La casta nos empobrece entorpeciendo contrataciones
Enrique Blasco Garma
Economista.


¿Quiénes integran la casta? Legisladores, jueces, funcionarios, dirigentes sindicales y de entes diversos y hasta empresarios ventajeros. Sustentados en leyes, regulaciones y organizaciones profesionales, establecen privilegios, redistribuyendo derechos a su favor y despojando beneficios al resto de la gente. Edifican prebendas exponiendo fábulas que justificarían las exigencias, controles y restricciones que imponen. Supuestamente para fortalecer derechos frágiles frente a los poderosos.
Los países más libres de estos obstáculos improcedentes son competitivos, mejorando la calidad de vida. En efecto, el recurso más valioso de los países intensamente liberados de privilegios, es la amplitud de contratar, sin restricciones inicuas. La treintena de naciones mejor liberadas de la casta consiguen mayores remuneraciones personales. Con el 14% de la población, generaron el 57% del PBI mundial, en 2023. De tal manera, los integrantes de la casta colonizan al Estado y a las corporaciones sectoriales, para imponer prebendas verificadas en gastos exuberantes de agentes singulares del Estado, déficit fiscales cuya atención resta beneficios a los otros habitantes. El gasto público nacional, plagado de ineficiencias ya en 1990, rondaba 20% del PBI. Actualmente supera el 40 por ciento.
Valor es la capacidad de satisfacer necesidades. En las sociedades libres de trabas improductivas los ingresos personales corresponden a los trabajos realizados para satisfacer necesidades valoradas. La casta desvirtuó esa correspondencia. La contrapartida del valor de las habilidades aplicadas surge de transacciones libres. Donde cada aparte obtiene más que lo entregado a cambio, según su propia evaluación. La ganancia de los intercambios de la sociedad está vinculada con la ausencia de trabas artificiales. Comprobado: la casta empobrece.
Según John Commons y el Premio Nobel Oliver Williamson, las transacciones –todo intercambio voluntario de derechos– constituyen la unidad de análisis. Con esta secuencia tripartita:
a) Conflicto inicial y oportunismo. Situación incompatible, en que varios agentes desean lo que no es posible, simultáneamente. Cobrar más trabajando menos. Quedarse con lo ajeno, lo no transferido voluntariamente. La típica reyerta entre niños disputando el juguete codiciado. Abarca las disputas por espacios, bienes, actividades a emprender o reparto de frutos. La divergencia de visiones es natural en individuos con diferente mirada y empeora con la búsqueda de la propia satisfacción inclusive contrariando a otros. En todo acto hay pugnas potenciales, intentos no consentidos. Actuar sin la conformidad de los afligidos conlleva contrariar, restringir ingresos a quien no los acepta. Quedarse con lo ajeno, por la fuerza, engaño o procediendo en forma distinta a lo pautado. Alguien madruga a otros; el asaltante arranca su botín; el dirigente abusa de sus prerrogativas, el vendedor del cliente, el deudor no paga. Tergiversando expectativas se apoderan de bienes ajenos.
b) Reconocer ganancias mutuas, conviniendo las cosas, tareas y espacios sean poseídas, efectuadas u ocupados por quienes mejor los valoren, a cambio de pagar el precio. El conflicto se supera en la medida que las partes se comuniquen, acuerden acciones mutuamente beneficiosas para superar diferencias y compartir ganancias. Si me sobra café y falta azúcar, y nos descubrimos con otro en la situación inversa, podríamos apoderarnos por la fuerza de lo que deseamos. O comunicar nuestras diferencias, especializarnos en lo más conveniente e intercambiar en paz, para aliviar nuestra escasez relativa a lo largo del tiempo. Pues cada acto es evaluado desigualmente por cada uno, dadas las diferentes capacidades y necesidades personales. Y las ventajas aumentan con aprendizajes especializados, comunicando alterativas e incorporando nuevos actores con apetencias y habilidades diversas.
c) Concertar un orden. Grado en que se concretan los actos en la forma prevista, para satisfacción de los participantes. Consigue certidumbre induciendo a actuar del modo convenido, respetando los derechos ajenos. Surgen instituciones que resuelven encierros; el crédito nos libera del trueque; el comercio y la política, de la violencia; la justicia de los violadores. Precisamente, los ingresos mejoran ganando habilidades demandadas y restringiendo conductas abusivas. Y así ampliar los beneficios de concertar actividades. Los pueblos avanzan tanto como puedan darse crédito para acordar tareas, entre personas con habilidades crecientes de especialidades valoradas.
Con esa finalidad, emergen entramados institucionales que delinean conocimientos compartidos: reglas de mensaje, idiomas, señales, modales; moral, normas de conducta; protocolos de medición. Sistema de medidas físicas y de comportamiento, en las sentencias judiciales, administrativas y las diferentes actividades. Y gobernanzas para incentivar los actos favorables y disuadir los contrarios.
No obstante, también van emergiendo impedimentos, distintos vallados, restricciones a las actividades individuales, que perjudican al conjunto para beneficio de algunos.
La transacción libre de trabas. Ofrecen remuneraciones a cambio de bienes y trabajos, en tanto convenga a los contratantes. Mientras el costo marginal sea inferior al ingreso marginal. Los obstáculos arbitrarios impiden conseguir los mejores ingresos. Sin tales obstáculos, los individuos satisfarían mejor sus muy diferentes desafíos. Pero las barreras redundantes frenan trabajos, atenuando incentivos. Por eso, sólo las naciones más libres consiguen los mayores ingresos.
Obstáculos a las transacciones. Las trabas, impedimentos innecesarios, restringen las transacciones, limitando desplegar toda el potencial de habilidades. El PBI depende del volumen y formato de los vallados impuestos.
Obstáculos inexorables. Las trabas impuestas en beneficio de la casta siempre socavan las actividades conjuntas. Al entorpecer las transacciones agregan costos innecesarios, disminuyen el valor de los activos y remuneraciones. Los gobiernos autoritarios imponen privilegios extendidos, como remuneraciones elevadas a funcionarios y actividades preferidas. No reconocen que tales concesiones reducen los ingresos del conjunto que empobrecen. En resumen, intentando aumentar algunas remuneraciones por encima de lo que aportan al conjunto, otros pierden mayores ingresos.
Los planes individuales pueden llevarse a cabo exitosamente en tanto los criterios sean justos y las contrapartes personales respeten las restricciones anticipadas. El crédito y la competencia son la gran restricción de las actividades y la llave de la riqueza.
Eficaz es lo que satisface más plenamente los deseos sostenibles de la población. Por eso, la superación de conflictos marca la certidumbre normativa, el nivel de desarrollo. Cada salto o variación de señales y reglas conlleva dispersión de trabajos, dedicar esfuerzos adicionales para adaptarse a los cambios normativos.
No bastan los convenios privados. Cada vida y posesión suele ser molestada por una infinidad de actores que ninguna gobernanza particular, por sí misma, puede prevenir. Entonces los derechos se completan con distintos instrumentos de medición de transacciones individuales y una estructura de diferentes gobernanzas superpuestas especializadas en contener abusos y remunerar actividades valiosas. Cual los desencuentros son naturales, el arte estriba en acertar áreas de colaboración en un mar de coincidencias y opiniones discrepantes. Las actuales 8.000 millones de humanos demandan arreglos complejos para aventar los abusos y expandir las ganancias de especializarse, consiguiendo reglas justas, iguales para todos. En tanto, el planeta está regado de obstrucciones innecesarias, enfrentamientos superables.
El círculo virtuoso de los acuerdos consiste en mitigar los maltratos y valorizar los negocios consentidos, incluyendo a más actores y transacciones con reglas parejas para negocios crecientemente satisfactorios. Ahondando el aprendizaje de la especialización competitiva en el océano de intereses en pugna. Orden o previsibilidad se sustenta en las restricciones para dominar el conflicto, los incentivos para expandir ventajas mutuas y las garantías que respaldan las transacciones, en competencia y cooperación.
Las tres pulsiones –conflicto, ganancias compartidas de la especialización y orden para asegurarlas– nutren todas las transacciones, el crédito, la confianza en la competencia que se otorgan los partícipes, y el valor de los trabajos y derechos.
La competencia y el orden protector del buen trato van imponiendo procesos eficaces. De esta manera, la productividad difiere según la organización. A mayor orden, más crédito y decisiones valiosas, pues se amplía la riqueza de los intercambios personales. En el centro están los individuos, que indagan formas de conseguir información y transacciones siempre mejorables. Los algoritmos –reglas detalladas para hacer– allanan conocimientos y formas de desempeñarse, en las tareas complejas. Así, las tablas de multiplicar facilitan las operaciones con varios dígitos. Las reglas gramaticales enriquecen la comunicación. La especialización –focalizando la atención individual en un campo determinado– repitiendo operaciones, amplia el valor de los aprendizajes personales.
Insisto, las reglas parejas para dirimir conflictos en el uso de recursos de todas las personas, a lo largo de ocasiones, tiempos y lugares, multiplican la potencia del entramado coordinador de las actividades interdependientes. Favoreciendo la satisfacción de los individuos. La especialización está sostenida por el reconocimiento de las ventajas y la fortaleza de los derechos individuales.
Para progresar rápidamente con justicia, suprimir todos los vallados irregulares, cambio de reglas. Un programa de consensuar voluntades para el progreso compartido.
El libro “Por un país más justo y floreciente” (Grupo Unión, 2020), postula 32 propuestas urgentes, algunas ya presentadas por el nuevo gobierno. En la Argentina la inmigración prueba la fortaleza de las oportunidades ofrecidas a millones de inmigrantes, especialmente entre 1890 y1930.

Publicado en INFOBAE.








 

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