la
convivencia, el desempeño económico, el tejido social y al individuo.
.
Bartra, un pensador mexicano notable sobre temas del
cerebro, comenta, precisamente, como North incorpora las instituciones sociales
y los símbolos asociados a ellas en la acción humana individual. Citando
nuevamente a Bartra (ver nota 3):
“Esto lleva a North a subrayar la importancia de la
intencionalidad humana consciente y a sostener que ella encarna en las
instituciones sociales. La dificultad radica en que las decisiones y las
elecciones ocurren en lo que llama un mundo no ergódico, es decir, un mundo
social en continuo cambio y lleno de incertidumbre. Las decisiones están
inscritas en un espacio cultural en el que coexisten muy diversos sistemas de
creencias, y en los que se combinan tanto actitudes racionales como
irracionales. Reconoce que [Friedrich A.] Hayek entendió que la mente se
encuentra inseparablemente conectada con el medio ambiente y que construye
sistemas clasificatorios para entenderlo. A partir de esto, North se apoya en
Merlin Donald, a quien ya aludí en el capítulo V, para reconocer la gran
influencia del medio ambiente simbólico.”
Esta cita de Bartra es valiosa porque relaciona con temas
de la psicología que son cada vez más relevantes en la teoría económica y ya
percibían tanto North como otro nobel de economía muy apreciado por los
liberales, Friedrich A. Hayek (nobel 1974).
North emplea el término “mapa mental” y refiere a Hayek durante su
ponencia nobel (4). Citándolo:
“La relación entre mapas mentales e instituciones es
íntima. Los modelos mentales son representaciones internas que los sistemas
cognitivos individuales crean para interpretar el ambiente; las instituciones
son los mecanismos externos (a la mente) que los individuos crean para
estructurar y ordenar el ambiente.”
En terminología de Bartra, las instituciones y la cultura
son parte de un exocerebro, una prolongación de nuestras funciones mentales en
lo social, para lidiar con la incertidumbre y sobrevivir.
.
La historia de las instituciones incorpora un aprendizaje
colectivo y una forma de hacer las cosas, una suerte de “receta de cocina”
social que explica la situación actual y condiciona el futuro. En esta línea,
North cita a Hayek en su conferencia, refiriéndose a su obra Los Fundamentos de
la Libertad (The Constitution of Liberty):
“El Aprendizaje Colectivo – un término empleado por Hayek
– consiste en esas experiencias que han pasado la lenta prueba del tiempo y están incorporados en nuestro lenguaje,
instituciones, tecnologías, y maneras de hacer las cosas. Es la «transmisión a
través del tiempo de nuestro stock
acumulado de conocimiento» (Hayek, 1960: 27). Es la cultura la que provee la
clave para ese trayectoria dependiente-un término empleado para describir la
poderosa influencia del pasado sobre el presente y el futuro.”
Las instituciones incorporan el aprendizaje colectivo y
su diseño tiene consecuencias seculares en la vida social. Formalizando el concepto de Instituciones,
que vengo caracterizando, se puede acudir directamente a una obra de North de
1990, publicada por el FCE en 1993 (5):
“Las instituciones son la reglas del juego en una sociedad
o, más formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a
la interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivos en el
intercambio humano, sea político, social o económico. El cambio institucional
conforma el modo en que las sociedades evolucionan a lo largo del tiempo, por
lo cual es la clave para entender el cambio histórico.”
En el caso latinoamericano, una región que nuevamente es
la más golpeada ante el fin del auge en materias primas, hay una herencia
institucional que parece explicar en buena medida el colapso tanto de esta
región como de sus exportadores institucionales, España y Portugal.
.
Un agudo profesor que tuve en el Programa Galileo de
Fundayacucho, D. Restituto Ferrer, señalaba que los estudiantes debíamos
preguntarnos el porqué había Leyes de Newton, Leyes de Kleper y Teoremas de
Fermat, pero no había Leyes de Rodríguez, Leyes de González o Teoremas de
Pérez. Y el planteamiento apuntaba hacia un elemento clave de las
instituciones, en la aproximación de North: generan incentivos. Las instituciones premian y castigan
conductas. La cultura hispana, con su herencia de Inquisición, clericalismo y
represión, no se ha caracterizado por premiar a quien piensa o emprende. Una
terrible molicie institucional arrastra una trayectoria caracterizada por la
actitud rentista (vivir de minerales y materias primas o bien de acceso a
cargos públicos), autoritarismo con un Estado poderoso y caudillista, trabas al
empresario, irrespeto a la propiedad privada y culto a la uniformidad. La
figura del pícaro, en la literatura del Siglo de Oro, ya captaba el triunfo de
la conducta oportunista.
.
El librepensamiento es creación reciente en estas
geografías de habla hispana, que pasaron de la barbarie a la decadencia sin
conocer la civilización, como corrosivamente dijo Lévi-Strauss en Tristes
Trópicos. La democracia, tan natural para Reino Unido, Francia y Estados
Unidos, es una creación reciente en los países de habla hispana, comenzando por
la Madre Patria, que tuvo una de las más retrógradas y duraderas dictaduras
hasta 1975. La Independencia
Hispanoamericana añadió el componente del Militarismo, que ha asolado en
dictaduras a la región (y sigue haciéndolo), con caudillos militares cuyas hazañas
bélicas son guerras civiles y matanzas de indefensos. Las conductas que generan
rentabilidad son el peculado, el autoritarismo, el crimen y el irrespeto al
prójimo, desamparado por unas Leyes que nadie cumple ni recompensa cumplir.
.
Un autor que abordó de modo notable el tema de historia
institucional comparada, desde Latinoamérica, fue el argentino José Ignacio
García Hamilton. Su obra más ambiciosa sobre esta materia, publicada en 2006,
incluía este revelador párrafo (6):
“Acaso ese ´destino sudamericano´ no haya sido solamente
la violencia política y la desaparición de los opositores políticos por parte
del terrorismo de Estado, sino también la persistencia de los regímenes
patrimonialistas que concentran el poder político y económico, bajo las
diversas formas de dictadura de derecha, de izquierda o los movimientos de masa
con ropaje populista.”
Lejos de optar por un enfoque fatalista, la aproximación
de North desde la economía institucional arroja esperanza y apela a la
creatividad individual, propia de la vida en libertad. Citándolo nuevamente
(ver nota 5):
“Las instituciones son una creación humana. Evolucionan y
son alteradas por humanos; por consiguiente, nuestra teoría debe empezar con el
individuo. Al mismo tiempo, las limitaciones que estas instituciones imponen a
las elecciones individuales son generalizadoras. Integrar elecciones
individuales con las limitaciones que las instituciones imponen a la elección
es un gran paso hacia la unificación de la investigación de las ciencias
sociales.”
El trabajo de North incorpora supuestos conductuales y la
interacción entre instituciones y organizaciones. Profundizar en estas nociones y el cambio
institucional excede las ambiciones de esta reseña. Simplemente busco de
motivar a leer el trabajo de este notable pensador.
.
Economía de lo Cotidiano
Tim Harford y Steven Levitt han ganado popularidad en
este siglo por mostrar cómo piensan los economistas, aplicando su arsenal
conceptual a problemas de la vida cotidiana, algunos tan polémicos como el
aborto.
.
Douglass North, junto a Roger LeRoy Miller, ya habían
considerado esta prometedora vía de divulgación desde 1971, en una obra que
aplicaba el modelo mental del economista a diversos temas cotidianos y de
significación social. Entre los asuntos considerados ya estaba planteado el del
aborto y también la prostitución. La obra ya estaba disponible en castellano,
publicada por el FCE, en 1976. En el Programa Liderazgo y Visión, Roberto
Casanova me permitió emplear algunos capítulos en nuestras sesiones de formación
en economía para “no economistas” (7), durante 1998-2000. También aplicamos un
capítulo, “Aspectos Económicos de la Atención Médica” en la “Mesa Sanitaria” de
1997, promovida desde Liderazgo y Visión y Cedice, y liderada por el Dr.
Gustavo Villasmil.
.
Un capítulo da un ejemplo de aplicación de la economía a
temas cotidianos y donde hay carga institucional. Se trata del problema de la
“cláusula de reserva” (reserve clause) en el béisbol.
.
Esta “cláusula”
sigue, en menor grado, vigente en las Grandes Ligas. Siguiendo al portal
Baseball Reference (8), se tiene esta definición:
“La cláusula de reserva fue una cláusula en contratos de
jugadores que ataban al jugador a un único equipo por un largo período, incluso
si los contratos individuales que firmaba nominalmente sólo cubrían una
temporada. Durante la mayor parte de la historia del béisbol, el término de
reserva fue mantenido esencialmente como perpetúo, de modo que el jugador no
tenía libertad para cambiar de equipo a menos que se le diera su cesación
incondicional. Se ha creído que la cláusula fue mayormente revertida en los
años setenta, pero en la práctica los jugadores jóvenes de hoy aún están atados
por hasta 12 años (6 en las ligas menores y 6 en las mayores), antes de tener
derechos de agente libre.”
Cuando North y Miller escribieron su artículo, un
jugador, Curt Flood (1938-1997, integrante del Salón de la Fama de los
Cardenales de San Luis) había trabado un
infructuoso litigio contra esta cláusula. Ocurrió en 1969, cuando a Flood lo
traspasaron, sin aviso previo, a otro equipo. Si bien tuvo fallo contrario
por parte de la Corte Suprema, catalizó
la oposición a ese tipo de contrato laboral. La Corte consideraba la cláusula
“razonable y necesaria”. Como
economistas, a los autores les resultaba chocante este enfoque monopólico de la
contratación y recordaban:
“La cláusula de reserva obliga a un jugador a trabajar
exclusivamente para el equipo que lo tiene contratado; cualquier jugador puede
ser cambiado a otro equipo sin su autorización. Si no le gustan su salario o
las condiciones del trabajo, su única opción es abandonar el juego.”
El origen de esta medida era institucional. La Corte
Suprema estadounidense, en 1922, estableció que los propietarios de equipos de
béisbol podían hacer caso omiso a la ley Sherman Antimonopolios. La justificación para que los dueños de
equipos tuvieran la exclusividad sobre los jugadores contratados, casi a
perpetuidad, provenía de un argumento económico, que recuerda el nobel:
“La cláusula de reserva permite que un equipo de béisbol
restrinja el funcionamiento del mercado de trabajo para los jugadores de
béisbol. Entra por tanto un elemento de monopolio en los contratos de béisbol.
Los equipos de béisbol alegan que la cláusula de reserva es esencial para el
juego, porque permite una distribución uniforme de buenos jugadores entre todos
los equipos. Se afirma que sin la cláusula de reserva los clubes más ricos se apoderarían de todos los
jugadores talentosos. Los juegos serían desequilibrados y los espectadores
aburridos ya no comprarían boletos.”
Ciertamente, este tipo de concentración de buenos
jugadores en equipos con más dinero y asimetría del espectáculo es una realidad
en el fútbol (balompié).
.
North y Miller proveían estadísticas sobre el injusto
efecto de la cláusula de reserva. El premiado jugador Curt Flood, con una vida
laboral esperada de veinte años, había ganado, en promedio, 11.889 dólares
entre 1956 y 1969. Un profesional independiente de EEUU, con vida laboral
esperada de cuarenta años, ganaba por encima de 15 mil dólares en 1967.
.
Los autores cerraban su estudio con un párrafo casi de
denuncia:
“Las situaciones anteriormente descritas no indican
necesariamente que los propietarios de equipos en los deportes profesionales
realmente trazaron sus planes según los lineamientos de nuestro análisis. Sin embargo, no necesitan
haberlo hecho para que nuestra tesis probara ser válida. Hemos proporcionado
una teoría de conducta colusoria con algunas implicaciones evidentes acerca de
los salarios de los jugadores. Los hechos apoyan la validez de la implicación.”
El caso es un buen ejemplo de cómo el análisis económico
y las organizaciones pueden reformar las instituciones. Una huelga de
beisbolistas en 1972 protestó contra la cláusula de reserva. Y si bien se mantienen
vestigios de ella aún vigentes, se ha relajado y ya no aplica sobre la vida
deportiva entera del jugador.
.
El legado de North es precisamente esperanzador porque
cree en la capacidad del individuo y la sociedad para mejorar y dejar atrás una
trayectoria institucional fallida.
.
.,.
Notas y Referencias:
.
(1)Ver:
http://prodavinci.com/2015/11/25/actualidad/entrevista-a-douglass-north-1920-2015-premio-nobel-de-economia-por-francisco-monaldi/
.
(2)Ver:
http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/economic-sciences/laureates/1993/north-facts.html
.
(3) BARTRA, Roger. Cerebro y Libertad. Ensayo sobre la
libertad, el juego y el determinismo. México: Fondo de Cultura Económica,
2013. La cita sobre el juego corresponde
a la página 74 y la el comentario sobre North es tomado de la página 142.
.
(4) NORTH, Douglass.
Economic Performance Through Time. Ponencia al recibir el
premio nobel, el 9 de diciembre de 1993. Disponible en:
http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/economic-sciences/laureates/1993/north-lecture.html Se cita el cierre de la sección IV y un
párrafo de la sección V.
.
(5) NORTH, Douglass. C. Instituciones, cambio
institucional y desempeño económico. Traducción de Agustín Bárcena. México:
Fondo de Cultura Económica, 1993. Cito
las páginas 13 y 16.
.
(6) GARCÍA HAMILTON, José Ignacio. Por qué crecen los
países. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 2006. Cita tomada de la página
39.
.
(7) NORTH, Douglass
C. y Roger LeRoy Miller. El Análisis Económico de la Usura, el Crimen,
la Pobreza, etcétera. Primera reimpresión. Traducción de Linda Moscona Barov H.
México: Fondo de Cultura Económica, 1997.
Las referencias corresponden al capítulo XII, páginas 80, 83 y 86.
.
(8) Ver:
http://www.baseball-reference.com/bullpen/reserve_clause
- See more at:
http://cedice.org.ve/?p=22882#sthash.a4sM44hz.dpuf
Últimos 5 Artículos del Autor
En su relato “El Gran Inquisidor” Fiódor Dostoievski aborda el tema del liberalismo desde una ó...
Ha fallecido en mayo de 2014 el nobel de economía 1992, Gary Becker. Su conferencia nobel repas...
Un libro reciente de Juan Camilo Rincón, “Ser Colombiano es un acto de fe”, repasa la relación ...
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!