Australia y Argentina...Vidas paralelas...
Castor López Ramos
Político argentino. Ha sido diputado provincial de Santiago del Estero. Premio
a la Libertad 2007, Fundación Atlas para una Sociedad Libre.
El análisis comparado de las
evoluciones en el largo
plazo de Argentina y Australia es ya un
clásico histórico en los ámbitos académicos. Probablemente se deba a la común
condición de ambas naciones de pertenecer al grupo de los llamados "países
afortunados", en los términos de su disponibilidad de vastas superficies
territoriales (de característica continental Australia con 7,7 millones de km2
y Argentina con 2,8 millones de km2), ambos con bajas poblaciones relativas
(solo casi 24 millones de habitantes en Australia y poco más de 43 millones de
personas en Argentina), con importantes recursos naturales, agropecuarios y
minerales.
Pero, también son grandes países y con
inmensos recursos naturales Brasil, China, los EEUU, Rusia, India, Canadá e
incluso Indonesia. Ahora bien, cuando la consideración del valor presente, y
del potencial futuro, de los recursos naturales se efectúa por habitante,
emergen muy claramente como líderes globales Argentina y Australia, junto a
Canadá, en el contexto mundial. Ambos países ubicados, geopolíticamente, en los
denominados confines del mundo, si bien ahora Australia en la puerta de Asia,
recuperada por la actual influencia de China. Incluso los orígenes de ambos
países tienen una fuerte influencia de Europa, si bien de reinos distintos.
En nuestro caso, colonizado desde
mediados del siglo XVI por el reino de España. En el caso de Australia, poblado
recién desde fines del siglo XVIII por excedentes de prisioneros de la corona
británica, junto a colonos ingleses, escoceses e irlandeses. Apenas
independizada aquella Argentina, en 1820, su PIB era más de 4 veces superior al
de lo que luego sería Australia, pero como su población, de más de 700.000
habitantes, era el doble de la de Australia, el PIB per capita argentino sólo
duplicaba al australiano. Desde esa referencia inicial se podrían fijar los
sucesivos análisis comparados de sus trayectorias, en tramos del orden de los
50 años.
Nuestro país se sumergió, desde
entonces y hasta 1870, atravesando inclusive la institucionalidad política de
1853, en continuas guerras internas, e incluso externas, en lo que podría
denominarse nuestra "propia Edad Media". Aquella prolongada ausencia
de paz interior resultó muy gravosa para nuestro desempeño económico. En 1870
nuestro PIB era sólo la mitad del de Australia que, además de no haber tenido
graves conflictos armados internos, había aprovechado muchos de los derivados
tecnológicos de la primera revolución industrial inglesa para progresar y, como
ambos países disponían por entonces de poblaciones similares, del orden de los
1,8 millones de habitantes, ahora nuestro PIB por habitante, de haber sido el
doble del de Australia medio siglo antes, pasó a resultar la mitad.
Con la integración política de la
provincia de Buenos Aires a la Republica en 1870, con las importantes
corrientes de laboriosos inmigrantes italianos y españoles, con la
incorporación de grandes superficies de tierras de la fértil región central,
llamada "Pampa húmeda", con la simultánea aplicación de los capitales
ingleses a la infraestructura ferroviaria y en las primeras plantas fabriles y
puertos, la Argentina compensa, con un relevante "boom agropecuario"
y de exportaciones, la anterior desaceleración relativa con Australia y en 1930
su PIB supera los 50.000 millones de dólares anuales actuales. La población
alcanza a los 12 millones de habitantes, duplicando nuevamente a la australiana
y los PIB per capita de ambos países se equiparan en el orden de unos actuales
4.500 dólares por año.
Con la crisis global derivada del
crack, en 1929, de la bolsa de Nueva York, el mundo cambia y el crecimiento
económico global comienza a ralentizarse. Ambos países siguen creciendo, pero
la elevada inestabilidad política de Argentina hace que nuevamente, como había
ocurrido unos cien años antes, la aceleración económica relativa de Australia
resultase mayor, equiparándose ambos PIB por encima de los 200.000 millones de
dólares actuales anuales en 1980. La población argentina alcanzaba a los 28
millones de habitantes, continuaba duplicando a la de Australia pero, como
consecuencia de haber crecido menos, el PIB per capita argentino volvía a ser
la mitad del australiano en 1980.
Es la historia más reciente la que
marca la mayor divergencia entre nuestro país y Australia. Durante la década de
los 80' nuestro país efectúa un tremendo "stop" de su economía y,
desde la década de los 90' solo duplicamos, en términos reales, el flujo anual
de nuestra economía. Por el contrario, desde 1980 Australia multiplicó, al
menos, por cinco, también en términos reales, su PIB. El ingreso per capita
actual de una persona australiana es cuatro veces mayor al de un argentino. Las
causas son, indudablemente, múltiples. Quizás una que la resume es que, en
ambos países la educación es obligatoria y gratuita. En Australia, por eso
mismo, entienden que debe ser excelente y muy exigente.
Últimos 5 Artículos del Autor
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!