No destruyamos una buena oportunidad…

Elena Valero Narváez
Historiadora, analista política y periodista. Autora de “El Crepúsculo
Argentino. Lumiere, 2006. Miembro de Número de la Academia Argentina de Historia.
El
Gobierno desde hace meses nos ha puesto a dieta de muchos productos en
vez de aumentar la producción, le basta a cualquiera notarlo con solo ir a un
supermercado. La realidad está superando la esperanza del Ministro Sergio Massa de llegar con menos problemas a las
elecciones., aunque pretende adormecer a la opinión pública con falsas
esperanzas, heladeras, lavarropas,
bonos y enfoques equivocados. Mantuvo
íntegramente el sistema intervencionista cambiando solo algunas formas
externas, una de las manifestaciones más
visibles de la continuidad es el control de precios. La propaganda del gobierno
hace aparecer como culpables a comerciantes e intermediarios, éstos saben que
cuando se reglamenta un nuevo precio los principales sacrificios lo deben hacer
ellos, sin embargo, se los trata como a
delincuentes: se los controla, vigila y amenaza
mientras los gastos de sus negocios no dejan de aumentar. Si el sacrificio
fuera parejo, pero no es así, hay otros
sectores que no solo no se perjudican sino que por ser amigos de funcionarios,
matriz de la corrupción, hacen buenos negocios,
entre tanto la escasez nos aplasta, faltan,
incluso, insumos médicos.
Se necesita que fluyan al mercado más bienes
de consumo o sea más producción, hay que
terminar con los intermediarios de la política y con la burocracia que ahoga al país. El plan de Massa es continuar interviniendo en los precios y en
la regulación espontanea del mercado: conseguirá lo que ya está a la vista, que siga disminuyendo la actividad económica. Dilata
encarar medidas de costo político,
allanar el camino al futuro gobernante, es que hasta él se sorprendió del resultado de las PASO,
pensaba que quedaría solo como jefe de la oposición.
Las graves deficiencias del sistema
cambiario dan lugar a turbias acciones,
el actual sistema dirigista, discriminatorio y abusivamente autoritario se
basa en mecanismos que no permiten el libre desenvolvimiento de las empresas responsables, pero
le consiente a gente inescrupulosa maniobras torpes y sucias, una manera
fácil de enriquecerse de la noche a la mañana. No es necesario mencionar la cantidad
de escándalos recientes cuyas características y magnitud escapan a la credulidad
normal de las personas.
En
Argentina se entiende por democracia libertinaje político, el Gobierno tiene debilidad
por países totalitarios porque estos se adaptan mejor al sistema: los viajes a
China, la amistad con Irán y Venezuela es más cercana cuanto más se agrava la situación. No les
importa que se comercie con quien quiera comprar y pagar sino la clandestinidad
y el ocultamiento que permiten esos países, la falta de transparencia respecto
a ciertas operaciones.
Hay
que reconocerle a Javier Milei tratar de llegar de frente y con claridad a
través de una acción tenaz y constante en vez por razón de argumentos
condicionados a tal o cual repercusión política. Se entiende que muchos no quieran
malgastar su tiempo en apoyar a los partidos actuales, pero hay una responsabilidad cívica: sumarse a
la tarea de convencer a la gente de que
no voten nada que hieda a kirchnerismo, recordando que el enemigo de la
democracia está también en los partidos que le hacen el juego. Sergio Massa con el cuento de la unión nacional atrajo a muchos radicales, siempre propensos al statu quo, hay una notable comprensión reciproca entre él
y líderes del partido radical a quienes les ha prometido cargos en el Gobierno, sin
duda si el Ministro llega al poder
procurarán acciones conjuntas, trabajaran
tomados del brazo para instaurar un gobierno corporativo.
La
tarea de informar correctamente que ocurre en el país quedó en manos exclusivas
de Milei, quien con una agrupación de
reciente formación y escasos medios, se
obligó a encarar la lucha en condiciones por demás desfavorables. La ayuda de
Patricia Bullrich y Mauricio Macri le será
de mucho valor para poder competir en esta última etapa.
Mientras el Ministro dedica largos discursos a
contestar inexactitudes y divagaciones propias de diletantes pero, por cierto, más atractivas que la verdad, la sociedad democrática deberá luchar frente a
fuerzas poderosas e ideológicamente muy
unidas. Quienes están empeñados en esta
dura batalla por la libertad tendrán que abrazar en todos los frentes un
esfuerzo común, es un imperativo moral, una ponderable contribución al bien del país. La maniobra del partido radical de no apoyar la
decisión de Patricia, criticando
malévolamente a Macri, es una vil
artimaña: el radicalismo comparte la política económica y social del
kirchnerismo es por eso que trata de inspirar temor a votar a Milei y a su
programa de gobierno, intento malicioso de algunos líderes quienes siempre
vieron, con envidia, el protagonismo del ex presidente Macri.
Atribuir
el fracaso a causas no reales es una treta más de individuos incapaces, por eso
Milei, con el sostén de Patricia y
Macri, si gana las elecciones, estará obligado, con máxima premura, a evitar la hiperinflación mediante rápidas reformas estructurales, implantar la libertad económica, única manera, aunque al principio resulte muy difícil, de facilitar el libre juego del mercado y procurar
que aumenten las fuerzas del trabajo. Están agotadas las reservas, se han restringido las importaciones de
materias primas, reducido la actividad industrial y aumentado enormemente
la desocupación, ésta situación es más impopular que las medidas que le
corresponderá encararar a Milei si llega
al gobierno. Es muy cómoda la situación
de quienes desean pasar por la administración pública eludiendo responsabilidades
y realidades, escapando a las sanciones
pertinentes con mentiras y tomando chivos expiatorios. Se debe esclarecer a la
opinión pública mostrando, quienes están
de un lado y quienes de otro, en este oscuro proceso de decadencia que vive Argentina,
donde la gente mantiene con su trabajo
al poder que los empobrece y esclaviza.
Votar
la fórmula del partido gobernante no es una forma de oponerse al peronismo,
sino una forma de apoyarlo, diría Mafalda: “otra vez sopa”. Liberar la economía
requiere convicción y coraje político lo tiene tanto Milei como Patricia, el
momento de dejar atrás este proceso de
asfixia en medio de esta creciente inflación
es ahora, votar por una política
sana contrabalanceada por el ingreso de capitales. No se debería desperdiciar
la oportunidad de terminar con la corrupción del Estado, de dejar de vivir bajo
el poder personal y arbitrario de un gobierno
que no se ha ocupado de defender los derechos individuales ni de ser
responsable de sus actos ante la comunidad.
Últimos 5 Artículos del Autor
16/05 |
Reason Weekend 2024
.: AtlasTV
.: Suscribite!
