Hipocresía ¨Woke¨
Rogelio López Guillemain
Autor del libro "La rebelión de los mansos", entre otras obras. Médico Cirujano. Especialista en Cirugía Plástica. Especialista
en Cirugía General. Jefe del servicio de Quirófano del Hospital Domingo Funes,
Córdoba. Director del Centro de Formación de Cirugía del Domingo Funes
(reconocido por CONEAU). Productor y conductor de "Sucesos de nuestra
historia" por radio sucesos, Córdoba.
Mateo Apolonio,
de tan solo 14 años y 28 días de edad, se convirtió en noticia mundial al ser
el jugador más joven en debutar en el futbol profesional argentino.
Gran parte del
periodismo nacional se planteó si era prudente hacer que un “niño” de apenas 14
años “salte” etapas madurativas y tenga este debut a tan corta edad con toda la
presión que esta situación conlleva. Lo
interesante es que estos mismos periodistas no se preguntan si un “niño” de 14,
12, 10 y hasta de 8 años es suficientemente maduro como para decidir
transicionar de género, no solo no se lo preguntan sino que dan por sentado que
si lo es.
El idiotismo woke
pone en duda que un niño de 14 años sea lo suficientemente juicioso como para
tolerar y superar una decepción deportiva o laboral y al mismo tiempo está
completamente convencido de que un niño de 8 años si tiene la suficiente madurez
intelectual, emocional y de conciencia como para sentenciar su futuro a un
cambio corporal definitivo e irreversible.
A estos mismos
deforestados cerebrales les preocupa más la frustración que puede sufrir un
niño de 14 años al debutar prematuramente en el futbol profesional que las
consecuencias que puede sufrir un niño de 8 años al que se le mutilan sus
órganos sexuales y se lo esteriliza con hormonas de por vida.
El problema con
la nefasta agenda 2030 no es que exista, siempre existieron intelectualoides
retorcidos capaces de idear semejantes degradaciones en el inconsciente
colectivo, tampoco es un problema que políticos descerebrados y periodistas
mercenarios aprueben y apoyen este suicidio social masivo. El verdadero
problema es el silencio de quienes, temerosos de ser tildados de intolerantes,
exhiben su imbécil cobardía y su pasividad cómplice al dejar que sus hijos sean
manipulados y sometidos a esta perversa y precoz sexualización.
Los apologistas
del posmodernismo que se muestran tan sensibles con el “niño futbolista”, son
los mismos que callan ante la campaña que en España muestra la imagen de un
“niño” con la leyenda: “si dice no, no es sexo, es agresión” … ¡como si el
consentimiento de un niño de 8 años para tener sexo fuese suficiente como para
que no sea agresión!
Y como se les
pasó la mano en esta propaganda y la reacción generalizada de la población fue
de asco y de un absoluto rechazo, ahora dicen que fue un error, lo cual es una
mentira grande como un edificio. Para
probar que es una mentira y que son defensores y promotores de la pedofilia,
nada mejor que escuchar a una de las referentes políticas de Podemos, Irene
Montero, quien dice: “todos los niños, las niñas y les niñes tienen derecho a
conocer que pueden tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas
eso sí, en el consentimiento” *.
Como dije, el
problema no son estos ideólogos destructores del ser humano, tampoco lo son los
políticos y periodistas “bien pensantes”, el verdadero problema son las
personas de a pie que por ser políticamente correctas no se oponen a semejante
atrocidad.
Que un adulto
haga de su vida lo que le dé la gana es su asunto y no me incumbe, pero no se
metan con los niños y adolescentes.
Están transformando en normal, aceptable ¡y hasta obligatorias! las
aberraciones más delirantes bajo la mirada permisiva de los abúlicos ciudadanos
de a pie.
Todo esto no es
gratis y lamentablemente son pocos los que tienen conciencia del daño que se
está causando.
Últimos 5 Artículos del Autor
.: AtlasTV
.: Suscribite!
Dejanos tu email y recibí novedades y todo lo que te podemos ofrecer!